Familia (DekuKatsu) Omegaverse

Capítulo 3

Pasadas las horas llega a su ciudad natal, baja y con nervios camina hacia su casa, tiene poco dinero, no puede darse el lujo de gastarlo en un taxi y su vieja casa estaba a unas calles de la estación.

Lleva a su pequeño de la mano y su maleta pequeña en su hombro, aún le duelen los golpes del día anterior pero no pretende detenerse, ya era de mañana y su pequeño no ha comido nada.

Ve que está cansado de andar, lo alza en brazos y decide seguir así, ve su casa y tiembla aterrado de tocar.

Teme que sus padres no lo ayuden y todo esté perdido para ambos, porque probablemente tendrá que volver con su alfa para tener un techo y comida.

Toca y no recibe respuesta, teme que lo estén ignorando, toca de nuevo y decide esperar sentado en la entrada con la esperanza que lleguen o le abran. Al menos quiere poder tener el intento de rogarles.

—Los Bakugou están de viaje, volverán en un mes aproximadamente.

Una vecina lo ve y dice eso sonriendo, lo ve más atenta y hace una mueca, probablemente noto que era el hijo de estos, uno que se fue y no volvió en más de cuatro años.

Asiente y cuando se aleja deja salir su expresión desesperada ¿Que iba a hacer ahora? ve a su pequeño dormir en su pecho, se siente desesperado.

Camina y ve el parque donde solía jugar cuando era un niño, se sienta en una banca y abraza a su cachorro, Trata de contener su llanto, furia, desdén, melancolía, es una combinación de emociones. Pero sobre todo terror a qué pasará ahora.

Tiene poco dinero, es un omega, con un cachorro y marcado, sin estudio, es todo lo que la sociedad odia.

Pero si vuelve su alfa probablemente mate a su cachorro como venganza y lo tratara peor que antes.

Termina quedándose dormido, está física y mentalmente agotado, no durmió en todo el camino por el miedo de que su alfa los siguiera.

Despierta y su cachorro ya no está en sus abrazos, desesperado se levanta a buscarlo.

Katsuo para ese punto está llorando, despertó y vio un minino, quiso acariciarlo, pero huyó, creyó que alejarse un poco no sería malo, su madre omega dormía y no quería perturbar su sueño, sabe que está cansado.

Pero ya no supo cómo volver, está bajo un árbol roto en llanto.

—¿Estás bien pequeño?

Escucha esa voz y alza la mirada, un alfa le sonríe y el pequeño trata de hablar entre sollozos.

—Perdí a mi mamá.

El alfa lo ve de cerca y da un pequeño respingo, trata de ignorar eso y le ofrece su mano.

—Vamos a buscar a tu madre, probablemente te busque en el área de juegos donde la mayoría de los niños van.

El pequeño duda en tomar su mano, pero por alguna razón ese alfa parecía amable y tenía un aura bastante cálida, la acepta y este lo guía al área de juegos.

—¿Ves a tu madre por algún lado?

Niega con la cabeza y se limpia las lágrimas aún tomado de la mano del alfa.

—¿Es suyo? Es tan lindo.

Una mujer que probablemente estaba ahí cuidando de sus cachorros lo elogia y el alfa niega avergonzado.

—No, en realidad está perdido y lo ayuda a buscar a su madre ¿No sabe si alguien perdió un niño?

La mujer niega, pero le pregunta al resto por ello, el alfa suspira al no obtener respuestas positivas.

—Quiero a mi mamá...

—Esperaremos una hora, si no llega llamaremos a la policía y ellos podrán encontrar a tu mamá ¿Bien?

El pequeño asiente y ambos esperan en una banca, el alfa lo observa y escucha que su estómago gruñe, el pequeño hace una mueca y el alfa parecía preocupado.

—¡Katsuo!

Escuchan una voz desesperada y un omega toma en brazos al infante, este llora y se aferra al omega pidiendo perdón.

—No vuelva a irte así, jamás

Lo regaña, pero parecía más aliviado, entonces alza la mirada hacia el alfa que al parecer cuidaba a su cachorro, ambos cruzan miradas y Bakugou siente un revuelo en su estómago.

—¿Deku?

—Hola Kacchan, lo ví y me recordó a ti, veo que no estaba en un error.

Deku nervioso le responde eso, se para frente a él y Kacchan siente sus mejillas enrojecer.

Entre todas las personas que creyó toparse era la última que creía que volvería a ver.

Deku le sonríe y Kacchan no sabe que decir, siente que sus mejillas arden y desvía la mirada tratando de disimular.

Deku observa su maleta y deduce que probablemente iría a visitar a sus padres, pero entonces recuerda y decide cuestionarlo.

—¿Vienes a ver a tus padres?

—Si, pero no están.

—Si, se marcharon a un crucero con mi madre, yo vengo de su casa, me pidió regar sus plantas.

Escucha eso y Kacchan entonces confirma que todo está jodido, su pequeño lo ve y sabe que todo se complicaría.

—Supongo que volverás a casa, aunque hace tiempo que no venías por aquí.

—¿Vamos a volver a casa? No quiero, no quiero que papá te lastime más.

—No cariño, no volveremos lo prometo.

Su cachorro dice eso desesperado y Kacchan lo abraza para apaciguarlo, Deku nota su mirada y entiende todo, siente un fuerte dolor en el pecho, estaba tratando de tragarse su irá por lo escuchado.

—Ya veo ¿Tienes a dónde ir?

Lo ve preocupado y Kacchan claramente no quiere responder con la verdad, pero es fácil de leer, Deku suspira y sabe que no puede dejar las cosas así, no quiere en absoluto aprovecharse de la situación, pero sabe que si no lo ayuda probablemente se arrepienta.

Además, ve al pequeño en sus brazos y eso solo lo hace querer ayudarlo más.

—¿Te gusta el café?

Kacchan lo ve dudoso por su extraña pregunta, pero asiente y Deku ríe levemente.

—Hay un café muy bueno por aquí, además tienen desayunos muy buenos, te invito, no nos hemos visto en mucho tiempo, ahí podremos conversar más cómodamente, además, a alguien le gruño el estómago hace un momento.

Toma la mejilla del cachorro y este ríe avergonzado, si ese seguía siendo el mismo Deku que el conoció, sabía que era la única persona en quien podría confiar en que era sincera y sus intenciones totalmente buenas.

—Katsuo, ese es su nombre.

—Un gusto Katsuo, yo soy Izuku Midoriya y soy amigo de tu mamá.

El pequeño por fin deja de llorar y acepta la mano del alfa como saludo, Kacchan decide aceptar la invitación, más que nada porque su cachorro debe comer algo y sinceramente ver a Deku fue algo reconfortante.

Cómo desearía que sus caminos jamás se hubieran separado.