La leyenda

18. Recuerdos y más:

                          Aurora:

En el momento en que lo escribí, él me miró a los ojos.
Puso la libreta en el suelo, me agarró de la mano y me volvió a mirar.
Me aproximé a él, cogí su otra mano y acercamos nuestras caras.
Poco a poco nos íbamos acercando hasta que, por fin, pude acariciar sus labios con los míos.
Me besó. Él fue el que se acercó un poco más y nos besamos.
Fue muy bonito y especial. Cuando ya nos cansamos, él se alejó un poco de mí y habló.

                          Jack:

Leí lo que puso en la libreta. "Un beso". Estaba seguro que ponía eso, así que lo primero que hice fue mirarla a los ojos. Después, cogí la libreta y la dejé en el suelo, para que no molestara.
La agarré de la mano y la volví a mirar. Ella se acercó a mí, me cogió la otra mano y nos acercamos más.
Cuando nuestros labios se rozaban, decidí besarla. Lo hice y ella me siguió el beso.
Ése beso fue muy especial, cuando ya paramos, me alejé un poco y dije:
-Me gustas mucho y me ha encantado ese beso, ¿Cómo te sientes?
-Tú también me gustas y me siento genial, tú y yo... no sé, ¿Qué hacemos?- preguntó dudosa.
No sabía contestar, puse cara rara. Si no contestaba a lo mejor explicaba mejor la pregunta.
Mi plan funcionó, al instante me lo explicó de otra forma:
-Me refiero a... ¿Qué somos?
¿Tendremos más citas? O... ¿Qué?

Ahora lo entendí, todavía no sabía nada sobre pareja pero aún así contesté.
-Yo pienso que podemos salir unas pocas veces más y después... Podríamos llegar a ser algo, si quieres.
Ella asintió y cogió la libreta.
-Sería mejor que borre lo que he escrito o mí hermana me preguntará - río y cogió una goma y empezó a borrar las palabras que iniciaron con ello.
Segundos después, me aburría y me dicidí por volver con el resto y ayudar.
-Me voy a la mini casa, ¿Te apetece ir conmigo?
-Sí, gracias.
Llegamos a la mini casa.

Todos estaban recogiendo todo mientras hablaban y me acerqué a mis hermanos, los cuales estaban hablando mientras reían.
-Hola chicos. ¿Cómo os va?
-Genial, ¿Por qué te fuiste? Se está muy bien aquí- preguntó Raven, mi hermana, que tenía un vaso en la mano.
-Sólo quería estar tranquilo, es agradable el ambiente en el exterior.
-¿Sí?- preguntó la misma con tono burlón- A mí me gusta la fiesta y divertirme.
Ella bebió de su vaso y se acercó a mí.
Me habló al oído.
-He visto que estabas con Aurora. ¿Qué tal? ¿Ya os disteis un besito o sois muy cobardes?
-Estamos bien y no somos cobardes.
Ella es una buena persona y sí, nos hemos dado un beso, uno muy bonito- dije con tono enfadado en su oído.
-Vale. Oye, no te enfades, sólo me gusta saber- dijo con un tono inofensivo.
-¿Qué decís?- preguntaron Jane y Brayden a la vez.
-Nada, es secreto- dije con seriedad.
Ella, Raven, no dijo nada, se puso a reírse y habló con otros invitados.
Cuando ya recogimos toda la casa, fui a buscar a las hermanas.

Aurora charlaba con Cristian y además con Helena.
-Hola chicas. Ya terminamos de colocar. Creo que os tenéis que despedir- dije con tono amable.
-Sí. Ahora vamos- contestaron.
Las dos se despidieron de todos y ellas y yo fuimos a la cabaña.
-Puse mucha música, ¿Verdad?- comentó en medio del camino Aurora.
-Sí, pero molaba- dijo Helena.
Llegamos por fin a la cabaña y nos fuimos cada uno a nuestra habitación.
Yo, cogí mí diario, el cual estaba en un cajón secreto y me puse a escribir mi día y sobre todo... el beso.
"Por fin me dí un beso con Aurora, fue maravilloso y a la vez era especial.
Fue una de las mejores experiencias en más de 10 años"- escribí en mí diario.
Cuando me di cuenta, miré la hora. Las 23:30, un poco tarde, así que me fui a la cama y me dormí.

Fue un suelo muy bonito:
Estaba escribiendo en mí diario y apareció Aurora. Me preguntaba qué hacía y yo respondía que escribir el mejor beso que tuve en mucho tiempo.
Ella me dió un abrazo y después de eso... No lo recuerdo muy bien.
Las imágenes volaron por la cabeza.
Ella cogió mí diario y escribía más sobre el beso y planes futuros conmigo.
Eso es lo que ocurrió después...

                       * * *

Mientras  todos los habitantes del bosque vivían allí, en una casa, lejos del bosque, estaban Ben y Layla, los padre de las hermanas perdidas.
Ellos despertaron tranquilos, desayunaron y cuando iban a sus trabajos, Ben se fijó en una foto de las dos hijas que tenían.
Él recordó un dato muy importante del día que era y llamó a su mujer, la cual estaba peinándose.
-¡Amor! Ven aquí un momento...
Me acabo de acordar de una cosa- alzó un poco la voz.
Poco después, Layla apareció en el salón, donde estaba la foto.
Él miró la foto y ella lo siguió con la mirada.
-¿Sabes qué día es hoy?- preguntó él recordando el día.
-El cumpleaños de nuestras hijas- contestaron ambos al unísono.
-Las hecho de menos- dijo Layla tristemente- recuerdo que siempre, en su cumpleaños, las dos se ponían a cantar una canción todo el día y no paraban- siguió contando Layla recordándolo tristemente.
-Sí. Qué recuerdos cuando las dejábamos organizar una fiesta a partir de los 13- dijo Ben recordando y se acordó de la edad que iban a cumplir hoy- Oh, no. No puede ser. Hoy iban a cumplir 18. ¡Iban a ser mayores de edad!- dijo más triste.

Se miraron tristes pero después tuvieron que ir a trabajar.
Todo el día ellos estuvieron pensando en ellas, en todos sus cumpleaños felices y sus regalos más valiosos.
Cuando llegó la noche, Ben cocinó algo en honor a ellas.
Siempre comía en su cumpleaños hamburguesas con salsa caseta y patatas fritas.
Él cocinó todo ello y Layla, al ver toda la comida se la escapó una lágrima, la escondió pero Ben sabía muy bien lo que le había pasado.
Ellos cenaron recordando todas las hazañas divertidas de ellas.
-Una vez- comenzó a decir Layla- cuando tenían 12, estaban cantando una canción, y a Aurora, la más romántica- se rió un momento- dijo que en un futuro se la dedicaría a alguien y que la pondría en su boda- terminó de contar la historia- Helena creo que pensó lo mismo pero no dijeron nada. Para mí, creo que a ella la gustaba alguien.
Nunca lo dijo, ya sabes, apenas tuvo pareja- recordó Layla a Ben.
-Sí. Ella sólo estuvo con una vez con un chico. Era muy alto y súper majo pero...
No terminó de hablar porque Layla terminó de contárselo:
-Se tuvo que ir a las afueras de la ciudad, por un trabajo del instituto y no volvió- recordó con tristeza Layla- por eso rompieron.

Cenaron y comentaron más sobre ambas hermanas y después se pusieron a hablar con unos padres de sus hijas por videollamada, para hacer un honor al día de su cumpleaños.
Terminaron la llamada a las tantas de la mañana pero había merecido la pena, habían recordado y no había sido doloroso ni tan triste como esperaban.

(Esta canción es la del recuerdo de Aurora que quería dedicar en un futuro)

¡Hola lectores! ¡¡¡Ya hay un beso entre Aurora y Jack!!! ¿Qué os ha parecido? Y los padres recuerdan sus cumpleaños e historias muy divertidas de las hermanas...
Bueno, que disfrutéis leyendo el próximo cap porque se avecina el caos, lo digo enserio.
¡¡Bye!!