Cubriendo mi cuerpo con alguna manta que Jeno había traído para mí, continuaba intentando calmar mi llanto. Había escuchado la voz de Jaemin desde la sala hace un rato. Parecía realmente preocupado, aunque podía asegurar que no estaba en buenos términos con Jeno.
Los segundos se hacían minutos, los minutos horas y las horas una eternidad. Sentía que mi corazón ardía y no sabía si era enojo, tristeza, decepción o quizás dolor y era entonces cuando nuevamente al recordarlo volvía a llorar más fuerte.
La puerta de mi cuarto se abrió por segunda vez, no era ninguno de los dos chicos que hace un momento parecían estar teniendo una pelea abismal en mi sala más bien, era uno de aquellos de los de semblante serio que con solo mirar sabes que debes de terminar con todo esto.
– Chenle... – procedió a sentarse a un lado de mi cama dejando sus cosas en el mueble más cercano para mirarme compasivo – Debo de curar tu herida. Has llenado ya toda tu cama de sangre.
– Déjalo. – Contesté de inmediato.
Taeil se levantó y procedió a preparar sus cosas. Si quiera parecía haberme escuchado, simplemente seguía sus propias órdenes.
Mientras más lo miraba más deseaba ser como el, andaba por la vida con tanta paz. Hacía las cosas con tranquilidad y siempre intentaba mantener todo bajo control. Siempre ha sido una persona que con tan solo ver te transmite tranquilidad y te hace sentir seguro, fácilmente se había convertido en mi modelo a seguir desde que lo conocí.
– Algunas heridas... – tomó mi mano y comenzó a limpiarla con un poco de agua y una toalla – se curan con el tiempo. Un corazón roto puede tardar en sanar, pero tarde o temprano lo hará. Cortes en las manos, pueden infectarse.
Infección...
– ¿Un amor puede infectarse también? – pregunté. El realmente parecía analizar cada una de mis palabras.
– Claro que puede... – Contestó después de quizás un minuto de silencio – Hay personas que se hacen daño aún cuando saben que lo suyo no funciona y quizás nunca lo haga. No sé pueden deshacer de ellos, a veces no abandonan esa enfermedad hasta que lamentablemente es demasiado tarde.
Entonces, después de aquella noche los días siguieron pasando, Jeno por un lado me llevaba y traía de la Universidad diario mientras que Taeil y Jaemin preparaban comida para mí todos los días, más sin embargo el dolor volvía a aparecer cuando miraba a Renjun. Aquél que me había advertido una y otra vez sobre esa relación y descaradamente había ignorado.
El no sabía nada o al menos eso quería imaginar, aunque la forma en la que me miraba dijera lo contrario.
– Reprobaste otra vez – me miró mientras dejaba sus libros sobre la mesa. Estaba resignado – Fue tu última oportunidad Chenle.
– Solo son exámenes
– ¿Tu madre no se enojará por esto?
– ¿Y qué importa si ella lo hace?
– No creo que siga pagando por ver a su hijo llevarse materias una u otra vez. La última vez quiso llevarte de regreso a China.
– Lo iba a hacer de todos modos RenJun.
Los días simplemente ya no brillaban para mí, sentía que todos estaban en mi contra y que simplemente nada iba bien. Como en esas ocasiones que leyendo el tarot Jaemin había dicho que Mark tendría un accidente y poco después parecía estar provocandolo el mismo.
Mi teléfono sonó entre mi mochila desordenada y con comida de hace días, intenté sacarlo aunque finalmente fallé dejándolo caer y quebrando su pantalla.
La llamada se detuvo al mismo instante, aunque aquella persona insistió dos o tres veces más.
ESTÁS LEYENDO
Do Mi Ti | JiChen
Fiksi PenggemarJisung x Chenle | JiChen "Se sentía tan bien estar tan mal" Historia en secuela de "Eudaimonia" NoMin. Avertencia: Lenguaje inflamatorio, violencia. Contenido +18. Es solo ficción. (2022) historia corta, no se permiten adaptaciones sin previo aviso...