[Skorpio's pov]
Era un 9 de septiembre, lindo día para salir a tomar un café... oh bueno, al menos eso decía Corlin, sí, Corlin... ¿mi hermano?... ¿No?, ¿Twisted Transistor?, ¿Ahora sí? Bien, bien. Yo y Corlin nos dirigíamos hacia la cafetería de la isla, obviamente él tuvo que convencerme para ir... yo tendría mejores lugares a los que asistir por supuesto. Tomar un ron cerca de la costa, resolver ciertos dilemas de la isla o pensar en otra excusa para seguir prohibiendo la mantequilla se me hacían más urgentes en este momento. Inevitablemente mi hermano me conocía muy bien, así que yo no tardé en caer en la astucia de sus palabras, precisas para hacer que la bebida se me hiciera agua a la boca, cedí a la invitación. —Oye Twisty, ¿Hay alguna razón en específico para venir a comer justo hoy?— pregunté tranquilo, ya estábamos a punto de entrar a la susodicha cafetería. —Bueno...has estado algo... colgado últimamente, solo quiero hablar contigo— me respondió, en el mismo tono. Oh, genial. Ahora mi hermano cree que estoy actuando raro, yo no estoy actuando raro, él está actuando raro. Puse los ojos en blanco mientras subía mi mano para abrir la puerta de la cafetería y iba a tomar asiento a la primera mesa que vi, estaba algo enojado, no puedo mentir sobre eso... pero estaba justificado ¿Verdad? Lo único que me reconfortaba es que no había tenido que lidiar con la tensión que me generaba la sola mención de Ares. —Pfff, ¿Yo? Cómo crees— alargaba mis palabras como solía hacer, intentaba parecer tranquilo. —Estoy excelente, como pez en el agua. Recuerda que solo vine aquí por el moka— bromeé, creí que lo estaba haciendo bien... pero la mirada de Corlin no se dejaba aliviar. Se sentó en frente mío, recto, con ambas manos en la mesa entrelazadas, a diferencia de mí que estaba más estirado en la silla. —No, Sky. A ti algo te pasa... no puedes engañar a tu propio hermano para siempre. Vamos, dime qué sucede...— Corlin seguía insistiendo y si puedo ser sincero ya no quería escuchar. Dicho y hecho, dejé de escuchar la habladuría de mi hermano, desviando mi atención a las otras mesas. Estaba medio lleno y medio vacío, lo usual... nada nuevo, resbalé mi mirada por la ventana, tampoco nada, solo el viento marino moviendo suavemente el cartel de la cafetería. Devolví mi mirada a mi hermano, todavía no quería escucharlo, por alguna razón seguía hablando, quizás se extendió... bien por él, casi nunca suele hacerlo, me pregunto si estoy divagando. Dirigí mi mirada una última vez, y ahí, finalmente lo vi, un metro a estribor se encontraba la fornida y robusta espalda de Ares... oh cielos, está acompañado.
[Narración omnipresente]
Ares se encontraba sirviéndose un café, efectivamente, acompañado de Decorey, un chico el cuál podría tomar como un hermano menor. —Y nada Ary, muchas gracias por posar para las esculturas, es mucho más fácil así— El de ojos oscuros seguía con una conversación ya iniciada con anterioridad, en un tono agradecido, amistoso y ligero. —No hay problema, Dec. Sabes que es un placer ayudarte— respondió Ares, cerrando los ojos y dándole un largo sorbo a su bebida. Skorpio miraba expectante a su ya conocido marinero, inconscientemente, por supuesto. Deleitaba su mirada con la robusta anatomía de su amigo, la cual, jamás admitirá que le encantaba y derretía por dentro. Los sentidos de Ares se agudizaron mientras Decorey seguía diciéndole algo que ya no comprendía, ahora no estaba prestando atención... sintió algo extraño, unos ojos lamiéndole la nuca. Quiso voltear su cabeza para descubrir a su paparazzi visual, no obstante, decidió hacer algo mucho más ingenioso, digno de alguien como Ares. Levantó la taza de café, inclinándola estratégicamente, mirando el tenue reflejo que se lucía en la cerámica blanca. Solo necesito una silueta borrosa para saber quién era el que encendía su curiosidad... no podía ser nadie más que el capitán, el capitán Fischer.
[Ares pov]
Por este tipo de cosas siempre he pensado que las coincidencias existen... y estoy perfectamente feliz con ello. Miré el reflejo de la taza, bajándola a los pocos segundos, creo que no me vio, perfecto. Esbocé una sonrisa a un costado de mi cara para luego dirigir mi mirada a Decorey, aparentemente seguía hablando, típico de él. —Dec... perdona interrumpirte— me disculpé antes de empezar —Olvidé comentarte algo importante...— levanté un poco mis manos, adoptando una pose relajada para explicar con más facilidad. —Esta jaiba tiene una cita a las 8 en el muelle— mentira, jamás tendría una cita... por lo menos no si no fuera con él. Por el tono ligero de mi voz, como usualmente era, Decorey abrió la boca como si se le hubiera caído la mandíbula, y abrió los ojos como platos. —¿QUÉ? ¿TÚ? ¿UNA CITA?— se levantó de la silla poniendo ambas palmas en la mesa, vaya, ¿En serio parezco tan retraído? No, creo que es solo la impresión que le di al avispo. Solo espero que mi plan funcione... si no, será una pérdida de confianza.
[Skorpio's pov]
Oh por Poseidón, ¿Qué? ¿Ese canalla tiene una cita? ¿Con quién? Pude sentir como mi boca arde, se me subía la adrenalina por las venas y el cuello... Creo que incluso solté un gruñido por lo bajo. Mi cola se erizo y mi cara se distorsionó cuál radio en una expresión de pura rabia. —...No...— susurré, ¿Por qué estoy tan enojado? Creo que es porque no me tomé mi leche hoy, sí, eso debe ser. Pude sentir como llegó un tercero a servirnos... lo que sea que Corlin haya pedido. Tomé casi por instinto la caliente bebida de la bandeja del mesero... luego, no termino de comprender por qué... pero tiré la bebida al piso, completamente fuera de mi mismo. Por supuesto mucha gente volteó a verme... oh cielos, qué estoy haciendo. Aún sin gobernarme a mi mismo... salí de la cafetería, sin mirar al canalla de grandes tenazas. Corrí a la puerta, impulsado por la rabia, por el miedo... estaba actuando como un niño, pero me di cuenta demasiado tarde. Ya afuera empecé a correr a la costa, necesitaba relajarme a solas en este momento, muchos de mis marineros intentaron saludarme en la calle, pero a mi se me caía la cara de vergüenza tan solo recordar lo que la rabia me llevó a hacer. Eventualmente llegué a la playa, ¿Por que siempre que pasa algo con él termino aquí? No lo sé... no tengo ganas de pensar en esto ahora, caí de rodillas en la arena, confundido. Me avergüenza profundamente tener que admitirlo pero... la envidia me controló, los celos... ¿será que había escuchado mal? Ay no, ya no voy a poder ver a Ares a la cara... Neptuno, qué está pasando.
[Narración omnipresente]
No, el juego de Ares no salió como él esperaba. Toda la cafetería quedó en silencio, mirando la puerta ya abierta por la reciente huida. "...Yo solo le estaba contando acerca del libro que estaba leyendo" pensó Corlin, con mucha tristeza. Se limitó a levantarse y él mismo pagar por el desastre de su hermano, casi en un shock por el último acto puesto en escena. Ares se quedó helado, confundido, mirando el café... "¿Tan en serio se lo tomó?" Pensamientos parecidos pasaban como estrellas fugaces por su cabeza. Se disculpó rápidamente con su compañero de mesa antes de levantarse y salir casi echando humo de aquella cafetería. No obstante, ya una vez afuera, caminó bastante tranquilo por la isla, se estaba haciendo de noche... eran exactamente las 7:55 cuando llegó a la costa, relajado... aún con esperanzas de seguir otro de sus astutos juegos. Dicho y hecho, nuevamente ganó la apuesta, ahí estaba el capitán, en la costa, a las 8 en punto... se encontraba sentado mirando las olas. El pelo hacía bailar sus sedosos cabellos pelirrojos, al igual que los del contrario, el cual se fue acercando lentamente, dando pisadas suaves a la arena. El sonido de aquellos minúsculos cristales lograron captar la atención de Skorpio, sabía que alguien venía. Recordó que estaba en la playa... por su torpeza perdió la noción del tiempo, ahora estaba interrumpiendo incómodamente una "cita". —Vaya... ¿Me estaba esperando, capitán?— Ares tomó asiento cerca del susodicho, un metro a estribor. —...Ares, yo... disculpa, debo estar haciendo un mal tercio— El de mejilla mecida estuvo apunto de levantarse y darse vuelta para retirar su presencia de aquella costa, no obstante, ni siquiera el primero de sus propósitos pudo cumplir, ya que la tenaza del contrario en su hombro detuvo sus movimientos, casi obligándolo a sentarse nuevamente. —¿Mal tercio? Qué dice, capitán... ya no puede irse de nuestra cita— reclamó el crustáceo, deslizándose por la arena y sentarse junto a él, ahora a escasos centímetros. —...¿Cómo dice?— el escorpión se acomodó el monóculo, bastante desconcertado. Dirigió su mirada frente a frente al viejo marinero, intentado entender qué clase de juego torcido estaba intentando hacer su amigo, ¿Se estaba burlando de él? Eso definitivamente lo destrozaría en este momento. —Ya me escuchó, capitán. Viniendo aquí aceptó la invitación... ¿O no?— lo miró, relajando la vista y sonriendo con esas comisuras tan propias de él. Skorpio no cayó dentro de sí mismo cuando se dió cuenta de su situación, lo agarraron por todos los lados disponibles, la pillastrería de su compadre jamás dejaba de sorprenderlo. Sus mejillas se ruborizaron inconteniblemente, mirándolo preocupado... dirigió su cabeza de nuevo a la orilla, solo pudiendo escupir algunos cuantos murmullos bajos mientras el contrario reía al unísono, divertido de la reacción del capitán. "ahh... buen- Bueno... yo.... ay Ares—" "PffffhhhhHeeheh... AYY capitán" eran los sonidos, suaves y dulces que provenían de aquella costa.
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Ayuda son las 7 de la mañana 🦂🦀✨
FanfictionCarajo chorizo que chistosos los torcidos 👐✨