09.

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20 de Julio de 2019

Louis despierta solo en la cama la mañana de sábado.

Ligeramente cansado se sienta sobre el colchón, no hay rastro de Patrick en la habitación pero puede escuchar el sonido de la televisión a la lejanía por lo que puede deducir que ahí es donde está su prometido.

Levantándose de la cama, Louis se pone sus afelpadas sandalias y toma un abrigo que estaba botado sobre un buro de noche.

Sale con suaves pisadas, recorriendo el pequeño corredor hasta llegar a la cocina. Patrick está ahí, parado frente a la estufa mientras parece estar preparando pan francés.

Louis llega a su encuentro, abrazando uno de los brazos de su prometido y recargando su cabeza sobre el hombro del chico.

—Hey, buenos días, dormilón —dice Patrick sin mirarlo en ningún momento—. Creí que te quedarías ahí todo el día.

—Las traducciones me están matando últimamente, estoy agotado —comenta Louis con desganas—. ¿Qué hora es?

—Las diez con veinte.

—Es tarde —se aleja—. Iré a ducharme.

—De acuerdo —responde Patrick.

— ¿Me das un beso antes?

— ¿Lavaste tus dientes?

Louis rueda los ojos y niega. Patrick se acerca a él y besa su frente en lugar de sus labios.

—Tal vez después —dice su prometido, regresando su atención a su desayuno.

Sin decir nada más, Louis regresa a su habitación para comenzar a arreglarse.

Realizar toda su rutina con música doop wop probablemente es la cosa más genial que Louis alguna vez pudo haber descubierto. Alegra sus mañanas y lo pone optimista, además le recuerda un poco a Harry luego de aquella vez que se quedó a dormir en su departamento después de su cumpleaños veintiuno –mucho antes de que conociera a Patrick- no hay algo en realidad que sea memorable de aquel día pero fue una mañana agradable y por alguna razón se quedó grabada en su memoria.

Unos panqueques con forma abstracta y una taza de té Yorkshire impresionante. Buenos recuerdos.

Como una manía, Louis revisa el clima en su teléfono celular y para él, parece ser un buen día para usar una chaqueta. Eligiendo entre su armario, toma esa vieja chaqueta de mezclilla que Harry le compro durante sus años de universidad aquella vez que Louis entro en depresión por haber reprobado el examen final de química y tuvo la intención de hacerlo sentir mejor. Louis se enojó tanto con él por creerlo tan materialista, pero no dejo de usarla con una sonrisa hasta que se graduó.

Limpio y perfumado, Louis sale de la habitación de nuevo.

La cocina ahora esta vacía y el canal de las noticias está transmitiéndose en la pantalla. Louis busca con la mirada su desayuno pero no encuentra nada, ni dentro del sartén ni puesto en la mesa.

—Oye, amor —dice, apenas captando un poco de la atención de Patrick.

—Mhmm

— ¿Y mi desayuno?

Solo entonces Patrick lo ve.

—Oh, lo siento cariño —dice—. ¿Tú querías?

Louis no dice nada, solo suspira cansado. Rueda los ojos y gira sobre sus talones.

Louis se sirve un tazón con cereal ligeramente irritado, vierte la leche y espera un poco a que esta tome el sabor característico del azúcar.

Lo revuelve un poco con impaciencia con su cuchara.

¿Simple? No. Es amor ➵ Larry's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora