Eclipse - LIPSOUL

IV

Las risas pronto se calmaron y se convirtieron en suaves murmullos a medida que se acercaba la medianoche. Durante horas, Jungeun se había sentado justo al lado de la Noche en completo y absoluto silencio. No podían arriesgarse a volar su tapadera, ya que significaría un fuerte castigo por parte de los gobernantes de los cielos.

Cuando los mortales abandonaron el área del campo abierto, se convirtieron en solo ellas dos, el Día y la Noche. Jungeun no sabía cómo iniciar una conversación. La única vez que habló fue para recibir órdenes de los poderes superiores y eso fue hace millones de años.

Sin embargo, a Jungeun le encantaba hablar. Ella misma no lo había hecho en bastante tiempo, pero amaba el sonido de las voces de las personas. Le asombraba cómo una cosa simple que no se podía ver podía unir al mundo entero en una orquesta.

No pensaba que la Noche le hablaría primero, no. La noche estaba en un silencio mortal, y sus ojos penetrantes miraban al suelo. Entonces, en cambio, Jungeun se armó de valor y se aclaró la garganta. Cuando llamó la atención de la contraria, ella le ofreció una débil sonrisa.

"Hola", dijo.

La otra chica la miró con curiosidad, como si nunca antes hubiera oído el idioma. Pero eso ciertamente no arrastró las esperanzas de Jungeun.

Continuó hablando sobre sí misma, lo que hizo y cómo ella era, por defecto, la contraparte de la chica. La contraria escuchó en completo silencio todo el tiempo, sin molestarse en responder. Sin embargo, sus ojos, sus hermosos ojos brillantes, estaban fijos en ella todo el tiempo. La chica la miraba como si nunca antes hubiera visto a una mujer tan hermosa.

Cuando llegó el momento de que la noche se fuera y el sol saliera, Jungeun le ofreció a la chica una última sonrisa y le preguntó su nombre mientras bajaba la luna y limpiaba el cielo de estrellas.

Una breve sonrisa apareció en sus labios, más rápido que un rayo, antes de pronunciar una sola palabra.

"Jinsoul".