Soy Meredith con M de Maldita

CAPÍTULO 5

La semana pasada había sido una cargada de sorpresas, pude ir un par de días a la Casa con Harry, fueron nuevas experiencias. Con Max nos organizamos para hacer una colecta de ropa para donar en la colonia, la verdad muchas personas aportaron ropa y es por eso que en este momento estamos con él en camino a la Casa Hogar, es su día libre y tenemos planeado muchas cosas para hacer allá.

Los niños lo reciben bien, muchos de los adolescentes lo reconocen puesto que tiene años viniendo a apoyar al lugar y ellos muestran menos hostilidad hacia mí en presencia de Max. La ropa la recibe la señora Hans y decide comenzar a organizarla en grupos para ver que niños o adolescentes pueden usarla, aunque no tarda mucho ya que Max y yo la organizamos anoche.

La tarde la pasamos viendo películas, Harry trajo un proyector y computadora, Max y él ataron una cuerda para colgar una sábana blanca en un cuarto y usarla como fondo. Debemos admitir que fue una tarde muy divertida y por lo menos los adolescentes ya no me ven mal, esto ya es ganancia para mí.

Ya en la noche Max y yo nos despedimos de todos en la Casa y fuimos en su auto de vuelta a casa, ya era muy entrada la noche y tuvimos que apresurarnos a llegar si no queríamos darle más razones a mamá para no aceptar que vayamos a la Casa Hogar nuevamente.

Llegamos justo a tiempo para cenar, nos lavamos las manos y fuimos directo a ayudar a mamá a acomodar la mesa para la cena, mamá dijo que papá no llegaría a cenar y seriamos solo nosotros 3 así que pusimos un plato menos. Cenamos en silencio, con mamá las cenas son tensas cuando vamos a la Casa Hogar, y con papá podemos tomar una taza de café después de cenar y platicar de las aventuras del día.

Terminamos la cena y nos organizamos para lavar los platos sucios con Max y secarlos, ya terminada la tarea nos vamos a nuestros respectivos cuartos y reviso mi teléfono, tengo varios mensajes de William sin leer y entro rápidamente en el chat de WhatsApp:

William: Hola, ¿estarás ocupada mañana al medio día?

¿Meredith?

¿Estas bien?

¿Puedes responder?

Que tengas buena noche…

Meredith: Hola, Will, disculpa, estaba ocupada en la Casa Hogar, vengo llegando con mi hermano

¿Qué tenías en mente para mañana? Estoy desocupada

El chat me marca que Will ésta en línea y comienza a escribir, tarda varios minutos y llega su mensaje.

William: Tengo una comida con unos amigos, ¿quieres acompañarme? No es nada elegante, es una salida casual de amigos, digo, si quieres ir conmigo…

Pienso rápidamente mis opciones: realmente quiero verlo, pero nunca he visto a sus amigos, me da miedo que por ser de distinta clase sean crueles conmigo como lo son varios compañeros en la Universidad, pero no se debe juzgar un libro por su portada, ¿cierto? No puedo ser así con ellos cuando ni siquiera los he visto. Decido que puedo aceptar y así verlo.

Meredith: Vale, acepto…

¿A qué hora pasarás por mí?

Seguimos intercambiando algunos mensajes más, me confirmo que pasaría por mí a las 11:30 y me habló de su día en la empresa de su papá, le hablo de las películas que vimos hoy con los niños de la Casa Hogar, y sin darme cuenta me quedo dormida después de horas escribiéndome con él.

Esa noche sueño con chicas bellas, de la alta sociedad vistiendo vestidos casuales, pero de alta costura, chicos apuestos y bien arreglados, y yo siendo la rara por no pertenecer en el mismo circulo de ellos. Los veo a ellos alejarse y preguntarle a Will si se quedara conmigo o ira a divertirse con ellos ya que no desean pasar tiempo conmigo y prefieren pasar de mí. Veo a Will irse con ellos porque le avergüenza que lo vean con una pordiosera.

El día siguiente me levante de mejor humor, desayune con mamá porque Max y papá ya se habían ido a trabajar, la mañana estuvo tranquila y cuando dieron las 9 subí a mi habitación a arreglarme, ya le había pedido permiso a mi mamá de salir así que no tenía inconveniente alguno.
Vería a Will y quería impresionarlo, así que tomé mi pantalón favorito, un pantalón de mezclilla oscuro y una camisa semitransparente de manga larga rosa bebé dentro del pantalón, me calce mis converse negros y prepare mi mochila negra: cartera, llaves, celular. Empecé a peinarme, me haría solamente una coleta alta y dejaría ondulado mi cabello, y de maquillaje solo un poco de rímel, mi brillo labial y listo.

Salí de la habitación faltando poco para las 11:30, baje y me senté en la sala a esperar que Will llegara.
Will llego justo a la hora dicha. Salí antes de que mamá pudiera preguntar algo diciendo una despedida, me encaminé a su auto y me subí rápidamente en él.

—Hola, ¿cómo estás? —saludé y le di un beso que planeaba fuera en la mejilla, pero él giro el rostro y termino siendo en la comisura de la boca, aunque fue solo una pequeña presión de labios.

—Hola preciosa, ¿acaso no me ibas a saludar cómo se debe?  —dijo tomando mi rostro entre sus manos y aproximándose para besarme. Yo solo podía sentir como el calor subía desde mi cuello hasta mis mejillas y lo único que pude hacer, fue seguirle el beso—. Mucho mejor, ahora sí podemos irnos —dijo separándose de mí y emprendiendo camino a dónde sea que teníamos que ir en este momento—. ¿Me extrañaste en mi ausencia? —pregunto mirando al frente, pero podía ver cómo una sonrisa amenazaba con asaltar su rostro.

—Bueno, estuvimos hablando en la semana, aunque no nos viéramos, pero si, te eché de menos —dije apenada.

—También te eche de menos, preciosa —dijo tocando mi rodilla con la mano libre y dando un pequeño apretón.

Él se dedico a seguir manejando y a hablarme un poco de sus amigos para tranquilizarme para disminuir mis nervios. Traté de absorber casi toda la información posible que me diera de su círculo social porque quería encajar entre ellos y que él no se sintiera incomodo al tenerme entre ellos.

Hasta aquí con el nuevo capítulo, tratare de avanzar lo más pronto para actualizar nuevamente, besos
~Annie