Jess había llegado ayer, al fin habían pasado las dos semanas y hoy la veria. En aquellas dos semanas pensé mucho las cosas, llegue a la conclusión de que no vería a Jess como algo mas que amiga, una relación entre nosotras era imposible, además yo dudaba gustarle a ella.
Llegue a la U más temprano que nunca, como aun no llegaban mis compañeros me compre un café, una sopaipilla y prendí un cigarrillo. Estaba nerviosa, quería que el día pasara rápido, quería ver a Jess, aunque solo fuéramos amigas. Mis compañeros llegaron a los minutos, y como era de esperar, me terminaron por quitar el café y lo que quedaba de sopaipilla. El timbre sonó y entramos a la única clase que teníamos ese día. La clase fue eterna, me quede dormida un par de veces y el resto de la clase me lo pase jugando con mi iPad.
Cuando salimos de la clase le pregunte a mis compañeros como llegar a Simon Bolivar, había quedado ahí con Jess, pero no tenia idea de como llegar. Louis se rió de mi y luego me dijo que el vivía para ese lado, que me fuera con el. Acepte y nos encaminamos enseguida, Louis tenia algo que hacer. Durante el camino no hablamos mucho, a mi me dolía el estomago de tanto nerviosismo, así que, no era la mejor compañía.
Llegue a Simon Bolivar casi una hora antes de lo acordado, no quería llamar a Jess, podía parecer muy insistente, así que, opte por sacar mi iPad y me quede jugando. Cada vez que salia gente del metro miraba por si venia Jess, hasta que realmente venia y me cohibi, pegue los ojos en el iPad y me hice la tonta, como si nunca la hubiera visto. Jess apareció frente a mi en unos segundos, me tiro su poleron en el iPad y con una amplia sonrisa me saludo. Me pare del asiento y nos encaminamos al cine.
No habían muchas películas buenas en cartelera, a mi me gustaba el terror, pero ella decía que no, que no le gustaban ese tipo de películas, al final, termine eligiendo yo, y vimos "mama" una película de miedo. Jess solo hizo una mueca con la cara y luego me sonrió.
Antes que comenzara la película, Jess, tenía su poleron cubriendo casi toda su cara, excepto los ojos, a mi me daba risa ver como se escondía, como si "mama" se fuese a salir de la pantalla. Cuando comenzó la película, con lo más mínimo ella se tapaba los ojos, me daba risa y solo por molestarla le quite las manos de la cara. Sus manos eran suaves y el tacto con ellas me gustó, así que, seguí molestándola solo para tomar sus manos. En un momento nuestras manos quedaron un par de minutos juntas, cuando me di cuenta las saque tímidamente y no la moleste más. Al final, Jess, no se había asustando tanto, la película no era de lo mejor.
Al salir de la película, aún era temprano, yo creí que Jess se despediría de mi y se iría, pero me sorprendió preguntándome qué haríamos ahora. Yo sin saber mucho que responder le dije que no sabia, que fuéramos a algún parque y a ella se le ocurrió la "brillante idea" de ir a plaza Egaña, yo sin saber que era aquello, acepte. No puede evitar soltar una carcajada cuando llegamos, era una plaza minúscula que encima estaba casi toda cerrada por remodelación. Jess, se puso colorada y me dijo que eligiera yo un lugar para ir.
Luego de pensarlo por unos minutos, le dije que quería ir al jardín japonés del cerro san Cristóbal, ella me dijo que si, que era genial y me pregunto si sabia llegar, yo le dije que no, pero que sabia llegar al cerro. No podía ser tan difícil encontrar el jardín, ella sonrió y partimos.
Llevamos al cerro, por el lado del zoológico, por mas que buscamos un cartel que indicara hacia donde estaba el jardín japonés no encontramos ninguno, así que, solo comenzamos a subir hasta que nos cansamos, nos metimos en una especie de plaza con juegos infantiles, no era muy bonita, pero ya se hacia tarde y no podíamos seguir subiendo. Yo comencé a jugar en los juegos mientras Jess solo me miraba y sonreía, al ver que ella no se iba a mover la fui a buscar e hice que jugará conmigo, se sentó en un sube y baja y yo la intente tirar, al final termine cayendo yo y ella me afirmó, el contacto de nuestras miradas nos cohibió a ambas y nos alejamos un poco.
Estábamos conversando, ella sentada en el sube y baja y yo encaramada en un columpio cuando sonó su celular, era su hermana, le decía que se fuera, tenía que llegar al cumpleaños de su sobrina. Con inseguridad me dijo que se debía ir, quizás pensó que yo me enojaría, yo solo le dije que estaba bien, y que tenía que aprovechar a su sobrina. Nos pusimos de pie y comenzamos a bajar el cerro. Estaba anocheciendo y hacia frío, ella ponía sus manos heladas sobre mi cara y yo me enojaba porque sentía frío. Cuando estábamos abajo, Jess me pregunto como me iría, yo le dije que tomaba un bus a cinco cuadras y ella se ofreció a ir a dejarme. Mientras caminamos le dije que me moría por fumar un cigarrillo, ella me miro feo y me dijo que eso no le gustaba, yo solo la mire y saque un cigarrillo, ella me lo quito y me pidió la cajetilla, se la entregue a regaña dientes y le prometí que dejaría de fumar. Saque mis guantes de mi mochila para ponérmelos, pero ella me los quito, me dijo que la próxima vez que nos viéramos me los devolvería, yo me sonroje, eso significaba que quería volver a salir conmigo, tener las manos heladas tendría su recompensa.
El bus apareció, Jess me besó la mejilla y yo me subí.
Pronto la vería nuevamente.
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Nuestro "porsiempre" (lesbianas)
RomanceMia es una chica que recién entro a la universidad, tiene una melena roja y muchas ganas de conocerlo todo. Luego de una ruptura amorosa conoce a Jess, una chica morena, de cabello largo y unos ojos color aceituna que la vuelven loca. Jess llega a c...