17 de Septiembre del 2019
Londres, InglaterraCuando Louis aún estaba cursando la universidad se dio cuenta de que algo no estaba bien con él.
Y no, no era lo ruidoso o lo olvidadizo que lo había caracterizado sus cuatro años de carrera. Era algo aún peor.
Él estaba completa y perdidamente enamorado de la única persona de la que no se debía enamorar en primer lugar.
Lo supo porque cada vez que se encontraba con Harry en los descansos y pasillos de la facultad, sus manos temblaban y su corazón comenzaba a latir con fuerza. Y cuando estaban separados, en lo único que podía pensar era en rizos chocolate y ojos verdes vibrantes.
Era aterrador, por que mientras el tiempo pasaba y sus sentimientos no disminuían, sus estrategias para que todo se desvaneciera no funcionaban. Escuchar las historias de besos robados y aventuras en la cama sin expresar el mínimo recelo no eran sus conversaciones favoritas, en absoluto. Mucho menos cuando lo dejaban tumbado en su alcoba con los ojos rojos por no sentirse lo suficientemente valiente para arriesgarse y hacer algo a su favor por una vez.
Y ciertamente no era culpa de Harry. El chico era completamente libre de hacer lo que quisiera con quien quisiera y si eso nunca caía sobre Louis, estaba bien. Lo entendía, jamás se atrevió a decírselo, así que no debería haber esperado nada, aunque claramente, en lo más profundo de su ser, él en serio esperaba algo.
Era tan injusto, pero también era algo que sabía que inevitablemente tenía que pasar, porque era difícil no caer tan profundamente como lo hizo, no cuando Harry siempre actuaba como Harry. Siendo tan brillante, amable y considerado con todos a su alrededor, acompañado con esa chispa de ingenio e inteligencia que siempre lo han representado maravillosamente.
Probablemente él era la persona que conocía a Harry con más acierto en todo el mundo, conocía cada virtud y cada defecto. Cada cicatriz, cada triunfo, cada batalla, cada fragmento del laberinto que abordaba su mente. Él en serio lo amaba y todavía lo hace, por supuesto. Aunque supone que ahora es un poco más complicado, lo que alguna forma lo hace cómico pero no lo suficiente para hacerle gracia.
Y es que hay tantas cosas que recordar, tantas cosas que los unen con esa simpleza que parece que es así como debía ser, tantas cosas que ahora se disuelven dolorosamente como la arena en la costa cuando las olas chochan sobre ella sin ningún cuidado.
Probablemente es por eso que ahora duele tanto. El golpe constante sobre su pecho, la contención de un sentimiento no expresado, la sensación de perdida que invade cada fragmento de él son consecuencia de todo el caos repartido en su cabeza y su corazón sin un sendero de respuesta.
Sigue tratando de averiguar el momento que los ha llevado a esto, en que giro desenfrenado sus caminos se torcieron tanto para encontrarse en este punto tan alejados, actuando como desconocidos al otro lado del mundo. Pero todo es una perdida de tiempo, porque lo sabe.
Fue en tercer año de universidad. Los dos estaban drogados, pero él aun lo recuerda bien.
Zayn le había regalado un porro de marihuana sin ninguna razón aparente, le había parecido divertido compartirlo con Harry. Sentados en los anticuados y en desuso baños de la zona sur del complejo universitario.
—Quiero besarte —había dicho, bastante perdido para controlar su lengua.
— ¿Y quien te lo impide? —preguntó Harry entre risas.
Risas que cesaron sobre sus labios cuando atrapo su boca con cuidado. Un estúpido movimiento que decidió hacer en el momento menos indicado. La replica que recibió los días siguientes fue un completo silencio que le carcomió la cabeza y le destruyó un poco la sensación emocionante por dos semanas completas.
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¿Simple? No. Es amor ➵ Larry's Version
Fanfiction"Creo que me gusta Louis" La sala se hunde en un silencio y cuando se atreve a levantar la mirada todos lo están viendo. "¿Por qué tardaste tanto en darte cuenta?" cuestiona Zayn. "¿Darme cuenta? ¿Qué significa?" "Por favor, Harry. No seas idiota...