8. El mundo submarino:

18 5 26
                                    

Un día nuevo llegó, hoy las hermanas, Jack y los vampiros visitarían el mundo submarino.
Helena ilusionada, se despertó temprano y como no podía dormir, decidió levantarse.

Nadie más se había levantado, así que hizo un desayuno sorpresa: frutas frescas, leche, galletas y tostadas.
Ella empezó a preparar cada plato, poco a poco, empezó por las frutas frescas, luego galletas, leche sin calentar y finalmente las tostadas, aunque no bronceadas todavía.
Ya había preparado todo, se sentó en el sofá y segundos después apareció su hermana y Jack riéndose

-Buenos días, señores. Os he preparado un desayuno exquisito. Sentaos porfavor.
-Buenas, muchas gracias chef- contestó Jack riendose y asintieron.
-Madame, aquí tiene- Helena la entregó la taza de leche y una tostada a su hermana.
-Monsieur, tome- hizo lo mismo con Jack.

Helena se sentó cogiendo su taza. Tomó un sorbo y cogió una fruta. Todos comieron todo, apenas sobró.
-Está exquisito, cocinas muy bien- la felicitó Jack encantado.
-Gracias
Poco después Jack recogió la cocina, mientras las chicas se fueron preparando para quedar.
-No sé que ponerme, no hay mucha ropa- dijo Aurora triste.
-Lo sé, voy a preguntar a Jack si hay más.

Sin decir nada más, Helena fue en dirección a la cocina:
-Jack, una cosa. Por casualidad,¿No hay más ropa para nosotras?
-Ojalá, pero por desgracia no he encontrado más, podéis poneros lo que os lavé ayer, si no os importa, claro.
-Vale,¿Lo dejaste...?
-En el baño
-Vale, gracias

Helena se dirigió al baño, donde había un par de vaqueros con dos camisas, una gris y otra azul.
Las cogió y entró en su habitación.
-Jack nos lo lavó ayer, dice que podemos usarla.
-Bueno... Que se le va a hacer.
Sin más que decir, se cambiaron y se peinaron. Helena se hizo una coleta alta y su hermana una trenza de medio lado.
Segundos después Jack dijo:
-¡Chicas! ¿Ya estáis?- levantó la voz.
-Sí, sí. Ahora vamos- contestaron.

Jack las esperó sentado en el sofá y de repente aparecieron:
-Bueno...¡Estáis expléndidas!
-Gracias
Él cogió las frutas mágicas y se fueron en dirección al castillo. Cuando llegaron, él llamó a la puerta y segundos y la abrieron. Enfrente de la entrada estaba Blake, con su típica sonrisa.
-Buenas, buenas ¿Qué tal?- saludó el mismo
-Bien, ¿Podemos pasar?- preguntó Helena
-Tal vez, decid la contraseña- sonrió
-Blake- respondió Jack
-Correcto, adelante.

Entraron, a la derecha de Blake estaba Angel, un poco enfadado y dijo:
-Deja de jugar Blake, sé más amable porfavor- le dijo a su hijo- Por cierto, buenos días, ya sé el motivo de su visita, espero que disfruten. Ahora vendrá Medeline y Cristian.
Las hermanas conversaron un rato con Blake y Jack, segundos después aparecieron los que faltaban.
-Buenos días, perdón por la tardanza, bueno...¿Nos vamos?- saludó Cristian
-Por supuesto- contestaron las hermanas.

Todos salieron del castillo y se encaminaron hacia el lago.
Blake hablaba con su hermana mientras que Helena charlaba con Cristian y Aurora con Jack. Tiempo después, llegaron a su destino:
-Ya estamos-habló Blake
Los demás asintieron.
Jack repartió una fruta a cada uno y se la tomaron.
A continuación, empezaron a sumergirse, primero Jack, seguido de  Aurora, después su hermana, Blake y por último Medeline. Todos siguieron a Jack, nadaron, nadaron y nadaron hasta que el guía se desvió, fue al otro lado del castillo submarino y todos le siguieron.

Llegaron a una mini ciudad submarina. Las casas tenían forma de coral, también había peces de todo tipo y como no, sirenas y tritones.
Algunos en sus casas u otros paseando y divirtiéndose.
-¡Es alucinante! Parece un sueño- exclamó Aurora sorprendida.
-Ya te digo- respondió su hermana, que tampoco se lo creía.
-Venid, hay un barco en lo último de la ciudad- ordenó Jack

La leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora