Eclipse - LIPSOUL

IX

El sol salió y se puso sin necesidad de la ayuda de Jungeun y Jinsoul. Se había vuelto extraño al principio, con subidas temblorosas y patéticas mezclas de colores. Sin embargo, a medida que pasaron los largos y agotadores meses, el sol y la luna comenzaron su viaje con normalidad una vez más.

Jinsoul no había visto a Jungeun en meses. Y viceversa. Sin embargo, la chica que estaba atrapada en el calor abrasador del sol sabía que tal vez se encontraría con su amada una vez más.

Habían sido maldecidas; colocadas en dos lados del mundo tan lejos que nunca volverían a verse. Pero las mentes brillantes de dos seres divinos finalmente encontraron la manera de estar juntas.

A medida que el eclipse se cernía sobre el horizonte, los mortales de abajo se reunieron con sus gafas de sol puestas, mirando hacia el cielo para presenciar el hermoso fenómeno. En el que por unos instantes, el sol y la luna entrarían en contacto, formando un puente y permitiendo que las dos amantes se reunieran en el centro por unos escasos minutos antes de pasar de nuevo un año más en soledad.

Jungeun no podía detener los latidos de su corazón cuando los remolinos de oro que salían de su sol tocaban los elegantes y fríos rayos plateados de la luna. Se formó el puente celestial, y en el borde estaba Jinsoul, alguien de quien se había enamorado perdidamente, de pie al otro lado del puente.

Una sonrisa se formó en el hermoso, pero cansado, rostro de Jungeun mientras exhalaba un suspiro de alivio, corriendo directamente hacia Jinsoul mientras la chica corría hacia ella.

La herida en su pecho ya no estaba, pero había una cicatriz en forma de luna creciente. Sobre el pecho de Jinsoul, donde estaba su corazón, el sol abrasador estaba incrustado en su piel, ardiendo como el fuego cuando entró en contacto con la piel quemada de Jungeun.

Se derritieron en un abrazo, sin palabras mientras se deleitaban en la comodidad de la otra.

Un día, encontrarán una manera de escapar de este reino de terror y terrible pesadilla.

Un día, volverán a pertenecerse la una a la otra.

Un día, serán libres.

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