Lobo rosa

Capitulo 7

Capítulo 7
Seguimos hablando un rato, quedamos en que necesitamos conocernos más antes de ser algo, eso me pone un poco triste, pero se me pasa, salimos a caminar por el centro de la ciudad, decidimos regresar antes de la hora de almuerzo.
Nos volvemos a ver el 24 de Diciembre, para darnos nuestros regalos, esto me tiene emocionado, le estuve tejiendo una bufanda, me pregunto; ¿Qué tendrá para mi?
Llega el día, nos vemos por la tarde, vamos de frente al hotel, donde le entrego el regalo, está en una caja con envoltura, me esforcé mucho en la presentación. A él le gustó, el me da un pequeño paquete con un perfume, billetera y aparte un chocolate en forma de corazón.
Hacemos lo que venimos hacer, ahora se siente distinto, se siente mejor, ya no me preocupa si esto está bien o no, solo que sea con él, se siente tan bien. Luego caminamos otra vez por el centro, es muy agradable su compañía, esto me hace feliz.
Salimos los días siguientes, pero un día en una conversación;
- Por cierto, ¿Vas a tener que irte otra vez? – preguntó –
- Si, solo me dieron un par de semanas por navidad, pero te prometo que volveré.
- Está bien, yo estaré esperándote.
Continuamos con nuestra cita, yendo al hotel y luego con un pase por la ciudad.
Llega el día, el se despide de mi, estoy algo triste, se tiene que ir y no se cuándo volverá, pero por lo menos estoy seguro que regresará, yo lo esperaré como lo hice antes.
Pasan los días, hablo con el por las noches como quedamos, me agrada poder hablar con el así, tengo más confianza, es cada vez más agradable su presencia, estoy sintiendo mucho por él.
En un par de semanas el me da una noticia por chat de WhatsApp, regresará, lamentablemente no pudo estar para mí cumpleaños, pero no importa, va regresar, estoy tan feliz, lo volveré a ver, lo recibiré con todo el cariño que creció en mi para él.
Llega el día esperado, lo vuelvo a ver, hacemos como hasta ahora, vamos a ese lugar, lo volvemos hacer, es como si fuera la primera vez, nunca me cansaría de estar con el, nunca.
Pasamos los días así, saliendo cada fin de semana, y ahora nos llamamos todas las noches para platicar, esto es casi perfecto, nunca pensé vivir algo tan hermoso.
Una de nuestras salidas decidí prepararle unas empanadas, quiero ver si le gusta como las preparo;
- Oye, como te dije por mensaje, te traje empeñadas de queso que hice, para que pruebes.
- Oh sí, primero vayamos donde siempre y luego comemos.
Al terminar nuestro acto en el cuarto, al salir le hago recordar;
- Ahora sí las podemos comer?
- Oh sí, está bien.
Proceso a sacar un táper dónde traje las empanadas, le pasó una, el la prueba;
- ¡Está bastante buena!
- Gracias.
- Me hace acordar a las condesas, tiene un sabor parecido
- Si, eso mismo dijo mi mamá.
- Me gusta, sabes hacerlas bb
- Gracias.
Así termina nuestra cita, en casa me espera una docena de empanadas, de la emoción me como todas, en la noche termino vomitando todo, me provoque una indigestión por comer tantas empanadas.