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Nos subimos al metro, nuestro tema principal ya no era nuestra ex, bueno si, un poco, al principio, pero comenzó a dar paso a nosotras, sin querer comenzamos a conocernos. Jess, tenía una mirada triste, así que intente hacer cualquier cosa para lograr que sonriera, aunque fuera un poco. Luego de muchos intentos fallidos donde solo se curvaba levemente la comisura de sus labios, sonrío. No pude evitar quedar pegada como estúpida mirando su sonrisa, era radiante y la combinación de esta con sus brillantes ojos color aceituna me paralizaron por completo.

Yo estaba nerviosa, no sabia que estaba haciendo en el metro con ella, ¿porqué había aceptado acompañarla a su facultad?¿porqué me cohibía al mirarla? me estaba volviendo loca, por un momento cuando el metro abrió sus puertas, solo quise salir corriendo y no ver más a esa niña que me dejaba idiotizada. Jess me miraba mucho, otro motivo más para estar nerviosa, sus ojos eran profundos y preguntones. El resto del camino, solo cruzamos palabras y sonrisas incomodas e idiotas.

Cuando llegamos a su facultad, me comenzó a contar sobre sus compañeras, yo no le presté mucha atención, mi cabeza seguía pensando en que estaba haciendo yo ahí y a esto se añade que no sabía nada de sus compañeras ¿Y si era una trampa para luego golpearme?. Yo no tenia la culpa de lo que había sucedido. Jess me miraba confusa, quizás se dio cuenta de mi nerviosismo.

Tres chicas se nos acercaron, luego de mirarme de cabeza a pies al menos cuatro veces, saludaron y abrazaron a Jess. Esta me presentó y las chicas nuevamente me recorrieron con la vista, emitiendo un forzado "hola". Si antes había estado nerviosa, ahora lo estaba el triple. Jess me tomo por el brazo y me dijo que fuéramos al baño, las chicas se quedaron conversando mientras nosotras nos alejábamos. 

-¿Quieres conocer toda la facultad?

Los ojos de Jess expresaban emoción, acepté su propuesta, me lave las manos y salimos de aquel horrendo baño. Primero me mostró el edificio de diseño, luego el de geografía, para finalmente llegar al edificio de arquitectura, lo que ella estudiaba. Jess parecía feliz mostrándome cada sala, cada rincón y cada lugar de su edificio y yo solo sonreía, entretenida y de cierta manera frustrada. Yo quería entrar a arquitectura en la Universidad de Chile, y bueno, no quedé.

Al rato nos encontramos con sus amigas y nos dirigimos a comprar materiales, ellas caminaban adelante, dejándonos solas atrás. Entraron a la tienda y con Jess nos quedamos conversando, le conté muchas anécdotas de mi vida y ella sonreía, me gustaba verla sonreír. Sus amigas se estaban demorando mucho y yo debía irme a mi casa, le pedí que me fuera a dejar al metro, y que yo no tenia idea como volver. Jess, se burlo de mi cuando le dije que no sabia como volver, así que me dijo que me tranquilizara, que ella iría a dejarme al metro.

Fuimos caminando al metro, con Jess hablábamos de cualquier cosa, todo parecía un buen tema de conversación. Fue extraña la despedida en el metro solo le dije:

-Adiós Jess, fue un placer conocerte.
-Chao Mia, llega bien a la casa.
-Si tranquila, no me pasara nada, éxito en todo y piénsate lo de tu carrera.
-Igual a ti, que te vaya super, y lo pensaré.

Jess, me había contado que estaba insegura de la carrera, no le gustaba y pensaba renunciar a ella. Yo por mi parte ni siquiera sabía de que trataba mi carrera, solo me dediqué a carretear todo el tiempo.
En cuanto subí al bagón del metro me invadió una oleada de pena por todo lo que había pasado en un día y también porque descubrí que me gustaba la otra chica de mi ex y lo mas probable era que nunca mas iba a saber de ella, ya habíamos ido donde nuestra ex, ya no teníamos ningún motivo mas para seguir hablando.

Me bajé del metro para tomar la micro y en el paradero me encontré con un amigo, nos fumamos un cigarro y nos fuimos, no le conté nada, solo conversamos de cualquier cosa, de cierta manera eso me subió el ánimo.

Cuando llegué a mi departamento exploté en llanto, me sentía tonta, dejé que me engañaran por un año y encima sentía cosas por Jess, definitivamente, era una idiota. Puse música en mi Ipad, llené la tina con sal de baño y espuma y me metí para relajarme. Al cabo de media hora mi iPad sonó, alguien me hablaba, pero no tenia ganas de salirme del agua, así que lo deje sonar y me sumergí por otros quince minutos.

Lo primero que hice al salirme de la tina fue revisar el iPad, y para mi sorpresa me había hablado Jess, ponía:

-Y llegaste bien? xd 

El destino da muchas vueltas, yo nunca creí que ella me hablaría, ni menos que ese era el comienzo de la primera noche que hablaríamos hasta la madrugada.
Aquella madrugada, me dormí con una sonrisa de oreja a oreja.

Nuestro "porsiempre" (lesbianas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora