Zenitsu Agatsuma practicaba su declaración a la chica que le gustaba, Nezuko Kamado, según él todo era perfecto nada podía salir mal.
Entonces...si nada podía salir mal, ¿Por qué termino estando en una relación con Tengen Uzui en lugar de Nezuko Ka...
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Zenitsu Agatsuma, estudiante de segundo año en la Academia Kimetsu. Cabellos de oro con ojos de color ámbar, lindo.
Cómo cualquier personas normal, comienza la etapa del enamoramiento y llegan los síntomas: mariposas en el estómago, te sudan las manos, empiezas a balbucear cuándo estas con su presencia.
Eso mismo había sentido Zenitsu en la presencia de Nezuko Kamado, hermana menor de su mejor amigo Tanjiro Kamado, así que como cualquier suceso romántico normal el rubio decidió confesar sus sentimientos.
− Por favor Nezuko...¡arg! ¿Por qué es tan difícil?
Aunque primero debía practicar la confesión, en algunos casos los nervios pueden ser traicioneros.
A todo esto, el estaba practicando en un salón vacío, todos estaban en descanso así que nadie estaría en un salón.
Después de varios intentos ya cansado un poco y con la garganta algo seca por fin pudo decir la palabras que deseaba.
− Por favor, Nezuko Kamado
¡Pum!
La puerta se abrió ruidosamente enfrente del pequeño rubio.
−¡Sal conmigo! −
Zenitsu creía que nadie estaba por los pasillos y salones pero al parecer se equívoco, una voz masculina y más grave contesto.
− Que confesión más inesperada, pero debes esforzarte más y hacerla más extravagante. Acepto tu propuesta, pequeño. −
Tengen Uzui, el chico que menos esperaba que estuviera ahí en el momento menos indicado.
Todo se había ido a la mierda... junto con el orgullo del pequeño Zenitsu.
El albino salió del aula después de tomar un cuaderno que seguramente había olvidado, dejando a un congelado Zenitsu ahí dentro.
Después de reaccionar ante la situación, Zenitsu salió en busca de sus mejores amigos para contarles la tragedia que había ocurrido.
Aunque recorrió casi media escuela, lo encontró junto a Inosuke Hashibira, otro gran amigo de él, conversando un poco alejados de los demás.
−¡Tanjirooo!
−¿Zenitsu? ¿Sucedio algo malo? ¿Por qué lloras?
−¡Monitsu! ¡Deja de llorar como niña!
−¡Inosuke! No seas grosero.
Terminó de relatar su fallida práctica de confesión, en ese momento había tocado la campana para regresar a clases.
Inosuke iba en otro salón así que se separaba de ellos hasta la hora de salida. Zenitsu y Tanjiro caminaban a su aula mientras el pelirrojo tranquilizaba al rubio sobre su situación.
- Zenitsu, te aseguro que no se lo tomó en serio. Tan solo quiso avergonzarte.Habló con su amabilidad que lo caracterizaba el pelirrojo a su amigo rubio que se encontraba haciendo drama en medio del pasillo.
- ¿Estás seguro, Tanjiro?
-¡Claro! ¿Por quién me tomas, Zenitsu?
-JAJAJA, tienes razón.—En ese momento sonó la campana, recordando que aún tenían clases.— Hay que correr antes de que nos cierre la puerta el profesor.
-Si, anda corre, Zenitsu.
Luego de correr antes de llegar a la puerta Zenitsu había chocado con una persona más alta que él.
-Una disculpa, no me fi-
-Mi querido novio, ahí estás. No te encontré en el descanso.
El peliblanco habló mientras el rubio se quedaba quieto en su lugar.
Tengen se agacho un poco —por la diferencia de altura— al rubio para dejarle un pequeño beso en la comisura de los labios e ir se a su salón.
-Nos vemos luego, pichoncito.
Que lindo el amor joven, ¿no?
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