El frío del norte azotó con fuerza en su rostro, provocando que una inmensa sonrisa se asomara en sus labios. Era exactamente el frío que recordaba haber sentido por última vez antes de emprender su viaje a Rocadragón, de inmediato se fijó en el castillo de Invernalia a lo lejos.
- Tengo que reconocer que vuestro hogar impone bastante, su majestad.- Daenerys se posicionó a su lado con el caballo, fijando su vista también en el castillo.
- Cuando era pequeña, mi gran sueño era vivir en un enorme castillo del sur junto a mi marido y mis hijos... -Susurró sin apartar la mirada ahora de Daenerys.- Ahora tengo algo mucho mejor que un rey o un príncipe.. -Sonrió suavemente.- Tengo a una reina...
Daenerys sintió sus mejillas calentarse un poco, algo que agradeció internamente por el inmenso frío que caracterizaba al norte. Sonrió un poco mirando a la pelirroja.
- Me siento honrada, su majestad. Quizá debería ir a visitarla esta noche a sus aposentos después de llegar al castillo.. - Le guiñó un ojo sutilmente a Sansa quien rió suavemente entre dientes.
- Las puertas de mis aposentos están abiertas para usted, alteza...- Sansa le siguió el juego, sonriendo victoriosa al ver a Daenerys sonrojarse un poco más.
- Tomaré eso como una invitación.
Sansa sonrió suavemente fijándose después en los dragones, especialmente en Rhaegal quien descansaba en una de las colinas junto a sus hermanos.
- Me temo que no les va a gustar su estancia en el norte. Ellos son criaturas del verano.- Sansa sonrió de inmediato al ver a Rhaegal mirarla fijamente.
- Me alegra saber que mis hijos te aceptan y ellos a ti. Parece ser que Rhaegal tiene una especie de debilidad por ti... -Daenerys sonrió pensativa mientras seguía su camino junto a Sansa y todo su ejército detrás de ellas.
- Al igual que yo tengo debilidad por él. Es como si supiera exactamente lo que necesita y lo que va a hacer...- Sonrió levemente.- Como si estuviéramos conectados de alguna manera..
- Es exactamente lo que yo siento con ellos, aunque tengo un vinculo más estrecho con Drogon..
Sansa la miró durante unos segundos, sonriendo suavemente. Volvió a fijarse en el camino, viendo como sus soldados estaban entrando por las puertas del pueblo, siendo recibidos con sonrisas ilusionadas de los más pequeños y de miradas aliviadas provenientes de los adultos. Ella procuró mirar a su gente, sonriendo con seguridad para demostrar que el Norte ganaría la última guerra, que ella siempre buscaría la protección de su pueblo a toda costa.
Los aldeanos al ver a su reina, lo primero que hicieron fue suspirar y sonreír aliviados. Por fin la última Stark estaba en casa.
Drogon, Rhaegal y Viserion volaban por encima del castillo, rugiendo para demostrar que la existencia de los dragones no era un mito sino una realidad. Sansa se fijó en los dragones, inclinado la cabeza ligeramente con respeto. Toda la gente común la miró con admiración ante su temple y no les quedó más remedio que contemplar a los dragones con asombro, viéndoles descansar de nuevo en las colinas de las que habían despegado anteriormente.
Daenerys miró a todos los aldeanos, sonriendo suavemente para que no pensaran que ella era una amenaza. Más bien lo contrario, ella solo quería mantenerlos a salvo, al igual que Sansa. Todos se fijaron también en ella, algunos inclinaron la cabeza con respeto dando a entender su agradecimiento por venir a ayudar en la Gran Guerra.
Sansa sintió un leve revuelto en su estómago al ver el castillo de Invernalia ante sus ojos. Pronto volvería a ver a Jon y también a Bran y Arya. Sentía tanta emoción de volver a ver a sus hermanos pequeños que no se fijó en una serie de individuos que la miraban con asombro y emoción.

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Phoenix Queen
AcciónSansa Stark despierta después de la Batalla de los Bastardos siendo reina, pero también con los poderes de una chica que se hacía llamar Jean que ahora vive en ella. Con sus nuevos poderes adquiridos, está lista para luchar contras los caminantes bl...