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Haseul estaba perdida en sus pensamientos y todos giraban en torno a cierta chica. Se debatía internamente sobre si decirle lo que sentía o quedarse callada el resto de su vida, aunque sabía que la última opción era terrible pues con YeoJin eso había fallado, claro que ahora no se arrepentía de no haberle dicho pues le encantaba ver lo felices que eran Yerim y YeoJinnie juntas.
Ella se consideraba alguien directo pero en esos momentos se sentía como una completa cobarde, tal vez para sentiré mejor debía decir lo que sentía aunque tuviera un rechazó asegurado por parte de aquella chica que ya tenía a alguien más en su corazón.
—Unnie... Seul unnie... ¡Jo Haseul!— HyunJin dió un suave empujoncito que volvió a la realidad a la mayor —¿Estás bien?
—¿Uh? Lo estoy ¿Por qué no habría de estarlo?— Haseul miró a la menor con una sonrisita nerviosa pues sabía que todas ya habían notado su extraña actitud.
—Unnie... Tú sabes que puedes hablar con nosotras cuando lo necesites ¿Verdad? Tú eres nuestro soporte emocional y queremos que nos tomes como el suyo— Susurró Hyun estirando su mano para acariciar el hombro de la líder, buscando mostrarle su apoyo.
—Yo... Creo que me gusta alguien— Murmuró bajando la mirada avergonzada —No lo creo, me gusta... Pero ella esta enamorada de alguien más y no quiero enfrentarme al rechazo porque es lo único que me espera.
HyunJin parpadeó repetidas veces un tanto sorprendida pues no esperaba que su unnie abriera su corazón tan pronto, ¿A Seul le gustaba alguien? ¿Podría ser YeoJin? Después de todo era muy unida a ella y YeoJin estaba enamorada de Yerim ¿Jinsol? ¿HeeJin? No... no debía sacar conclusiones apresuradas.
—Siempre he sido reservada con mis sentimientos, sin embargo también creo que para sentirse mejor lo ideal es hablar sobre eso que te está atormentando— Sonrió Hyun —¿Cómo estás tan segura de que está enamorada? ¿Le has preguntado? ¿Tiene pareja? Puede que estés sacando conclusiones apresuradas, unnie, y si no es así creo que es algo que debes enfrentar, no te quedes pensando en lo que pudo ser, no guardes las cosas solo para tí porque con el tiempo eso hace daño.
Haseul asintió al escuchar aquel consejo y el foquito en su cabecita insegura se encendió, tenía que decirle lo que sentía.
Y aquella chica de las cartas que había escuchado pequeñas partes de aquella conversación también había tomado una decisión.
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