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Un silencio inundó la habitación acompañado de distintas reacciones aunque la mayoría era de costumbre después de que HeeJin se tropezara, haciendo caer su jarrón recién comprado y el cual estaba muy feliz de haber adquirido, tan normal viniendo de Jeon HeeJin.
Chaewon carcajeó y dió unas palmaditas en la espalda de la más alta, la cual mantenía un puchero y miraba con tristeza su jarrón destrozado. HyunJin se levantó para buscar el recogedor y así limpiar el desastre que se había hecho sin intención.
—Para la próxima deberías dejarme cargarlo a mí, Hee— comentó Jiwoo abrazada a HyeJu, la cual estaba a mitad de un ataque de risa por culpa del jarrón de HeeJin.
—Por cosas como esas la matamos en la mafia— Murmuró divertida Jungeun a YeoJin.
—¿Y a mí por qué me matan? Si yo no rompo cosas— se quejó Jinsol aún sentida por eso.
—Por torpe— contestó con simpleza la más bajita del grupo.
—Chae también es torpe, y ella sí era la mafia...— Refunfuñó otra vez Jinsol y se cruzó de brazos.
Kahei rió abrazándola por la espalda y Jinsol dejó el drama para molestar a su pareja un poco.
—Seul unnie, te veo perdida ¿Todo está bien?— Preguntó Hyun curiosa de ver a Haseul mirando a la nada con expresión pensativa.
Si supieran que la pobre Haseul estaba realmente ansiosa y preocupada porque había descubierto que se sentía atraída por una de ellas, peor aún, se sentía atraída por alguien que no la vería de otra manera porque ya estaba enamorada de alguien.
—Estoy bien, creo que no dormí lo suficiente— contestó Haseul, ganándose una mirada curiosa de varias integrantes, incluida ahí la chica de las notas.
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