𝑊𝑒𝑙𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑜 𝐸𝑚𝑝𝑖𝑟𝑒

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Jisoo se apresuró en ducharse, tenía miedo el no hacer caso a lo que le decían pese a no tener idea de donde estaba. Estaba insegura al escoger ropa del closet que le dijo el chico, ni siquiera lo abrió, después de ducharse se puso la misma ropa que traía y cuando dieron las diez un ruido en la puerta la hizo alarmarse, se acercó a ella examinándola con miedo para notar que ya no estaba cerrada. La abrió y al hacerlo noto como un chico parecía estar esperándola en el pasillo, no era el mismo de antes este era un poco más alto, tenía el pelo negro y largo, vestía de traje como si fuera a ir a un matrimonio. Jisoo trago duro, quiso cerrar la puerta pero la voz del chico la detuvo.

-Sal.- dijo con voz ronca. Jisoo sintió como el miedo la inundaba, salió de la habitación esperando a que el chico hiciera algo. El tipo camino por el lado izquierdo del pasillo dejando a Jisoo perpleja.-Camina.- ordeno. Jisoo acelero su paso siguiendo al chico mientras miraba lo demás, no parecía estar en un departamento, más bien era un hotel, lleno de puertas a las que quería tocar para buscar ayuda.

-¿D-dónde estoy?- le pregunto siendo ignorada.-¿Qué hago aquí?- pregunto con angustia, su garganta estaba empezando a picar, estaba desesperada solo quería volver a casa con Lisa. El chico la agarró del brazo y la obligo a entrar a una de las habitaciones luego de haber bajado unos cinco pisos en el elevador.

Al entrar Jisoo se encontró con un comedor enorme y un montón de chicas sentadas que la miraban de arriba abajo juzgándola, se sintió intimidada y hasta avergonzada, las chicas allí estaban vestidas formal mientras ella solo llevaba sus jeans y una sudadera color azul pálido.

-Siéntate.- le ordeno el chico que la trajo. Jisoo se sentó en una silla alejada del grupo de chicas que la seguían mirando. Trago duro mientras observaba la habitación, el chico que la trajo estaba de frente a la mesa junto con otro chico, parecían estar esperando a alguien más. En la pared de la habitación había un tipo de presentación proyectada en un telón blanco, noto que se proyectaba la palabra "Empire", nuevamente esa palabra.

-Así que tú eres la nueva.- hablo una voz aguda a su izquierda, una chica rubia se sentó a su lado, la chica estaba vestida con un vestido morado brillante ajustado y sin hombros. Jisoo solo se cruzó de brazos manteniendo su mirada fija en la mesa.

-El primer día es el más difícil.- hablo otra voz aguda a su derecha, una chica pelinegra tomo el asiento a su otro lado, esta vestía un vestido negro ajustado con unos guantes de tela que llegaban a sus codos. Jisoo alzo la mirada para ver a ambas chicas que parecían ser de buen corazón, no como las otras chicas que la seguían mirando desde la esquina de la mesa.

-¿Dónde estamos?- se atrevió a preguntar sintiendo como un nudo se le subía a la garganta.

-En Osaka.- respondió la chica rubia, Jisoo abrió sus ojos con sorpresa, ni siquiera estaba en su país.

-¿Q-que? ¿En qué momento salimos de Corea?- la chica pelinegra la miro con el ceño fruncido negando.

-Nosotros no salimos, tú llegaste.- aclaro. Entonces el corazón de Jisoo comenzó a palpitar mucho más fuerte, si antes tenía miedo ahora sin duda estaba aterrada.

Jisoo comenzó a entrar en pánico todo le daba un pésimo presentimiento, soltó un sollozo de repente, mirando sus manos dándose cuenta que lo único que le quedaba era el anillo que Lisa le había dado. Sintió una mano en su hombro, la chica pelinegra daba leves palmaditas en su hombro sin embargo, Jisoo no podía entender como estas dos chicas estaban tan tranquilas si estaban en la misma situación que ella.

-Oye, tranquila.- le dijo la rubia.-Esto no es lo peor del mundo, con el tiempo te darás cuenta.- afirmo.-Por cierto, soy cinco.- se presentó, Jisoo frunció su ceño.

-Yo soy tres.- se presentó la pelinegra.

-¿Q-que?- pregunto Jisoo. La chica rubia tomo la muñeca adolorida de Jisoo para ver el brazalete de mental con el 1 en ella, la chica se sorprendió al verla haciendo que Jisoo se sintiera aún más fuera de lugar.

-Ahora entiendo porque las demás te miran así.- dijo mostrándole el brazalete a la pelinegra quien le dio una corta mirada a Jisoo.-Recién llegaste y eres uno, ese puesto es prácticamente imposible de tener.

-P-pero yo...- trato de decir Jisoo, no entendía nada de lo que pasa ¿De qué puesto hablaban estas dos?

-Sabemos que no es tu culpa.- dijo la pelinegra.-Solo no le hagas caso a las demás.

Y antes de que Jisoo pudiera decir algo entro el chico de la cafetería a la habitación haciendo que las chicas volvieran sus miradas a él.

-Buenos días chicas.- saludo.

-Buenos días Jinyoung.- respondieron todas a la vez excepto Jisoo. Entonces ese era el nombre del chico que la asechaba todos los días en la cafetería.

-Tenemos una nueva chica.- dijo apuntando a Jisoo, todos en la habitación se voltearon a verla.-Denle la bienvenida a la nueva uno.


Después de una hora la reunión había llegado a su fin y Jisoo salió con más dudas que las que tenía cuando entro en esa habitación. Iba caminando por el pasillo con tres y cinco quienes no dejaban de hablar sobre pelucas, otra duda más para Jisoo.

-¿Qué te pareció tu primera reunión?- pregunto tres.

-Pues, no entendí nada.- respondió Jisoo. Tres y cinco soltaron una risa.-Por cierto, ¿Ustedes no se llaman tres y cinco realmente, verdad?- la atmósfera se había relajado un poco, Jisoo se sentía un poco más tranquila pero aun con miedo. La pelinegra soltó un suspiro.

-Claro que no nos llamamos así, pero ese es nuestro nombre aquí.

-Y no te ilusiones tanto uno.- hablo cinco.- El mes pasado yo era trece.

-Y yo ocho.- dijo tres. Jisoo sentía que su cabeza iba a explotar en cualquier momento.-Soy Irene.- soltó la pelinegra viendo la cara de confusión de Jisoo.-Ella es Sana- dijo presentando a la otra chica.

-Soy Jisoo- se presentó con una leve sonrisa.-¿Por qué no usan sus nombres reales?

-No podemos dejar que los escuchen personas que no sean de Empire- dijo Sana.-Es por seguridad- Jisoo trato de encontrarle sentido a lo que había dicho, literalmente estaban secuestradas.

-Estamos secuestradas...- dijo Jisoo provocando que ambas chicas desviaran su vista creando un silencio incomodo.

-Lo estuvimos hasta cierto punto.- contesto Irene rompiéndolo. Jisoo estaba a punto de volverse loca parecía ser que alguien les había lavado el cerebro a estas chicas.

-Buenos, muchas preguntas para ser tu primer día- dijo Sana tomándola de sus hombros para cambiar de tema.-Vamos a desayunar.

Without Her; LISOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora