Propuesta laboral┊𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍

❦ Epilogo ❦

· • —– ٠ Perdón ٠ —– • ·

La mañana se coló suavemente por las ventanas, bañando la habitación con una luz cálida y dorada. Los rayos del sol acariciaron los párpados de Jimin, despertándolo de su sueño. Abrió lentamente sus ojos color avellana, parpadeando para adaptarse a la luz. Se estiró con languidez, disfrutando del calor y la comodidad de su cama.

Al volverse hacia su lado, su mirada se posó en Jungkook, quien dormía plácidamente. Una sonrisa se dibujó en sus labios, llenos y suaves, mientras contemplaba el rostro sereno de su esposo. La luz del sol resaltaba los rasgos definidos de Jungkook, destacando la belleza de su perfil.

Jimin se quedó embobado, mirando a su amado durante varios minutos, absorbiendo cada detalle de su rostro. La forma en que sus pestañas oscuras se curvaban hacia arriba, la línea suave de su nariz, los labios delgados que esbozaban una sonrisa incluso en el sueño.

Finalmente, Jungkook abrió los ojos, y su mirada se encontró con la de Jimin. Un destello de sorpresa se transformó rápidamente en una sonrisa cálida y amorosa.

—¿Por qué me estás mirando de esa forma?, acosador —bromeó sacándole a él y a Jimin un sonrisa.

—Buenos dias bella durmiente ¿dormiste bien? —alargó su mano quitándole del rostro a Jungkook un mechón de cabello.

—Como un tronco ¿qué hora es? —volteo a ver el reloj en su mesa de noche preocupado.

Enseguida Jimin giró de vuelta su cabeza para que lo volviera a mirar.

—Hey tranquilo, está bien es fin de semana, las alarmas no sonaron, hoy no hay trabajo y tú esposo te necesita —sonrió ladinamente.

Jungkook comprendió su necesidad así que acercó peligrosamente su rostro al de él rozando la punta de sus narices.

—¿Me necesitas, cariño? —le pregunto y el rubio asintió—. Siento tanto ser tan irresponsable contigo, maldición he descuidado tanto a mi hermoso esposo.

—Pues entonces ya no sigas hablando y bésame —le ordeno.

Jungkook acató y lo besó con pasión y lujuria, al tiempo se subía encima de él sin poner todo su peso, luego de forma rápida se deshizo de su camiseta mientras Jimin debajo de él se comenzó a bajar los pantalones de su pijama.

Los labios del azabache pasaron a devorar el cuello del rubio, lamiendo y besando con vehemencia sacándole uno que otro jadeo, mientras que también metía sus tibias manos dentro de su camiseta tocando su cintura y parte de su espalda, para luego sacársela y así poder poner sus labios en su clavícula y pecho.

Mientras tanto Jimin sujetó el elástico de los shorts de Jungkook y luego los jalo hacia abajo retirándoselo logrando así que la erección de su esposo rozará con la suya he hiciera una deliciosa fricción que a ambos les sacó un gemido.

—Jimin amor, te amo —jadeo el azabache.

—Yo también te amo. —replicó el contrario con la respiración agitada—. Por favor te necesito a ti, entra —pidió empujando con su mano la pelvis de Jungkook.

—Dame un momento —rápidamente Jungkook alargó su mano hacia el cajón de la mesa de noche rebuscando un preservativo, su cónyuge se movía ansioso debajo de él y le besaba el cuello mientras él se colocaba él condón—. Es importante la protección.

—Amor rápido —rogó desesperado, y entonces cuando le abrió las piernas y alineó la punta de su miembro en su entrada se mordió el labio intentado callar el sonoro gemido que soltó cuando debajo de las cobijas Jungkook entró en él de forma lenta y profunda—. ¡Haaa! ¡Ah, si! Muévete muévete.