Confío en criar niños para mejorar [usando libros]

Después de la generación 100

¿Ascensión al mundo de los demonios? (fantasía parcial, no me gusta ser cauteloso)

Ye Susu sintió que no tenía remordimientos en su vida número 100.

Finalmente se durmió.

Sin saber qué tipo de enfermedad tenía, comenzó a quedarse dormida todo el día y fue al hospital para que la examinaran, pero los resultados fueron buenos y el médico no pudo decir por qué.

Pero Ye Susu todavía sentía la extrañeza de su cuerpo.

Antes rara vez soñaba, pero ahora después de caer en un sueño profundo, comenzó a tener todo tipo de sueños extraños, a veces se trataba de su mundo en el 99, a veces parecía que no era nada, pero siempre había una voz llamándola en el sueño.

Suena como hierba gatera.

Era raro que se despertara más tarde, y cuando despertaba le decía con una sonrisa, no la sigas llamando al oído cuando estaba durmiendo.

Cada vez que podía ver la cara del hombre cada vez peor, pero al final accedió.

Ella pensó que estaba bien.

"En realidad... tengo un secreto..."

"Hace mucho tiempo, todos me enviaron lejos..."

"Siempre me sobrevives".

No hay nada de malo en eso.

Ahorre su preocupación y esfuerzo, y no tiene que terminar solo.

Los que se van primero son más felices.

Lo único que lamento es que Ye Susu no vivió para ser un mortal de 100 años.

Ella también tiene muchas opiniones sobre esto.

En privado, se quejó de este sistema de cultivo de demonios más de una vez.

Era ágil cuando se lanzó la misión antes, pero solo tiene unos pocos años y se ha rendido, y sospecha que se está quedando sin energía nuevamente.

Esta transformación no tiene solución, solo puede hacer que su cuerpo vuelva a ser polvo y polvo a polvo.

¡Estos tres productos no matan a un gato!

Ye Susu no se reconcilió, al ver la expresión ansiosa, triste y duradera del hombre frente a ella, sintió que le dolía el corazón.

"No estés triste."

"Tal vez nos encontremos cuando seas viejo y estés muerto".

Ye Susu vaciló, pero aun así habló.

"Si hay una próxima vida, seguiré siendo tu gatito..."

Obviamente estaba mareada y su conciencia estaba a punto de volverse borrosa, pero cuando dijo esto, todavía era un poco tímida como una niña y sintió que sus mejillas estaban a punto de arder.

Y también vio el parpadeo en los ojos negros del hombre cuando escuchó esta frase.

"es bueno."

El hombre le apretó la manita con fuerza.

Una luz brillante como el día brilló frente a los ojos de Ye Susu. Tenía dolor de cabeza y ni siquiera podía mirar al frente, por lo que solo podía volver a dormirse profundamente.

"¡Mami, despierta! Dijiste que siempre te quedarías conmigo... Dijiste que yo era tu cazador de tesoros..."

"Woooooo, el gato quiere mami, mami..."

"Susu... Dijiste que siempre serías mi gatita".

Hay muchas de esas voces resonando en sus oídos todos los días.