Confío en criar niños para mejorar [usando libros]

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Ye Susu se disculpó con el pequeño cachorro presa del pánico y respiró hondo cuando escuchó el sonido de la misión en su oído.

¿Está el cachorro de mal humor ahora?

Miró a Ye Xunzi con una conciencia culpable, y la mano que quería tocar su pequeña cabeza se encogió vacilante.

"Cub, estoy... sin dormir"

Ella no cambió su posición para dormir después de tantos años.

"En el futuro, cuando me haga rico, te compraré una cama separada".

Al día siguiente, el cachorro casi lloró debido a la posición para dormir. Ye Susu se cubrió la frente, sintiéndose llena de culpa.

Pensando en el miedo que el cachorro le tenía ayer, temía que él sería aún más infeliz si volvía a patear al cachorro ahora.

Solo pudo morderse el labio y sonreír a modo de disculpa.

"Te haré el desayuno"

Ye Xun bajó la cabeza, agarró la colcha con sus pequeñas manos y no dijo nada.

No fue hasta que Ye Susu se levantó y se apresuró a lavarse que se quedó mirando la pared en blanco y amarillenta por un rato, y los ojos negros de Grape finalmente revelaron una pizca de tristeza indeleble.

Cuando se despertó por la mañana, sintió que su pecho estaba un poco pesado, y cuando miró hacia los lados, descubrió que el brazo de Ye Susu lo envolvía, cayendo sobre su cuerpo.

En ese momento, su respiración casi se detuvo y sintió que su pequeño corazón estaba a punto de salirse de su garganta.

Resulta que a este sentimiento de ser abrazado por mami se le llama 'muy feliz'.

Lo supo por primera vez.

Antes, Ye Susu nunca haría esto.

Incluso si dormía por la noche, estaba separada de él por dos camas, y todas las mañanas, cuando se despertaba, se mantenía alejada de él.

Inmediatamente contuvo la respiración felizmente, con cuidado de no atreverse a darse la vuelta, por miedo a despertar a Ye Susu.

Sin embargo, no tardó mucho en despertar.

Ni siquiera tuvo tiempo de cerrar los ojos y fingir estar dormido, cuando la vio despertarse, tomó el brazo 'sosteniéndolo' con horror, ¡y toda la persona quería huir!

A ella todavía no le gusta...

Ye Xun bajó los ojos, decepcionado y triste, todo escrito en su carita deprimida que parecía estar perforada.

Incluso después de que Ye Susu se lavó y entró en la habitación para preguntarle cuántos pescados pequeños secos quería comer, sacudió la cabeza con desánimo.

"Cachorro..."

Ye Susu trató de hacer feliz al cachorro con pescado seco, pero no funcionó.

Ye Xun se levantó lentamente de la cama, bajó la cabeza y dobló su pequeña colcha obedientemente.

Detrás del pequeño, parece haber un círculo de sombras sustanciales.

Como culpable, Ye Susu no se atrevió a entrar en absoluto y estaba muy ansioso.

Después de finalmente esperar a que el cachorro terminara de cepillarse los dientes, Ye Susu lo saludó sonriendo con las gachas, abrió el último huevo duro para él y lo colocó sobre la mesa.