V. ¿Quién es Diego?

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Con la banda todo era más fácil, amaba la música, amaba hacer felices a las personas pero, ¿Qué otra cosa puede haber para Diego?

Era su primer sábado libre y decidió salir a caminar. Morgan estaba buscando trabajo como modelo y Miguel había llevado a California al teatro.

Pensó en los niños... Le gustaba California y pasar tiempo con ella, más allá de hacerlo por Itzel, le hacia feliz ver reir a un niño pequeño.

Pero algo no terminaba de hacer click, algo faltaba, algo como...

[Un perro en el parque haciendo sonidos tristes interrumpe sus pensamientos]

- Hey amigo... ¿Estas solito?

El can comienza a gimotear pero se calma cuando siente que Diego lo acaricia con ternura, sin intenciones de causar algún daño.

- Ven, vamos a buscarte una casa. Se lo que es estar solo, ¿Sabes? yo me fui de mi casa a seguir mi sueño, pero de vez en cuando extraño los abrazos de mi papá. Tu te debes sentir igual.

[Diego se percata de que tiene una correa con un nombre]

- ¿Te llamarás Lalo o solo es un diminutivo? De cualquier forma, suena lindo.

- [El can le respondió con un ladrido]

- Ah ves... te estas empezando a sentir mejor. A lo mejor solo querías compañía. ¿Donde estará tu dueña?

Diego pensó en lo siguiente: Podía quedarse un rato  con el cachorro a esperar por si aparecía su dueña o podía llevarselo directamente a casa. Miguel no es muy amante de los perros, pero Morgan y California recibirían bien a Lalo.

Algo le dijo que era mejor esperar y estuvo en lo correcto.

- ¡LALOOOOO! *Grito una voz de niña pequeña*

- ¡AQUÍ ESTÁ! *Gritó de vuelta Diego*

La niña se acercó corriendo con sus padres y el can saltó de las piernas de Diego hacia la niña.

- Joven, muchas gracias por cuidarlo. Dijo el padre de la niña.

-No fue nada, este amigo igual no da mucho que hacer. Respondió Diego con orgullo.

- La verdad es que nos preocupamos un montón. El es muy temeroso, no pensamos que aguantaría estando solo. Explicó la mamá de la niña.

-Pues no, muy valiente fue. De hecho, me ayudó con algo que yo buscaba. Agregó Diego.

-Diego [Pensando]: Fue tan fácil, tan relajante cuidar a este animalito. ¿Será esto lo que busco?

Llegó a casa y encontró a los chicos y California en la mesa listos para cenar.

-Miguel: Llegas justo a tiempo. Sabes que puedo intentar guardarte lo que pueda de comida, pero estoy sentado junto a ese... hoyo negro de allá. [Dijo señalando a Morgan]

-Morgan: ¡YO NECESITO CONSUMIR PROTEÍNAS!

-California: Papá, ¿Donde estabas?

-Diego: Buscaba algo, pero creo que ya lo encontre.

-California: ¿Y que buscabas?

-Diego: Pues, a mi.

Nadie entendió, pero Diego estuvo muy satisfecho ese día porque sabía que pronto iniciaría algo nuevo en su vida, algo que lo ayudaría a entender quién es.

Papás por Encargo (Mini-historias)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora