Zuto

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—Mañana es 13 de agosto —soltó de repente, y Mikey frenó todo su cuerpo enseguida, observó a Kazutora, este solo jugando con sus dedos sobre las sábanas

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—Mañana es 13 de agosto —soltó de repente, y Mikey frenó todo su cuerpo enseguida, observó a Kazutora, este solo jugando con sus dedos sobre las sábanas.

—Lo sé —continuó intentando reparar aquel juguete que recién había encontrado en una gaveta de su closet, ese pequeño avión que había sido roto por la visitante que tuvieron hoy en casa.

—Perdón... —pronunció, relajadamente, ambos teniendo expresiones indecifrables en sus rostros, ya cansados de tantas emociones esos días, solo queriendo una conversación pacífica.

—Ciertamente me fue difícil —dijo, usando cinta adhesiva para pegar el ala de plástico—, pero no te preocupes, ya me he quemado la cabeza suficiente, pensándolo, ya te perdoné hace mucho —el de ojos ámbar le miró, sonriendo un poco—. Pero aún duele.

—Lo sé, lo siento de verdad... —no pudo evitar mirar demás ese juguete, de pronto recordando por qué se le hacía tan familiar—. Ese avión...

—Sí —confirmó sin siquiera escuchar, sabiendo a lo que se refería—. Haru fue otra de mis víctimas, incluso siendo niños —sonrió dolorosamente, alzando el pequeño juguete ya terminado, luego dejándole descansar sobre sus piernas—. Hoy fue que le ví por primera vez desde que vine, y la verdad me costó disimularlo, me alegré demasiado al verle en sus cinco sentidos, y no aturdido en las drogas —sus ojos se cristalizaron levemente mientras su vos se escuchaba cada vez más diminuta, Kazutora arrugó las cejas, sintiéndose tan mal por todo lo que estaba pasando, lo que pasó, y lo que pasaría.

—Sanzu siempre te fue muy fiel, ¿lo quieres mucho, verdad?

—Así es —asintió—. Es uno de mis tesoros —sonrió nostálgico.

—¿Qué me dices de Kokonoi, y los Haitani? —la curiosidad inundaba su ser, había escuchado rumores acerca de los integrantes de la pandilla de Bonten, pero nada era confirmado, y ahora tenía a su líder en frente, podía aclarar muchas dudas.

—Mmm, a Rindou le cuesta comunicarse conmigo para algo que no sea acerca del trabajo, sin embargo, cuando estoy mal, es casi el primero en venir a ver mi estado —sonrió, recordando ese día en el que se desmayó en plena reunión y fue el Haitani menor quien se dió cuenta y le ayudó primero, levantándole de su asiento y llevándole a comer algo, tratando de despertarle, haciéndose cargo para que los demás pudiesen continuar, ya que la reunión no debía ser interrumpida, era algo demasiado importante—. Ran suele molestarse conmigo porque Sanzu me presta más atención que a él, pero se preocupa por mí, y a pesar de ser tan impulsivo me cuida —recordó también esa vez, en los inicios de Bonten, cuando se encontraban en medio de una balacera y Ran le gritaba abrazándose a Sanzu, tratando de alejarlo de él, ya que decía que el de cabellos rosa era capaz de meterse en el medio y recibir un tiro solo para protegerle, mientras tanto, y sin darse cuenta, cubriéndole para que no lo lastimasen—. Y Koko, pues él es el más cuerdo de todos, me hace entrar en razón cuando me salgo de control, y frena a Takemicchi cuando... —su mirada se oscureció—... cuando quiere hacer algo... ¿incorrecto?, para darme a respetar ante alguien que me haya hecho daño, que me haya hecho sentir mal, o siquiera que me haya mirando demasiado —se enocogió de hombros, y Kazutora se percató de su mano cerrada en un puño sobre las sábanas, entonces suspirando, colocando su mano sobre su hombro.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2022 ⏰

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❝𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒❞ 🔞 [𝐁𝐀𝐉𝐈𝐓𝐎𝐑𝐀𝐅𝐔𝐘𝐔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora