Era un 14 de septiembre... dulce septiembre, el verano estaba pronto a terminar, no obstante, el clima de aquella alemana isla decidió seguir con sus cálidos y serenos climas veraniegos. Las calles estaban vacías debido al horario en el que se situaba ya la noche, lo cual no supondría un problema en lo absoluto para el capitán Fischer, es más, era exactamente lo que necesitaba en este momento, un tiempo a solas con su marinero... pero no cualquiera, debía ser precisamente ese marinero, Ares. Sin embargo, Skorpio no ignoraba el peligro que suponía esta situación... una noche, solo con Ares bebiendo algo de alcohol, sabía que tenía algo que temer, sin embargo no sabía exactamente el qué... solo tenía un instinto de protección, quizás su crianza, quizás su instinto... podría ser cualquier cosa a este punto. Ares por su parte, siempre estaba feliz de poder tener tiempo con su capitán, desde que se volvieron más cercanos... sentía una satisfacción inmensa cuando lo veía acercase voluntariamente a él para saludarlo, darle la mano o simplemente intercambiar breves palabras. Esto por supuesto no lo demostraría, su mirada era la misma, sus gestos eran los mismos, sus palabras, muletillas, él era el mismo... quizás hasta esta agraciada noche de verano. Debajo de aquel cielo oscuro infectado de estrellas se encontraban cerca de ellos, acompañado como una dulce danza de la Luz proveniente de una vela entre ellos. Hablaban de temas triviales, no muy relevantes, sin embargo ambos disfrutaron la estancia.
[Skorpio's pov]
Algunas personas dirían que era el paisaje preciso para definir una cita informal, pero esa mierda era demasiado gay para mi. Estaba tranquilamente tomando un trago de ron, al beberlo pude sentir como el líquido bajaba por mi garganta, haciendo esta arder. Me encantaba ese sentimiento, pero creo que se ha intensificado demasiado en las últimas 2 copas... ¿Será culpa de él? No, no lo creo, es estúpido pensar que ese canalla podría igualar el calor que me hacía sentir el alcohol... ¿Verdad? Ahora estaba mirándolo mientras bebía una de sus copas. Podía ver como el líquido pasaba por su masculina y voluminosa tráquea. No pude evitar imaginármelo de nuevo haciéndolo una vez más, esta vez más cerca mío... quizás demasiado. Esto debe ser efecto del alcohol, me pongo muy sentimental y... empiezo a pensar cosas extrañas. Pensé por un que esta sería la oportunidad de entender lo que sea que esté pasándome. —Ares...— llamé a su nombre en el tono más tranquilo que pude, simulando mi sutil borrachera —¿Sí, capitán?— me dijo mientras miraba el vaso de su trago ya vacío, utilizando la luna como luz principal. —¿Harías cualquier cosa por mi?— dije en un tono suelto... creo que incluso roce la coquetería... no sé cómo sentirme al respecto. Solo pude ver a Ares deteniendo en seco sus movimientos, era la primera vez que lo veía abrir tanto los ojos... bueno, en cualquier otra persona no sería "tanto" pero tratándose de él era algo que recalcar. Después de unos segundos soltó una risa entre suspiros. —Por supuesto, capitán. Soy su confiable marinero— dijo en un tono relajado, como siempre. Me acomodé inclinándome hacia adelante, mirando a aquel canalla a los ojos, relajado. —Me pica la espalda y mi cola no tiene el suficiente aceite hoy ¿Sí me rascarías hermanito?— dije en un tono dulce, realmente no me picaba... solo quería ver si el sentimiento que me hacía sentir su presencia era impresión, cercanía, o alguna otra razón. —...Pfffh, bien...— respondió sin más, por Poseidón, es tan difícil saber lo que piensa.
[Ares pov]
Realmente se está esforzando en esto, creo que es la primera vez que veo al capitán afuera de todos sus sentidos. Me levanté tranquilo hacia la espalda del cap, es realmente impresionante lo hilarante que puede llegar a ser. Me coloqué detrás de él y troné mis dedos para luego colocar mis manos en sus hombros, vaya... es bastante robusto, siempre me sobresalto un poco cuando los toco, por suerte sé esconderlo muy bien. Empecé a rascarle la espalda alta por debajo de su chaqueta y su playera, su puesto se siente suave pero gruesa... no sabía exactamente donde rascar. —¿Por aquí, capitán?— pregunté tranquilo... ¿Será que ahora él intentaba ponerme un juego por delante?
[Skorpio's pov (PORFA LÉELO CON TONO ASÍ COMO ESTREMECIDO)]
Oh mares santos ¿Qué está pasando? Siento un cosquilleo por mi estómago, mis manos tiemblan y mi cola está levantándose sola... —Ah... sí, marinero, Justo ahí...— dije sin casi emoción, cielos, eso quiero pensar. Me sentía ciertamente avergonzado... ¿Desde cuando su presencia se me hace tan intimidante? No estoy seguro, me siento pequeño... creo que eso es. Sorpresivamente... quería más, ojalá él estuviera remarcando lo pequeño que me veo... cielos ¿Qué estoy pensando? ¿Es por la borrachera, no? Sí... eso debe ser, yo, el capitán Fischer jamás pensaría estas cosas estando consciente de mí mismo... pero ese justo ahora no era el caso... decidí dejarme llevar, solo un poco, quizás esto le sirva de lección. —...¿Ares?, ¿Puedes... acercarte un poco más?—
[narrador omnipresente]
Ares se exaltó ante las palabras del contrario, solo por un segundo de resto le pareció divertido... accedió a seguir su juego. —Vaaaya capitán... ¿realmente me echaba de menos, mh? No pensé que mi ausencia por 4 días lo afectara tanto— en efecto, no se habían visto desde aquella improvisada cita. Skorpio se sonrojó de sobremanera, el tono tan relajado del contrario se le hacía infinitamente atractivo, esa voz, tan gruesa y varonil revolvía como pasta los cables que conformaban todo su cuerpo. Puso sus codos por encima de la mesa encorvándose un poco. —...Usted es un canalla, un pillastre...— dijo con nerviosísimo, realmente no venía a cuento aquellos hechos justo ahora, sin embargo no tenía otra cosa con la cual defender su orgullo. —Pero usted desea muchísimo a este canalla... ¿O aún lo sigue pensando, capitán Fischer?— dijo en un tono bajo, casi tan bajo que parecía un susurro, se acercó peligrosamente a el oído del más bajo, subiendo sus manos, convirtiendo el movimiento errático de sus uñas por debajo de las ropas en un masaje en los hombros, un lento y casi erótico masaje. Skorpio no hizo más que ponerse aún más nervioso, estaba actuando impulsado por el alcohol... o bueno, eso quería pensar el susodicho pelirrojo. —Ah... Ares, no digas esas barbaridades...— no, no negó los hechos en ningún momento, parecía bajar la cabeza un poco... le estaba gustando aquellos movimientos, y el sentirse así, muy en el fondo, estaba despertando sus más retorcidos deseos. El contrario se acercó aún más, afortunadamente para Ares aquellas sillas no tenían respaldo, esto para hacer más ameno el sentarse con las posibles extremidades extra de los isleños. Esta misma ventaja llevó a Ares a apegarse a la espalda del su capitán... sintiendo como aquella grande cola lo enrollaba por detrás, casi como un abrazo, cálido y torcido. —No me dijo que no, capitán... dígame, ¿Es muy difícil aceptar para usted que siente una fuerte atracción hacia uno de sus propios marineros?— dijo casi en un tono burlón, se tomó la molestia de poner su cabeza a un costado de la del capitán, chocándolas un poco. Skorpio se exaltó, nuevamente... definitivamente el crustáceo tenía un talento para hacer sentir blando a su capitán. Fischer lo miró, con miedo, deseo y una increíble cantidad de sensaciones calurosas subiendo por su cuerpo. Lo necesitaba... necesitaba a ese pillastre marinero, pero lo tenía el valor en este momento... solo pudo hacer una pequeña mueca denotando lo estremecido que se sentía al descubrirlo y encararlo tan de cerca. —...Es exactamente lo que pensé, lindo capitán...— dijo como si de una canción se tratase. Ante aquel nuevo apodo Skorpio quitó su mirada de ahí, no podía seguir soportando la pesada aura que rebosaba obscenamente los límites de la masculinidad. —...Ares, por favor no sigas- ¡Mh-!...— no pudo seguir hablando al sentir el suave mordisco del contrario en su ahora sensible cuello... Ares saboreaba la carne, sintiendo el aroma de su capitán, aparentemente hoy se había colocado solo un poco de colonia. Mejor para Ares, le encantaba la fragancia natural de su capitán... era casi hipnotizante para él. El de monóculo subió su mano rápidamente a su boca, tapando esta y cerrando los ojos completamente sonrojado a este punto, realmente esto había sido una mala idea... solo para él. El de tenazas decidió ir un poco más lejos, succionando esa zona, unas dos veces un poco fuerte, haciendo un ruido bastante... mojado, por así decirlo. Las piernas de Skorpio se apretaron entre sí mientras este ponía su mano en medio de ambos muslos, intentando aguantarse todo tipo de movimiento brusco o sonido que delatara lo que sentía. Ares soltó el cuello, lamiéndolo una vez hasta llegar a la oreja del capitán. —¿Todavía no le saco las palabras? Qué raro... el capitán que yo conozco le encanta hablar... ¿Qué pasó ahora, capitán? ¿Necesita estímulos extra?— dijo Ares en un tono sumamente pícaro, empezó a besar lentamente el resto del cuello, haciendo ruidos que solo incrementaron más y más las incomodidades que sentía Skorpio a causa de su ropa... se sentía apretado por esta misma. —Mh... Ares, un segundo... alguien podría vernos...— dijo entre jadeos el contrario, casi como un largo y apresado gemido que no dejaría salir tan fácilmente. Unos pasos detrás de ellos llenaron las calles, ¿Quién podría ser a esta hora?... ambos individuos pararon todas sus acciones, para luego escuchar aquella palabra que dejaría a ambos completamente helados. —...¿Papá?—
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Ayuda son las 7 de la mañana 🦂🦀✨
FanfictionCarajo chorizo que chistosos los torcidos 👐✨