Phoenix Queen

Las Lluvias de Castamere 2.0

- No me fío de Cersei, mi reina. ¿Está segura de todo esto? - Brienne se fijó en Sansa con preocupación.

- Sé lo que hago, Brienne. Cersei Lannister tiene muchas deudas que pagar y hoy ha llegado el día de cobrárselas. ¿Tienes lo que te pedí? - Brienne asintió dándole un frasquito con un líquido transparente. Sansa sonrió mirándolo.

- ¿Qué es exactamente eso, mi reina? ¿Lo usará contra Cersei? - Brienne la miró fijamente, viendo como se guardaba el frasquito en uno de los bolsillos de su vestido.

- Sí, Brienne. Lo usaré contra Cersei, ahora necesito que hagas lo que te pedí. Libera a Ellaria Arena y a su hija, las dos todavía siguen vivas. Llévalas a nuestro campamento y mantenerlas a salvo. A su hija dala este frasquito, conseguirá vivir - Le tendió un frasco un poco más grande que el otro.- Ve, Brienne. Nos quedamos sin tiempo. 

Brienne asintió separando su camino del de Sansa, yendo directa a las mazmorras. Sansa sonrió levemente dirigiéndose hacia el solar de Cersei.

- ¿Irá ella sola? ¿Qué planea hacer? La matarán! - Cat empezó a hablar histérica intentando acercarse a su hija. Intentó coger la mano de Sansa, notando como su propia mano la traspasaba, sintiendo una sensación de vacío en su interior.

- Cat, no podemos hacer nada, solo podemos ver lo que Sansa tenga planeado. - Ned suspiró levemente, atrayendo a su esposa a su lado. 

- Sansa.. - Cat miró su mano fijamente todavía con la sensación de vacío. Arya miró a sus hermanos, suspirando alicaída.

- Sansa saldrá de esta, la conozco lo suficiente y sé que superará a Cersei con facilidad. - Jon miró fijamente a Sansa, sonriendo con confianza. Robb, Arya y Rickon se miraron entre sí, preguntándose cuanto se habían perdido. 

-Jon tiene razón, confiad más en Sansa...- Bran miró por un momento a Jon, asintiendo, volviendo su mirada hacia Sansa de nuevo. Ned y Cat se miraron preocupados, volviendo a mirar a su hija mayor.

Sansa se paró enfrente de la puerta que daba al solar de Cersei, miró a uno de los soldados fijamente.

- Su majestad me reclama, decidla que ya estoy aquí. - Siguió mirándole, viendo como el soldado abría la puerta del todo poco después para que pasara. Sansa no demoró ni un poco, pasando rápidamente a la enorme habitación.

- Palomita, ya estás aquí... - Cersei sonrió mirándola fijamente desde la cama con una copa de vino en la mano.

- Cersei, un placer volver a verte. - Sonrió con indiferencia yendo hacia una pequeña mesa, sirviéndose una copa de vino.

- Veo que ya no eres un pajarito asustado, Sansa. - Se acercó a ella, dejando su copa en la mesa, pasando las manos por sus hombros después.- Y eso me gusta, aprendiste muy bien, pequeña Stark.

Sansa dejó su copa en la mesa, volteando para poder mirar a Cersei.

- Aprendí bastante bien, Cersei. Dime, que deseas de mi... - Susurró sonriendo mientras acariciaba sutilmente el cabello de Cersei, mirándola a los ojos.

- Seamos francas, Sansa. La chica Targaryen es un obstáculo para las dos, unamos fuerzas... - Sonrió cruelmente mirándola fijamente.

- No te recordaba tan franca, Cersei. Dime una sola razón para unir fuerzas contigo, quizá Daenerys pueda darme mucho más de lo que tu podrías... - Sonrió separándose abruptamente de Cersei quien la miró fijamente con una pizca de locura en la mirada.

- ¿Daenerys? Veo que esa pequeña zorra ha intentado engatusarte. Sabes que yo podría darte mucho más, Sansa. Ella es solo una desconocida en estas tierras... - Susurró volviendo a acercarse a ella, posando las manos en su cintura.- Pequeña Stark, has crecido bastante.... - La miró de arriba a abajo con deseo y sin disimulo.