6 章

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Era de noche, los animales nocturnos salían a casar, los grillos cantaban y algunas luciérnagas volaban con su peculiar brillo que las caracteriza. El cielo nocturno era decorado con bonitas constelaciones y estrellas brillantes, y con ellas la enorme luna que desprendía su hermosa luz celeste.

En los grandes dormitorio del orfanato más popular de prácticamente todo el estado, las chicas se encargaban de arropar a los niños que ya cambiados y con los dientes limpios estaban recostados listos para dormir.

—A dormir pequeños engendros— Mina junto con Ochako estaban arropando a los niños del grupo A, la pelirosa estaba arropando a los chiquitines del lado izquierdo mientras la castaña arropaba a los del lado derecho.

—Mina no les digas así—

—Lo siento— Mina se acercó a Kirishima y le susurró al oído...—No lo siento—

—¡Mina!—

—Ya, ya, tranquilízate— levanto las manos mientras sonreía nerviosa.

—Descansen pequeñines—

Ochako al terminar de arropar al pequeño Tokoyami se inclino y beso su frente. Lo mismo hizo con el resto de los niños del lado derecho.

—Mina, también debes darnos un beso de buenas noches— le recordó Sero, el pelinegro que casi siempre tenía una sonrisa plasmada en su rostro.

—Oh si, lo siento— Mina se inclino y le dió un pegajoso beso al niño en su regordeta mejilla, después paso a la siguiente cama donde un pequeño gruñón la miraba amenazante —Sigues tu pequeño duende—

—No te me acerques—

Su seño se frunció más y oculto media cara con la cobija naranja que le pertenecía.

—Solo es un beso, no seas maleducado— Mina se le acercó y trato de apartar la cobija del niño.

—¡Dije que no!—

Katsuki y Mina comenzaron a jalar la cobija de un lado a otro mientras se gritaban diversas cosas.

—¡Deja mi cobija alienígena con cuernos!—

—¡Irrespetuoso niño endemoniado!—

Los demás niños y Ochako miraban a los dos con cansancio, la castaña solo se dispuso a seguir arropando y besando a los niños faltantes.

—¿¡Si fuera Izuku te abrías dejado besar no?!— Mina para molestará y ganarle al rubio ceniza, recurrió a los obvio sentimientos infantiles que el niño tenía con el pecoso.
Esto le funcionó muy bien ya que el pequeño se sonrojo y se distrajo provocando que soltará la cobija y cayera de cara al colchón.

—¡Jajajaja yo ganó!—

—¡Mina ya basta!— Uraraka le arrebató la cobija  que la pelirosa tenía como trofeo —No es correcto que juegues así con Katsuki—

—El empezó— se defendió con un puchero.

Ochako ayudo a Katsuki a acomodarse de nuevo en su cama, lo tapo con su cobija y le dió un suave beso en la frente.

—Descansa Katsuki— le sonrió amable.

El niño solo permaneció en silencio sin levantar la mirada.

—Disculpate Mina— la empujó para que hiciera lo dicho.

Mina suspiro y se acerco al niñito. Tomo asiento en la cama y revolvió los cabellos cenizos.

—Kat, ¿me perdonas?—

El nombrado se tapó hasta la cabeza y la ignoro.

—Si me perdonas te juro que mañana te daré doble postre—

★Orfanato Midoriya★ •///•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora