Reino Unido, Londres.
23 de Mayo de 2019— ¡Otra ronda! —Grita Niall extasiado, bastante perdido gracias al alcohol que ha estado ingiriendo toda la noche sin ningún límite—. ¡Yo invito!
Harry lo deja principalmente porque están celebrando. Por fin ascendieron de puesto a Niall en la empresa automotriz que trabaja desde hace ya tres años y Harry, bueno, él por fin encontró un empleo estable como guía principal en una galería de arte en la quinta avenida.
No es mucho, considerando que tiene una licenciatura en Artes Plásticas y Diseño. Además de que ha estado pensando abiertamente en empezar el grado de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Así tal vez confiarían en él lo suficiente como para dejar en sus manos las desgastadas obras de arte que necesitan un ligero retoque.
Pero está bien, se conforma.
Al menos ya no tiene que trabajar en esa vieja tienda de comestibles que siempre olía a tabaco y tenía extrañas manchas de humedad sobre las paredes. Recuerda que Louis siempre lo molestaba al respecto, diciendo que era un lugar perfecto para grabar una escena de película de terror, para después comenzar a imitar el tema famoso de Psicosis mientras fingía empuñar un cuchillo y enterrarlo en su propio pecho.
—Eres ridículo —Harry siempre decía, mientras escuchaba la risa del castaño armonizar todo el local.
Recordar a su mejor amigo lo hace caer en cuenta de que él aún no ha llegado al bar, a pesar de que habían quedado de verse a las ocho en punto y el reloj de su móvil marca las ocho con cuarenta.
Y no debería preocuparse por Louis cuando el castaño tiene veinticinco años y es prácticamente un adulto, pero Harry aun lo hace.
Se levanta de su asiento. La música del pub suena con fuerza, algún hit del momento que Harry no puede identificar pero que tiene a un centenar de gente bailando en la pista. Se abre camino entre las personas hasta llegar a la barra y pide otra ronda de cervezas y pintas que sabe se arrepentirá de haber tomado el día siguiente.
Mientras espera, chequea el celular una vez. Pero no hay noticias de Louis o su estúpido novio irlandés. Suspira, abriendo el chat de su mejor amigo y escribe un simple "¿Ya vienes?"
Le sorprende la velocidad con la que Louis se conecta y un escribiendo aparece en la pantalla. "Estoy dando la vuelta, sé que me extrañas, amor. Pero deberías trabajar más en tu paciencia" Harry sonríe como un idiota, ya tendrá tiempo para discutir con él sobre quien es el que debería trabajar más en su puntualidad.
Guarda el móvil en el bolsillo de su chaqueta y agradece cuando el bartender acerca sus pedidos. Regresa a su mesa donde Niall parece estar coqueteando con una chica castaña que si no se equivoca, estaba sentada en la mesa de un lado. Demasiado concentrado en ello para prestarle atención.
—Eso es asqueroso —dice Zayn, con su típica voz profunda mientras toma un tarro de cerveza de las manos de Harry cuando llega a su campo vital.
—No lo considerarías asqueroso si esos fueran Liam y tú. —comenta solo para molestarlo. Y parece funcionar porque Zayn le pinta el dedo y murmura un jodete, aunque todavía puede ver la sonrisa divertida en su rostro.
Harry se ríe —Deberías haberlo traído.
— ¿Para qué? —Cuestiona Zayn sonando incrédulo—. ¿Para qué tú y Louis me avergonzaran con sus preguntas estúpidas y ridículamente innecesarias?
—Nosotros no hacemos eso —defiende Harry, aunque sabe que si, eso es lo que hacen. Pero es porque aman tanto a Zayn que tienen que ser ligeramente molestos para él y sus nuevas conquistas.
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¿Simple? No. Es amor ➵ Larry's Version
Fanfiction"Creo que me gusta Louis" La sala se hunde en un silencio y cuando se atreve a levantar la mirada todos lo están viendo. "¿Por qué tardaste tanto en darte cuenta?" cuestiona Zayn. "¿Darme cuenta? ¿Qué significa?" "Por favor, Harry. No seas idiota...