CAPÍTULO 23. Lluvia

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Me he acostumbrado a la nueva idea de que de nuevo somos todos amigos, y de hecho podría decirse que más unidos que nunca, Leonardo está en Nueva York con Alan, preparando todo para su pasarela, Natt y Daniel volvieron a México y están planeando mudarse a Phoenix, ambos habían conseguido una oportunidad de arquitectura y diseño

Todo pintaba bien para todos, pero Alex, unos días antes de la pasarela de Leonardo, me llamo, dijo que teníamos que vernos, y sin pensarlo acepte. Nos vimos en el mismo café de la vez pasada, pero esta vez Alex se veía más relajado 

—¿Quieres un Late?

—Si, muchas gracias Alex

Después que nos entregaron el café, Alex comenzó a hablar

—Cuando yo era niño, mi madre decía que tenía que buscar mi propio camino, que tenía que hacer lo que me gustara y eso hice, no puedo decir que no me gusta lo que hago, es agotador, sí, pero me gusta

Alex seguía contándome lo que ha hecho hasta ahora, y me parece fascinante, que en su mayoría haya abierto centros de ayuda para niños, huérfanos y becas para los niños. La relación con su padre había mejorado bastante, arreglaron sus asuntos y ya no peleaban

—Mi padre, me ha preguntado por ti

—¿De verdad?

—Si, claro, incluso me pregunto qué día podía verte

—¿Lo dices en serio?

—sí, pero bueno, si te sientes incómoda...

—Para nada—Interrumpí

Había decidido visitar al padre de Alex, que estaba en Nueva York. Sinceramente, no pensaba en que sería el mismo hombre que me ofreció dinero para alejarme de su hijo, tenía el raro presentimiento de que sería algo bueno.

Al llegar al hospital donde él estaba, fui muy bien recibida, me guiaron hasta su habitación y a lo contrario de lo que yo pensaba, se veía algo más saludable, estaba mejorando, como había dicho Alex

—Toma asiento querida

—Muchas gracias

—Me da mucho gusto que pudieras venir a ver a este anciano—Dijo entre risas

—No diga eso, yo lo veo muy joven aún

—Te creeré... bueno, sé que quizás no querías verme... por lo que te hice hace años

—Eso está en el pasado

—Para mí no lo está... Cuando llegue de corea, no paso mucho que me comencé a sentir más cansado y con mucho dolor, por las noches me levantaba a tomar mis pastillas y en una ocasión escuche llorar a mi hijo, tuve curiosidad y me asome a su habitación, estaba hecha un desastre y él también lo estaba... Al día siguiente se fue a trabajar y revise su habitación, había fotos tiradas por todos lados, algunas cosas en el suelo

El padre de Alex comenzó a contarme todo lo que sucedió después de que terminamos

—Al principio me había alegrado porque mi objetivo se había cumplido... pero lo que vino después, me rompió el corazón, Alex, hacía todo lo que le pedía y por eso me sentía más orgulloso que nunca, no renegaba en absoluto, pero eso trajo consecuencias... Mi hijo se había vuelto algo frío, ya ni siquiera visitaba la tumba de su madre, ni en su aniversario, todo el tiempo estaba molesto, se embriagaba y pensé que ese tipo de hombre era en él, que no quería que se convirtiera

—Lo lamento tanto...

—No tienes nada que lamentar, sé que fue mi culpa, cuando estaba contigo podía ver la sonrisa de su madre reflejada en él, a peas de ser un padre horrible, Alex siempre me recibía con una sonrisa, siempre lo escuchaba hablar contigo y estaba muy contento... No pensé en eso hasta que fue demasiado tarde, pensé en buscarte, pero entonces fue que terminé aquí

MI AMOR DE JUVENTUD ©  Disponible en Amazon[✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora