★Orfanato Midoriya★ •///•

2 章

—Soy Keigo—

—Es un bonito nombre, te queda perfecto— Izuku le dió una bonita sonrisa dejado anonado al pequeño rubio que desvío la mirada con toda la cara roja —Muy bien Keigo, apartir de ahora yo, mejor dicho todos nosotros cuidaremos de ti, así también tu cuidaras de nosostros— al decir esto señaló a todos los pequeñines y a las cuidadoras que al tener la atención del chiquillo lo saludaron —¿Estás de acuerdo con eso?—

Keigo se quedó divagando por su cabeza, ¿Cuidar de todos ellos? ¿Cómo iba a hacerlo? Vio a todos los niños de al parecer su misma edad, no parecían no estar de acuerdo con cuidar de él. Miro una ves más al chico de pelo verde, este no quitaba su radiante sonrisa. No lo pensó más y asintió.

—Exelente— el peliverde sin soltar sus manos se levantó y empujó a Keigo para poder acercarse a los demás integrantes de la disfuncional familia Midoriya —Mira Keigo, ellas también te cuidarán, la primera de la fila se llama Uraraka Ochako, la de cabello corto es Kyoka Jirou, la chica de hasta atrás es Hagakure Toru, la de cuernitos es Mina Ashido, la chica que te mira tan fijamente es Tsuyu Asui, y por último pero no menos importante Momo Youyorozu... Poco a poco irás conociendo a los pequeños, no te apresures ¿Si?—

Keigo miro a las chicas mencionadas, sus expresiones no parecían malas ni tampoco parecían forzarlas.

—Señorita le agradezco que lo haya traído aquí, le prometo que le daremos una buena estadía— Izuku se dirigió a la señora que solo asintió y se adentro al automóvil, para despedirse bajo la ventanilla del auto.

—Lo se Midoriya, nos veremos después—

Con eso el auto volvió por dónde vino, los portones se cerraron para evitar que alguien entrará sin permiso. Y cuando eso paso muchos niñitos se lanzaron corriendo a Keigo que al ver eso trato de escudarse con el pecoso.

El pequeño escuchó gritos, pero entre esos gritos también escucho pregunta cómo; ¿Cuántos años tiene? ¿De dónde eres? ¿Quieres ser mi amigo? Etc etc....

—¡Chicas ayúdenme!— pidió Izuku cuando los niños se amontonaron más a él, pudo alzar por los hombros al rubio para no ser aplastado por los peques.

Las cuidadoras corrieron a ayudar a su amigo que ya se encontraba en el suelo con Keigo en brazos tratado de protegerlo de los niños.

—Fuera fuera—

—Mina no son perros—

Las chicas apartaron a los pequeños viendo a su amigo casi inconsciente en el piso y al rubio que no entendía nada de lo que pasó en esos cortos segundos.

—Oh no, rompimos a zuzu— Kirishima vio a su peliverde murmurar incoherencias.

—Solo está dormido— otro pequeño con bonito cabello bicolor hablo —Verdad Natsu—

—¡No está dormido! ¡Si estuviera dormido tendría los ojos cerrados doble cara!— Katsuki con su mismo tono de voz dijo —Es toda su culpa por ser tan agresivos— señaló a los demás peques.

—Katsuki tu también te lanzaste sin preguntar— Iida como siempre tratado de hacer justa la situación —Eres un mal niño—

—¡Yo no soy malo! ¡Tu lo eres!—

Y cómo por arte de magia los pequeños comenzaron, otra vez, a pelear entre ellos.

—Ay no, ya empezaron a pelear— Ochako miraba como algunos niños ya empezaba a llorar.

—Ugh... Maldita gravedad— el pecoso por fin recuperaba conciencia, se sentó en el pavimento mirando su entorno, las chicas viéndolo y atrás de ellas muchos niños haciendo lío —Bien, hora de regresara a trabajar—