¡TU NO ERES EL PROTAGONISTA DE ESTA HISTORIA! yoonnam

Celo y alfa

N/A: [Antes de que comiencen su lectura, me disculpó. Jamás pongo escenas en cama y quién me conoce sabe que cuando las hago son muy superficiales.
Yo estoy en un proceso que quiero hacer lo que se me de en gana, pero sin olvidar quién soy.  Disculpen si es incómodo]

Yoongi en algún momento se sintió mareado con el beso, su pecho se calentaba y se ponía frío. Sus manos temblaban al sobar la espalda de Namjoon.
Aquel toque en algún momento se convirtió en algo más caliente.

El omega estando arriba comenzó a quitarse la parte superior, las mejillas de Yoongi se calentaron al ver el pecho del omega desnudo. Trato de desviar la mirada, pero Namjoon tomó su rostro, haciendo ambos contacto visual.

—Mirame, por favor — suplicó —Te entrego mi celo, alfa.

Yoongi sintió un calor extremo, las feromonas de Namjoon lo cegaron por un momento. De forma inconciente comenzó a gruñir un poco.

Namjoon estaba siendo demandante en cuanto los besos y dominante en acciones. Sin descaro alguno bajo los pantalones del alfa, ronroneando feliz.

Yoongi estaba en una nube blanca, no sabía si aquella sensación era placentera o lo estaba matando. Todo aquello era extraño, era diferente a como se imagino la sensación de hacer el amor.

Su cadera de manera inconsciente comenzó a moverse al sentirse dentro del omega, su cuerpo explotó en un placer que no podía comprender. Ver a Namjoon así ante sus ojos le hizo ver que realmente no había conocido la hermosura del omega.

Namjoon llevaba el control, Yoongi se dejaba ante como el omega pedía. Obviamente el omega nunca bajo del, su alfa era aún inexperto pero él quería mostrarle lo fantástico de esa parte de la relación.

—Mío— murmuró cerca de su oído, llevando a Yoongi a las estrellas —Mío, solamente mío.

Sin real comprensión mordió el cuello de Yoongi, jamás se había atrevido a marcar a su antigua pareja. Pero su Yoonnie era diferente, sabía que él si permanecería a su lado por siempre sin dudarlo.

Yoongi reaccionó de una manera extraña, se había corrido pero de igual manera quedando ambos quietos, el olor agrio salió como una bomba por toda la habitación pero el delicioso aroma a canela invadió enseguida, había empujado a Namjoon lejos.

—No omega, no— regañó. Namjoon de cubrió un poco con sus manos, sintiéndose asustado ante el alfa delante de él.

Yoongi era un alfa dominante, aunque su olor era suave no había duda de eso. Su ser completo se quedó petrificado al ver su cabello rubio.

—Alfa— lloró. Su lobo se sintió herido, el lobo lo había rechazado. Estando en celo olvidó el susto que se había llevado solo quería ser consolado.

—Vete— gruñó, Namjoon tratando de ser racional tomo sus cosas.

Pero enseguida fue envuelto en los brazos del alfa antes de poder salir de la habitación, se sintió extraño eso, ese no era Yoongi. No claro que no —Te daré un consejo, no juegues con un alfa dormido.

—Amo a Yoongi, no a ti sucio animal— forcejeó. Pero fue empujado a la cama.

—Estúpido omega, no puedes irte— sin más Yoongi fue el que salió. Dejando a Namjoon llorando sintiéndose perdido, aún sintiera enojo ante el omega no podía ser despiadado y lanzarlo a la calle en su estado.

Yoongi se puso la ropa en el pasillo. El celo de Namjoon era realmente fuerte y atrayente, era una combinación realmente fuerte para su ser. Pero tenía pendientes con su abuela antes de siquiera pensar en el contrario.

Camino hacía el comedor, donde se sentó. La omega tarde o temprano atravesaría esa puerta y le daría la explicación de esa noche.

Los recuerdos habían llegado de golpe, había lastimado a Namjoon pensando que era su padrastro. Quien era el que lo reclamaba.

—¡Maldita sea! ¡Maldita sea!— golpeó la mesa, atormentado su mente —¡Pudrete en el infierno!— gruñó.

Comenzó a jalar sus cabellos, era doloroso pero de una manera sacaba su enojo. —¡Te odio! ¡Te odio, maldito!— se dejó caer en el piso y como el cachorro rotó que era comenzó a llorar.

Toda su vida fue arruinada por él, por un monstruo sin corazón. Por un ser despreciable; uno que hizo a su omega entregar a su cachorro. Uno que lo rompió de mil maneras indescriptibles.

Ya estaba muerto, la madre de Yoongi lo acuchilló y castro esa noche. Misma noche donde ella entró en locura y se quitó la vida frente a su hijo.

—¿Yoongi?— la anciana Min lo miraba con dolor. —¿Dónde está Namjoon? ¡¿Dónde está Namjoon?!— gritó desesperada, temiendo por el joven omega.

—Esta bien, está en mi habitación descansando. No puedo siquiera ver si repugnante cara de mentiroso— murmuró —Todos tenían razón, esa cara de lástima al final tenía un fundamento sólido.

—No digas eso Yoonyoon, tú eres un alfa especial— la mujer comenzó a llorar. Sintiendo su corazón añicos al ver esa sonrisa cínica.

—¿En cuántas mentiras más tengo que vivir?— la mujer comenzó a negar —Tu sabías que yo dormía pero no quisiste despertarme ¿Iba a sufrir más? Dime abuela, ¿cuántas burlas soporte? ¿cuantos golpes y cuántas cuantas injusticias carga mi corazón? No querías que mi alfa saliera y supiera que fue violado, que fue ultrajado de la peor manera y herido. ¡Que jamás tuve la culpa de nada! ¡Que él siendo el único que podía defenderme tuvo que permanecer dormido para que no sintieras más culpa en tu corazón!.

—¡Perdón mi niño! ¡Perdóname!— suplico la mujer tomando las manos de Yoongi en un intento desesperado.

—Cuando fueron el abuelo y tú de visita les dije, yo les pedí ayuda. No quisiste escucharme hasta que el abuelo murió tu abriste los ojos pero mamá no tardó en morir. Lo que sientes no es amor, es culpa— la mujer comenzó a negar desesperada —¿Sirvió de algo?

—¡Yoongi! Ya basta, por favor— pidió, el alfa negó.

—No te perdono, al menos mi lobo no.— sin más salió de la casa, dejando ahí a la omega Min llorando y lamentando ser una cobarde ante su alfa. Por no poder proteger a su hija y sobre todo a Yoongi.

Ella no quería que saliera a la luz el pequeño niño que lastimaron, no quería que Yoongi sintiera aún más vergüenza en su ser. O tal vez como decía el joven alfa no quería aceptar la gran culpa que cargaba en sus hombros.

La mujer en un llanto desesperado comenzó ahogarse, para volver a gritar.

Namjoon bajo mareado masticando supresores, viendo el momento exacto cuando la vieja omega sostenía su corazón y luchaba contra eso.

—Tosa— murmuró —¡Abuela por favor, tosa— gritó pero la mujer se dejó caer. Namjoon la comenzó a sacudir pero al no recibir respuesta comenzó a gritar por terror.