𝐼𝑙𝑙𝑢𝑠𝑖𝑜𝑛

207 28 9
                                    


Lisa despertó en medio de la noche sintiendo su piel transpirar. Había decidido descansar un par de horas antes de seguir con su investigación, pero tenía una fatiga muy grande tanto de hambre como de algo más, sentía un vacío en su interior.

Se levantó a beber un poco de agua sintiéndose débil con un dolor de cabeza, se apoyó en la encimera de la cocina tomando su cabeza entre sus manos, hasta que sintió una notificación en su teléfono.

Jennie: Nayeon llegó de Busan y trajo anfetaminas

Lisa sintió que su emoción se incrementaba.

Lisa: Iré para allá

Jennie: ¿No quieres esperar hasta mañana? Puedo ir a dejártelas

Jennie: Si es que amanezco sobria

Lisa: No te preocupes, voy para allá

Lisa: ¿Puedo quedarme allí hasta mañana?

Jennie: Claro que sí, pero apresúrate. Nayeon ya está ebria.

La rubia se apresuró a vestirse más abrigada, era pleno invierno en Seúl y la nieve acechaba todas las calles. Corriendo por las calles hasta las dos cuadras más abajo en donde se encontraba el apartamento de Nayeon y Jennie. Cuando llegó, ni siquiera tuvo que llamar al departamento, no había ningún portero que le impidiera entrar, así que fue directamente hasta el ascensor.

Cuando llegó al apartamento se encontró con la puerta medio abierta y entró sin más. Al interior notó que estaba lleno de gente extraña, todos afilados en dirección a la sala de estar. Lisa los sobrepasó a todos con dificultad, hasta llegar al sofá en donde se encontraban Jennie, Nayeon y otro chico de cabello oscuro.

-¡Lisa!- exclamó Jennie muy fuera de sí. La rubia se acercó hasta ella quedando a su lado en el sofá.

-¿Qué está pasando aquí?- preguntó al ver como una de las personas de la fila pasaba un manojo de billetes a Nayeon mientras el chico al lado de Jennie juntaba un par de bolsas con polvos blancos.

-Estamos trabajando- respondió Jennie soltando una carcajada. Lisa tragó duro, era más que obvio lo que hacían, pero la morena jamás se lo había dicho. Vio a Jennie sacar una tira de pastillas desde una de las bolsas. -Ten tus anfetaminas- dijo entregándoselas.

-¡Oye!- exclamó el chico. -¿Qué haces regalando mercancía?- regañó. Jennie soló río.

-Ella es Lisa, una de mis mejores amigas- dijo haciendo un puchero. -Por favor, solo está vez, déjalo pasar- pidió. La rubia se alarmó, la cara del chico era de enfado contra ella.

-No te preocupes, las pagaré- dijo metiendo sus manos a sus bolsillos.

-Son 10000 wones- respondió el chico con un ceño serio. Lisa resopló abatida, no tenía esa cantidad con ella ahora.

-Mino cariño, hazle una rebaja a mi mejor amiga- pidió Jennie nuevamente dándole un puchero al chico mientras se apoyaba en su hombro.

-Claro que no, nunca la había visto antes. ¿Y se supone que tengo que darle un descuento solo porque es tu amiga? - alegó el chico. Jennie tragó duro mirando a Lisa, la rubia no supo qué hacer.

-Entonces volveré mañana- dijo estirando la tira de pastillas. -No tengo esa cantidad ahora, pero puedo volver a buscarlas- trató de decir con tranquilidad. El chico la miró de reojo no muy convencido, a su vez que Jennie soltaba un quejido pegando sus labios a la oreja del chico mientras susurraba un par de cosas. El chico soltó una pequeña risita mirando a Lisa.

Without Her; LISOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora