Capítulo 8

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N/A: Pregunta preguntosa que ahorita se me acaba de ocurrir ¿Les gusta las marcas mal hechas?... Que no haya amor solo marca. No sé, siento que eso es peor que la muerte...

No interrumpo más, disfruten el capítulo ✨❤️





Minho barría las hojas de los árbol, imaginando una y otra vez su vida fuera de esas grandes paredes. Una dónde no era concubino de la familia Hwang, dónde jugaba con sus hermanos en el lodo. Donde podía lanzar las hojas al aire.

Una sonrisa traviesa atravesó su rostro, se agachó, recogiendo un puñado de hojas lanzando estás al cielo, creando una lluvia rápida —Whao, diosa luna juega conmigo.

Gritó feliz al ver a la luna en el cielo, parecía que ese día la diosa blanca no iría a descansar porque aún estuviera el sol ella de igual manera estaba en lo alto en el cielo.

Pronto recibió hojas en su espalda, al voltear miró a Hyunjin. Comenzó a reír lanzando por igual.

El omega entro a la casa con una maleta perteneciente al niño, sus pertenencias las había dejado en su casa. Al mirar el departamento suspiró con cansancio, agradeció infinitamente sentirse mal y no caer de nuevo al olor a celo aún andante en el lugar.

La puerta del cuarto de Hyunjin estaba cerrada ahí la risa de Taehyun salia.

Minho abrió las ventanas, rociando productos y supresores de olores. Librando así a su sistema de esa agonía.

Limpio la mesa que están llena de platos y fideos instantáneos. Tiro los envases de supresores vacíos y los que aún tenían los junto en uno solo. Aspiro los sillones no sin antes sacudirlos con una escoba. Hyunjin era un desastre.

—Listo— susurró para prender la lavadora, sintiendo un hueco en su estómago al ver las sábanas que se lavarían. una horcajadas lo atacaron, corrió al baño donde liberó su almuerzo. Cerró los ojos cuando sintió que comenzaría a llorar, de manera brusca con su manga del suéter ligero que llevaba se limpio el resto de este.

—¡Maldita sea!— gritó, seguido de tomar tres supresores más, golpeando de manera inconsciente su estómago.

—¿Estás bien?— del otro lado de la puerta pudo escuchar a Hyunjin hablarle.

—No, déjame— y otra vez esa sensación.

Hyunjin sin permiso abrió la puerta viendo a Minho abrazando el inodoro —¡Sal de hua!— y de nuevo.

Una vez más tomó más supresores. Metiéndose bastantes a la boca, su omega necio no entendía.

—¿Que haces? ¡¿Que maldita cosa haces?!— gritó arrebatando el frasco sorprendiendo al omega y sorprendiéndose él aún más cuando Minho se le fue encima.

—¡Dámelo! ¡Dámelo!— pido cuando Hyunjin lo alejaba de él, poniendo el frasco hacia arriba evitando que por más que se estirará le fuera imposible volver a agarrarlo. Minho estaba enojado.

—Le vas a hacer daño a tu bebé— aquello hizo a Minho detenerse, ya que estaba a nada de trepar a Hyunjin por conseguir los supresores de vuelta —¿Acaso no sientes tu aroma? Tan dulce y hostigante, es obvio que estás embarazado.

Minho comenzó a llorar, tapo su rostro. Dejándose caer ahí. Hyunjin dejo de estirar su brazo haciéndose unos pasos hacia atrás, observando la agonía del omega.

Apenas habían pasado tres semanas del "accidente" y si Hyunjin podía confirmar su estado es porque era cierto.

—Esta bien, no llores— consoló el alfa. Minho negó —Tu bebé estará bien, solo deja de tomar eso.

—¿Mi bebé?— Preguntó enojado, alejando las manos del alfa molestó. Hyunjin comenzó a sobarle la espalda en forma de consuelo —¡Es tu hijo también!

—No, no es mío— aclaró —No puedo garantizarlo de ti.

—¡¿Disculpa?!— preguntó gritando —Dime que es mentira— trato de manera tranquila engañarse, pero esa mirada lo hizo ser cínico.

—Eres un omega, es obvio que eres un libertino, tu olor a café, madera, caramelo da mucho que desear. Eres un omega a final de cuentas, y no me vas a enjaretar algo que no es mío— aclaró, pero al recibir esa mirada se mordió la lengua.

—¿Seguro?— preguntó con una sonrisa sarcástica, suspiró al no recibir respuesta, se levantó de manera lenta temblando del enojo —Esta bien, no quiero que lo nombres como tuyo y mucho menos que tú seas su padre. No mereces ser nada suyo.

—¡Por mi mejor! Un bastardo como...— no siguió hablando, Minho lo había abofeteado. Se sintió herido.

El tampoco quería un bebé, eso era obvio, pero que negará el hecho que él era el padre lo destruía más. En su vida jamás tuvo un alfa y con quién compartió por primera vez cama era un completo idiota.

—¡Papi!— gritó Taehyun, adentrándose al baño donde se aferró a la pierna de Minho comenzando a llorar.

—Shh, perdón. Todo está bien— pronto bajo la guardia, agachándose a la altura de Taehyun quién enseguida abrazo el cuello de su papá, se sintió culpable. Siempre que tenía una discusión con el alfa trataba de hacerlo en privado cuando Taehyun estaba con su abuela o en la escuela, se lamento que el menor escuchará todo —Esta bien, no pasa nada.

—¡Taehyun, sal de aquí!— regaño Hyunjin, quién aún quería gritarle aún más a Minho y desquitar su enojo —¡Puta mierda! ¡Que salgas!—  gritó ya harto de ser ignorado.

—¡¿Quien mierdas te crees para hablarle así a mi cachorro?!— pronto la parte animal de Minho salió a la defensiva, no sin antes tapar los oídos del menor. —Maldito alfa. Es un niño para que se te ocurra hablar con maldiciones.

—Yo soy su padre ¡Su verdadero padre! Tu eres un desconocido que está tomando el lugar de Yongbok— atacó —Tu no eres su padre omega ¡No eres nada ni nadie en su vida!

—¡Yo soy su padre! Tú me dejaste serlo ese día— lágrimas de enojo bajaron por las mejillas de Minho —Yo soy su padre, yo lo estoy criando, yo le estoy dando todo mi amor y cariño. Yo lo estoy educando ¡Yo soy su padre, Yongbok no lo es! ¡EL LOS ABANDONÓ! ¡YO SIGO AQUÍ! YO TE AGUANTO... YO... YO NO  LOS HE ABANDONADO NI ME ROBO A NUESTRO BEBÉ... Yo sigo aquí...

Sin más cargo al menor quién de nuevo comenzó a llorar, sentía temor. Su papi Minho no era así, él era dulce y paciente y siempre quiso a su papi Hyunjin, de una manera tranquila pero lo quería. Nunca se gritaban, aún no fueran esposos o novios, ni siquiera amigos ellos no peleaban frente a él.

—Shh, perdóname, perdón bebé— susurro para mecer al menor —Tranquilo, todo está bien. Perdóname.

Pidió una vez llegaron a la sala, por su mente paso cuando apenas era un pequeño bebé de un año y medio, su primer abrazo —Perdoname, mi niño. Perdón.

Sin más comenzó a llorar con el menor, de alguna manera tenía que sacar el enojo y dolor en su corazón.

—Ya estás en edad de compartir cama con mi hijo— la omega Hwang se abanicó mientras veía a Minho, quien mantenía la cabeza agachada. Había pasado su primer celo de la peor manera.

Sin supresores, dejando que el calor lo invadierá y estando sólo en todo momento. Había corrido suerte de no morir.

—Mi señora, pido dejarme solo mi siguiente celo. Aún no soy fuerte para llevar en mi un nieto suyo, le suplico más tiempo— lágrimas silenciosas bajaron por su rostro.

—Tonterías, yo a tu edad venía pariendo a Hyunjin, no hay justificante. Hoy mismo comenzarás a compartir habitación hasta que cargues un bebé dentro de ti— sentenció.

Minho bajo la cabeza, sabía que no era del gusto de Hyunjin. Que lo despreciaba y compartir habitación solo traería problemas.

Porque sabía de sobra que Hyunjin no lo amaba.  

Lazo Maternal [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora