IV

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Capítulo 4: Caja de sorpresas

Tras el ejercicio, las clases siguieron su curso como era debido, algunas eran aburridas y otras un martirio como las de inglés donde la sola voz del héroe present mic hacía que Izuku quisiera aventarse del tejado.

Para su fortuna, el descanso llamó con fuerza que él parecía una estrella fugaz a comparación del cuatro ojos.

Izuku: Al fin, un momento de relajación y sin tanto inconveniente.

Yui: -abraza el brazo del pecoso- Así es...

Del susto, el pecoso transportó a ambos más cerca de la cafetería.

Izuku: -toma algo de aire- Dios, Kodai.... Al menos avísame.

Yui: Está bien.

Izuku: ¿En qué momento llegaste?

Yui: No mucho.... Te vi llegar y me puse al lado tuyo.

Izuku: Eso.... Tiene algo de sentido al menos.

La pelinegra asintió y siguió aferrada a él.

Izuku: ¿Qué vas a pedir?

Yui: Mmm.... Ramen, ¿tú?

Izuku: Un plato de Katsudon.

Yui: Vale...

Izuku: Tengo algo de curiosidad... ¿Por qué me tomas del brazo?

Yui: Eres cálido...

Izuku: O-oh pues... Gracias.

El pecoso desvió su mirada para evitar que la chica viera su rostro sonrojado, había pasado tiempo desde que le decían cosas de ese estilo y aunque fuese salido de la nada, tampoco había queja.

El par de jóvenes pidieron sus respectivos almuerzos y se sentaron en una mesa mientras los demás alumnos pasaban tranquilamente.

Izuku: El buen katsudon, hacía mucho que no lo comía.

Yui: ¿No tenían de eso allá en América?

Izuku: No realmente, casi todo era comida chatarra y alguna que otra cosa rara.

Yui: Entiendo.

Izuku: ¿Y qué tal tu día hasta ahora?

La pelinegra lo miró por un momento y luego dirigió su mirada al plato de ramen que tenía en frente.

Yui: Bastante normal, ¿tú?

Izuku: Oh pues algo entretenido, tuvimos entrenamiento de combate aunque el resto de clases daban demasiada flojera.

La chica arqueó una ceja.

Yui: ¿Te dan pereza las clases?

Izuku: Apenas es mi segundo día aquí y ya me quiero tirar por la ventana.

Sin decir una palabra, la pelinegra pellizcó las mejillas del pecoso haciéndolo reír y quejarse al mismo tiempo.

Izuku: Para, para... Kodai para...

Yui: No, es tu castigo por decir eso.

Izuku: Vale, vale no lo diré más....

Y entonces cesó, dejando que izuku se sobara sus mejillas.

Izuku: Para ser de pocas palabras eres bastante agresiva.

Yui: Hmph...

Izuku: Sólo era una broma...

El pecoso suspiró algo nervioso mientras no dejaba de tener esa sensación de déjà vu, no obstante, este lo dejó pasar y se centró en comer sin percatarse de que esa sola escena ya había llamado la atención de muchos, entre ellos de cierta heroína +18.

Izuku Midoriya: The Hell's heroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora