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dos de la tarde, el clima templado y un silencio acogedor que invadía el lugar. otra vez en la casa de los wheeler, esta vez para una pijamada con los niños, no habían tantos adultos debido a que jonathan y argyle tuvieron que regresar a california hace unos días, volverían en un tiempo, pero se habían llevado a will y jane con ellos.

mike parecía triste con eso, pero no lograban adivinar por cuál de los dos.

nancy estaba organizando las cosas en el sótano para dormir cuando fuera el momento, tenían la opción de dormir en las habitaciones, sí, pero los niños decidieron estar en el sótano y los adultos no se negaron.

pero aunque el lugar estaba tranquilo, robin podía sentir la tensión a kilómetros de distancia, la que se formaba alrededor de eddie y steve. los tres estaban en la cocina, el castaño preparando comida, la chica ayudando a su lado y eddie en la nevera buscando una cerveza.

robin no era tonta, podía notar esas miradas que se daban de vez en cuando, y las varias veces que tuvieron que abstenerse a estar demaciado juntos mientras estaban con el grupo. desde la conversación que tuvieron cuando dustin y robin los atraparon en un 'momento', que esa tensión se había hecho más grande, pero ahora era diferente.

antes podía sentir la tensión sexual y romántica entre ellos, ahora sentía que no podían hablarse el uno al otro, pero notaba sus ganas de hacerlo.

eddie encontró por fin una cerveza y salió de la cocina en silencio, no sin antes voltear a ver al castaño, este último sintió esa mirada encima suyo, aún así tembló ante la idea de verlo fijamente.

─ y... ¿me vas a decir que pasó entre ustedes o adivino?

habló finalmente la chica viendo de reojo a su amigo, ahora solo estaban ellos dos. steve no respondió, en su lugar suspiró y se encaminó a la nevera en busca de refresco, robin entendió que tendría que ser la segunda opción.

─ ¿pelearon?

steve lo pensó un segundo y negó con la cabeza sin voltear a verla.

─ ¿entonces? ¿no han hablado?

─ si lo hicimos, pero... no lo sé, no fué lo que esperaba.

robin paró lo que estaba haciendo y recostó un brazo en el mesón, su otra mano permanecío en su cadera, ambos voltearon a verse y la chica se dió cuenta del rostro de decepción que llevaba su amigo, hasta ahora lo notaba, ¿tan malo había sido lo que hablaron?

no quiso cuestionar nada más, al menos no por ahora.

no quiso cuestionar nada más, al menos no por ahora

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it's (not) a romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora