Capitulo 2: ¿Hermanos?

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—Katsuki ¿Podemos hablar?

—Si.--- Katsuki estaba mirando su celular mientras Mina estaba en la silla enfrente de la cama.

—¿Porque no podemos besarnos?

—No me siento cómodo besándome con alguien.--- Katsuki suelta un suspiro y pasa su mano por sus cabellos.--- Solo dame algo de tiempo, esto es algo nuevo para mí y simplemente no estoy acostumbrado.

—Bueno... Tienes dieciocho años, pensé que ya habías tenido novia.

Mina noto la duda en la mirada del rubio pero este, luego de un silencio corto, negó con la cabeza a lo que ella había dicho. La chica hizo una mueca pero antes de que dijera algo, la puerta de abrió y Denki entro con una sonrisa y sus ojos cerrados.

—Espero que estén completamente vestidos porque quiero preguntarles algo.

—Jodete, no estamos haciendo cochinadas como tú con el pelos de mierda.

Denki se ríe y abre los ojos viendo a los dos algo alejados, creyó verlos por lo menos abrazados en la cama del rubio viendo alguna película o algo pero no, parecían dos conocidos en un ambiente incómodo.

—Queria saber si podía llevar a una amiga hoy en la noche.

—No quiero jodidas extras en mi casa.

—Sabia que aceptarías bro, nos vemos.

—¿Crees que lleve a su amante a esa fiesta?

—No creo que sea tan idiota de llevarla pero es el maldito Pikachu, así que si, capaz la lleve a ella.

•••

—Debes hacer reposo a partir de ahora Senju.

—Pero no me duele.

—Que no te duela, no quiera decir que sea perjudicial en un futuro, es un golpe en la rodilla pero puede convertirse en una fractura y adiós a tu carrera.

La chica suelta un suspiro.--- Entiendo ¿Al menos podre estar en la competencia? No quiero decepcionar a Kaminari quien estuvo trabajando duro para impresionar a su novio.

—Si tomas el descanso como te dije, todo estará bien, puedes seguir practicando pero reduciremos tus ejercicios para que esa rodilla se cure.

—Esta bien.

—Y sonríe más, eres hermosa como para tener esa cara sería todo el tiempo.

—Lamento haber nacido así.

—Dios contigo, sal de aquí y vete con tu nuevo amigo antes de que te eche para siempre.

Ahora sí Senju suelta una risa, vio que su celular tenía unos mensajes pero no tuvo tiempo de responder, cuando quiso abrirlos ahora se dió cuenta que su celular no tenía batería.

—Cuando llegué a casa le responderé.

Tomo un taxi hacia su casa, miraba su rodilla con una mueca, en verdad no había sentido nada, se había caído varias veces e incluso apoyo mal la pierna, quizás de eso de la rodilla, agradecía que no se la hubiera fracturado o peor, sacarla de lugar y nunca más volver a patinar.

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