7 Este hombre ha vuelto...

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  Las palabras de Ye Susu hicieron que el hermano intermediario no pudiera responder.

"La señorita Ye es realmente graciosa", el hermano pequeño era muy hablador, estuvo de acuerdo con una sonrisa y subió a tocar el timbre.

El jardín de Haitang es digno de su nombre.

Frente a la entrada principal de la casa unifamiliar, hay un letrero de madera tallada, el patrón en él es la Begonia Yanli en flor, y el número '18' está grabado.

Las tenues luces amarillas de las calles alrededor y las tapas de las alcantarillas en el suelo están ahuecadas o talladas al estilo de las begonias de las cuatro estaciones, y las flores son prósperas.

Las primeras filas de edificios residenciales son todos edificios de gran altura con más de diez pisos.

Sólo esta última fila es una pequeña vivienda unifamiliar dúplex.

No. 18, cerca del pequeño canal artificial excavado en la comunidad, ubicado en el extremo sureste, el ruido del camino exterior parece estar aislado lejos, silencioso y silencioso.

Ye Susu agarró la pequeña manga de Ye Xun y miró a su alrededor, no satisfecho.

 " Cachorro ", el ambiente parece ser bueno. Es más hermoso que todas las casas en las que he vivido antes Se ve mejor que un jardín de infantes aquí, pero ¿es más barato que la casa en la que viven ahora? Era joven y no sabía mucho.

 Pero pensando que los carteles de alquiler y las cifras de precios que vieron en la tienda antes eran más caros que esto, los ojos negros estaban un poco aturdidos. Justo cuando estaba pensando en ello, la cerradura electrónica de la puerta se abrió con un pitido. El intermediario fue muy profesional y sacó su bolso con una sonrisa. 

 "Traje una funda desechable para zapatos, y todos ustedes usan un par", Ye Susu la tomó apresuradamente y quería buscar su memoria, pero al ver que el hermano pequeño era hábil para usarla, inmediatamente siguió su estilo y puso póngalo de manera estricta en sus propios zapatos.

Después de aprenderlo, se inclinó para ponérselo a los pequeños cachorros que la rodeaban.

Pero tan pronto como extendió la mano, la esquina de su ropa fue jalada suavemente.

Bajó la cabeza y vio que el pequeño estiró sus dedos blancos y lo enganchó ligeramente en su manga, los ojos de fénix de uva estaban un poco inquietos.

"¿Qué pasa? Entremos y salgamos"

Ye Susu pensó que tenía miedo de la vida.

Pero pensó que vivir con personas en el futuro requeriría que el cachorro se acostumbrara, apretó los dientes y decidió ejercitar la personalidad antisocial del cachorro por adelantado hoy.

Nanny no tiene tanto miedo a los extraños.

"Si tienes miedo, agárrame la cola... tos, agárrame la mano, ¿sabes?"

Ye Xun quería decir que el precio de esta casa es un poco anormal, tal vez sea el malo que dijo el maestro... pero hace frío Fue atacado por la suave voz natural de Ye Susu.

El pensamiento lógico en la cabeza pequeña de repente se derritió en esta cera blanda.

Sus ojos preocupados se posaron en las manos delgadas de Ye Susu, y las capas colapsaron.

Mami, que le agarre la mano...?

Se sobresaltó.

En este momento, Ye Susu tiró de su manga y no tomó su mano.

Confío en criar niños para mejorar [usando libros]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora