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" Creo que no sospechas ni un poco de mí, ¿Eso es bueno? ¿Debería sentirme mal por ser invisible para tí? "
Haseul suspiró terminando de leer la nota que había sido dejada en su cama nuevamente. Hizo un puchero sintiéndose mal por la chica que dejó la carta para ella por no saber quién era, sin embargo sabía que no era todo su culpa, pues era distraída y probablemente esa chica no era mucho de demostrar sus sentimientos, y era muy inteligente al no escribir ella las cartas, si no, recortar letras y pegarlas así.
—Sería más fácil si me lo dijeras personalmente...— murmuró Haseul a la nada, deseando saber quién era la que le dejaba las notas.
Una chica iba pasando por ahí y sonrió tristemente al escucharla.
—Quisiera tener el valor para decírtelo personalmente— murmuró de igual manera la chica y siguió caminando hacia su habitación.
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