¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Haseul no sabía con quién hablar sobre sus sentimientos necesitaba consejos pero le avergonzaba mucho contar sobre su enamoramiento ¿Y cómo no? Hace un tiempo estaba notablemente enamorada de YeoJin, y ahora no podía dejar de mirar a aquella bonita chica.
Dió su profundo suspiro intentando darse el valor para hablar sobre eso y se adentró al estudio de la más bajita del grupo para poder hablar con ella.
—¿YeoJinnie? ¿Podemos hablar?— se acercó titubeante a la menor y se sentó a su lado.
—Vienes en el momento perfecto, Seul, ¿Qué opinas de esta canción?— la menor extendió una hoja con la letra de la canción a la líder y le regaló una sonrisa tímida —En unos días cumpliré cien días con Yerim y quiero darle lo mejor que sé hacer.
Haseul sonrió completamente enternecida al escuchar a la menor y se quedó unos minutos en silencio mientras leía las preciosas palabras escritas por la menor, le parecía increíblemente tierna la relación de Yerim y YeoJin, ambas eran tan nuevas en eso que las hacía torpemente adorables.
—No se puede esperar menos de tí, Jinnie. Es preciosa, le encantará— susurró estirando su mano para revolver su cabello.
—Gracias, Seul— YeoJin dejó la hoja en la mesita de noche y se giró a la mayor, poniendo toda su atención en ella —¿Sigues en busca de tu chica de las cartas?
La mayor parpadeó repetidas veces un tanto sorprendida por la pregunta y suspiró asistiendo lentamente.
—No te sorprendas porque lo sepa, Rimmie me contó y sólo me queda decir que ambas son muy ciegas— dió un golpecito en la frente de la mayor mientras reía —No puedo decirte quien es, pero deberías de actuar rápido o ella podría rendirse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
