Sábado 12 de Marzo de 2134. Callejones del Recinto Privado, Empresa AZAR, Sur de Ciudad Cometa.
Las gotas de sudor brotaban de la transpirada frente de Hans. El mismo, con mucha maestría, había librado una andanada de disparos muy certeros, bajo la protección de Rupert, el escudero.
Ambos habían demostrado la valía y el talento que poseían, pero por sobretodo, un gran trabajo en equipo.-Que eficiente eres con ese escudo, estoy seguro que nos hubiese venido espléndido una ayuda como la tuya -Decía Hans entre risas y secándose el sudor de su rostro.
-Somos un equipo espléndido pero, disculpa... ¿Dijiste nos? No estaba enterado que habría alguien más de tu tiempo aquí presente -Respondía Rupert, mientras volteaba la mirada hacia su capitán.Un aterrador frío recorrió el cuerpo de Hans tras recordar a su pequeño aprendiz, Billy... Su pena fue tan grande, que solo pudo agachar su rostro, ocultando su mirada por debajo de su sombrero. El mismo, enfundó sus dos compañeros y se reintegró cabizbajo al grupo.
De repente quebrando el silencio -Dakota... ¿Cómo pudo ser eso posible? -Refirió con mucho asombro Matt, quien detenía su avance frenando al grupo.
-Yo... Aún no lo entiendo. Ellos no poseían tal tecnología... Quizá mi poder este debilitado, no lo sé... -Explicó con mucho desconcierto la maga, demostrando inquietud.Dakota, quien poseía un perfil tan serio, similar al de un frívolo soldado, en ese momento se la notaba quebrada y desconcertada. Ella, la especialista en hechizos del escuadrón, era alguien confiada y segura del potencial de su increíble magia. A simple vista, parecía que AZAR había logrado traspasar sus hechizos y eso la aterraba. Pero había algo más...
Una extraña llamada sonó en el transmisor del capitán. A la cual, contestó.
-Aquí Spencer. Capitán... La situación es aterradora. Todo el equipo Delta cayó. Y Jimbo... El fue herido... -Suspira y continúa-. Me persiguen, no creo lograrlo -Su trasmisión se detiene perdiendo la comunicación.
Los ojos del capitán se encontraban abiertos de par en par. Tal noticia era la peor que podía recibir. Un equipo entero había sido derrotado, un miembro había caído y existía la posibilidad de perder a otro de los suyos. Claramente la misión, pendía de un hilo ante el fracaso.
Tras estudiar la situación, el impacientado Jacob, decide intervenir -Creo que no es el mejor momento para que gocen de mi intervención pero... ¿A cuánta distancia estamos de dónde vamos?
-Estamos a lo que tú conoces como dos kilómetros -Respondió Dakota, con una mirada desinteresada, la cual le observaba de reojo.
Tras una detenida pausa, Jacob vuelve a tomar la palabra -Pues lo más inteligente sería seguir avanzando y dejarlos atrás... ¿No? -Agregaba Jacob, rompiendo ese breve silencio para disponerse a meter ambas manos en sus bolsillo para sacar de una un mechero y de la otra un cigarro para acto seguido, colocarlo entre sus labios y encender a el mismo.
La respuesta, rápidamente causo una alteración en casi todos los presentes -Pero... ¿Qué es lo que dices infeliz? -Reacciono Rupert, dejando caer su perforado escudo, para acercarse y sujetar con ambas manos a Jacob del cuello de la camisa.
Tras el forcejeo, el encendedor cayó al suelo, siendo notables la diferencias de fuerzas. El sometido, sólo se dejaba tomar, inclinando su sonriente rostro hacia un costado, mientras toda su atención estaba en evitar dejar caer el cigarro de su boca -Yo tendría más cuidado si fuese tú... grandulón -Dijo balbuceando mientras sus ojos comenzaban a brillar tan claro como una luna llena. Ahora los mismos ya no observaban al cigarro, sino a los ojos del aterrado grandulón.
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La Saga de la Teoría del Caos - El Principio del Fin
Ciencia FicciónEn esta primera edición de la Teoría del Caos, podemos ver que tras la caída de un meteorito en el planeta tierra, la humanidad logro resurgir de entre sus cenizas, utilizándolo como material para sus avances tecnológicos. Ahora, en el año 2134, el...