Yelena caminaba por aquel cuarto manteniendo su mente en blanco. Estaba aburrida y lo único que la entretenía era jugar a las cartas con Onyakopon, u oír al comandante Pixis narrar sus historias de juventud.
Pero todo eso no era lo suficiente. Ella necesitaba ver a Ruby.
Necesitaba escucharla, su risa, su voz, incluso los insultos que arrojaba a cualquier persona a su alrededor, pero Yelena estaba segura que necesitaba que Ruby estuviera a su lado. Más aquello no podría llegar a cumplirse, la menor tenia deberes importantes que hacer, y, aunque la misma quisiera lo mismo que la rubia, era completamente imposible que se le cumpliera.
Ambas eran de mundos distintos, eso estaba claro y era eso lo que más le gustaba a Yelena.
ㅡ ¿En qué tienes tu cabeza rubia?ㅡ La voz de su acompañante la despertó de aquel pequeño transe en el que estaba.
ㅡ ¿Alguna vez dije que me atraen las mujeres rudas? ㅡ ignorando la pregunta de aquella persona, Yelena se recargo sobre la ventana mientras que su mirada se fijo en la castaña que yacía a un lado del capitán Ackerman.
ㅡ ¿Te atraen las mujeres rudas... O te atrae mi Ruby? ㅡ Hange se cruzo de brazos levantado las cejas juzgando levemente a la mujer.
ㅡ ¿Qué planeas?
ㅡ ¿Yo? Nada.
Mentira.
Aquello era una cruel mentira por parte de Hange, pero su forma de manipulación lograba convencer a Yelena en absolutamente todo. Pues, que Hange llevara a Yelena a casa de Ruby no fue plan de ella, sino que del comandante Pixis.
"ㅡ Hay una forma de buscar la debilidad de Yelena ㅡ dijo aquel mayor llevando el vaso de tequila a sus labios.
ㅡ ¿Cual? ㅡ Levi se cruzo de brazos mirando con su monótono rostro a aquel anciano.
ㅡ Ruby... Yelena muestra mucho interés por aquella niña...
ㅡ No. No voy a dejar que esa mujer toque a mi Ruby ㅡ la voz de Hange fue ruda y firme, no podía siquiera imaginar que alguien mas besara a la chica que ella tanto anhelaba tenerㅡ Ella no va a estar cerca de mi...
ㅡ Hange ㅡ Levi apretó el brazo de su comandante tratando de tranquilizar el ambiente ㅡ Odio admitirlo, pero es lo único que podemos hacer para saber las intenciones de esa bruja, ¿Crees que pondría en peligro a mi sub-capitán?
ㅡ No me gusta su plan."
La mirada fastidiosa de aquel comandante se posaba sobre las facciones de Yelena.
Sus ojos brillaban, y una juguetona sonrisa se asomaba por aquellos finos labios que recorrieron alguna vez la cálida tez de la joven Kirisame.
Y aquel pensamiento llenaba de envidia y odio a Hange.
¿Por qué no ella? ¿Por qué Ruby no puede ser solo de ella?
Sus egoístas pensamientos jugaban en su contra, y aunque Zoe no quería pensar sobre ello, aún así la imagen visual de Ruby yacía presencia en su retorcida mente.
ㅡ ¿A que se debe su silencio comandante? ㅡ La molesta voz de Yelena despertó a Hange de la disociación en la que se encontraba.
ㅡ Ruby...ㅡ comenzó a contar ignorando rotundamente la pregunta de la rubia, como ella lo habia hecho al comienzo ㅡ Ruby mato mucha gente años atrás, muchos titanes, se podría llegar a decir que Ruby es una de las mejores. Claro, sin superar a los Ackerman, mejores guerreros que ellos dos no hay, pero Ruby, ella si que sabe pelear.