Confío en criar niños para mejorar [usando libros]

133 Palabras de amor terrenal

 "¿Son dos?"

Ye Susu no pudo evitar preguntar cuando escuchó la voz.

En la habitación, Li Jun estaba agachado para recoger el teléfono que se le había caído de la mano, cuando escuchó las palabras, su cuerpo se conmocionó.

Era la primera vez en tantos días que estaba tan cerca y escuchaba su voz.

Parecía estar descansando muy bien, la voz suave original era nítida hoy, hermosa y discreta.

No es el sonido distorsionado y amortiguado que sale del micrófono del teléfono móvil de la transmisión en vivo, ni el sonido lejano que se escucha a través de una o dos paredes, al alcance de la mano.

Estaba sosteniendo el teléfono, y antes de ponerse de pie, la sangre de todo su cuerpo se precipitaba hacia su frente.

No se atrevió a escuchar la transmisión en vivo por mucho tiempo en estos días, por temor a que si escuchaba la conversación entre madre e hijo, no pudiera evitar caminar hasta la puerta de al lado.

Incluso, tenía miedo de que les daría cosas ilimitadas, y cada vez que escuchaba que les faltaba algo, quería dar algo.

Pero sabía que, incluso si Song Yiran no tenía dudas, la madre y el hijo tarde o temprano se sentirían incómodos al ser observados.

Soportó y solo se permitió escuchar la transmisión en vivo durante una hora al día.

Sólo necesita saber que el niño y ella viven bien, que no está triste ni preocupado y que está tranquilo.

Pero ella no esperaba que hoy caminaría por la puerta de al lado y le daría sopa de pescado.

Li Jun sostuvo la esquina de la mesa, se levantó lentamente y contuvo la respiración.

Esa bonita cara de niña, así como un par de ojos de agua limpia, aparecieron instantáneamente en su mente.

No lo he visto en una semana, pero está grabado hasta el hueso.

"Ah, resulta que tengo un amigo que vive conmigo", dijo sabiamente el asistente masculino junto a la puerta.

"No es nada, cerraré la puerta primero", Li Jun en la habitación frunció el ceño.

Ye Susu fuera de la puerta incluso frunció el ceño, siempre sintió que algo no estaba bien.

Pero asintiendo, tomó el cuenco vacío y se alejó.

Justo cuando se dio la vuelta, se detuvo de nuevo, volvió la cabeza rápidamente y respiró hondo por la rendija de la puerta.

El olor es definitivamente diferente al de la hierba gatera anterior...

pero si es una combinación de los olores de dos personas, tiene sentido.

"¿Alto y fuerte?"

susurró tentativamente.

"¿Eres tú?" En la habitación, la suave voz golpeó el corazón de Li Jun.

Sostenía el teléfono y le temblaban los brazos.

"Señorita, no hay nadie que conozca aquí", el asistente masculino estaba un poco indefenso.

Hizo todo lo posible para ocultar su conmoción y admiración por la belleza de la chica de al lado en este momento, pero ahora no tiene más remedio que arruinarlo.

Dio un paso adelante y tristemente extendió su mano para bloquear a Ye Susu.

"Lo siento, es un espacio privado, no puedes entrar." La cara del asistente masculino era muy formal, pero estaba muy confundido.