Extra 7

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Extra 7: Soy feo no mires

Li Jun fue golpeado por un objeto pequeño en la espalda y cayó al suelo.

Quedó atónito en el acto.

Quería mirar hacia atrás y mirar detrás de él, pero de repente le pisaron la espalda.

Se sentó durante un día y algunos músculos tensos de la espalda de repente se sintieron relajados.

Pero solo se distrajo por un segundo, luego se volvió de nuevo.

Pero esta vez, la voz del teléfono llamó su atención.

"Ah, el padre de Ye Xun, Susu..."

La voz de Xia Lemon era un poco suave, escucha con atención y siéntete un poco culpable.

Li Jun estaba levantando las cejas, pero hubo otro golpe por detrás.

Déjalo gemir en el acto.

Xia Lemon escuchó claramente este sonido repentino al otro lado del teléfono y se puso alerta.

"¿Papá Ye Xun? ¿Qué te pasa, qué estás haciendo? ¿Hay alguien a tu lado?"

Xia Lemon es un loco que protege a las novias.

Al escuchar la voz extraña de este tipo de hombre, no pudo evitar estar nerviosa y era propensa a pensar torcidamente.

Originalmente, todavía era un poco culpable, pero inmediatamente cambió de actitud e interrogó a Li Jun.

Li Jun no sabía si reír o llorar, pero quería hablar, "Yo... um..."

A mitad de camino, hubo otro salto detrás de él, haciéndolo asfixiar, incapaz de pronunciar una oración.

Para otros, este sonido es muy extraño.

Li Jun también se arrugó las cejas y dijo simplemente: "Lo siento, llamaré más tarde...".

El pequeño grupo detrás de esta vez no hizo ningún problema, déjalo terminar la oración.

Sin embargo, cuando extendió la mano para agarrar al pequeño detrás de él, se quedó atónito.

Y el gatito bicolor color crema en su espalda, que se freía nerviosamente, lo vio colgar y dejó escapar un suspiro de alivio.

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Inmediatamente, se rascó la espalda con sus pequeñas patas en guantes blancos para mostrar su elogio.

Han sido marido y mujer durante algún tiempo.

Ye Susu siempre ha sido valiente. A diferencia de las damas comunes o de algunas chicas conservadoras y tímidas, ella puede liberar completamente su naturaleza cuando apaga las luces.

Se atrevió a estirar sus garras y rascar y tocar un conjunto completo de partes de Li Jun.

Hoy, Li Jun no solo sabe muy bien qué rutinas le gustan por la noche, sino que también sabe exactamente qué lugares lo dejan sin aliento.

Por ejemplo, ahora, ella elogió y agarró su espalda, que resultó estar en su fuerte dorsal ancho.

Pero en tiempos normales, puede seguir el ritmo del reloj.

Ye Susu estuvo bien hoy.

No había manera, porque en la habitación privada de los dos, el sol se estaba poniendo, la noche se fue oscureciendo poco a poco, y las luces de la calle afuera se encendían de a dos y de a tres.

Confío en criar niños para mejorar [usando libros]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora