CAPITULO IV

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Zaida Mackenzie



































Me escoltan hasta una habitación donde me ordenan que por ningún motivo intente escapar, como si fuera posible... apenas salieron de la habitación cerraron con seguro la puerta, compruebo la ventana y se encuentra totalmente sellada. Suelto un suspiro y me acerco a la cama para sentarme en ella, me dedico esos minutos a delirar en mi mente ¿Tendré la posibilidad de ver a Calder aquí? Espero que si, realmente lo necesito ¿Acaso tendré el valor suficiente para superar cada prueba? No lo se. No voy a mentir, tengo miedo y muchas veces esa sensación de angustia no es tu mejor amigo, es una espada de doble filo. No tengo claro en que momento me quede dormida, pero me despierto sobresaltada porque la puerta se abre bruscamente e ingresan varias Doncellas con sus manos cargadas. Supongo me ayudaran a prepararme para el baile de esta noche, rápidamente comienzan a preparar el baño y cuando lo tienen listo, no se molestan en pedirme que me acerque a ellas... simplemente me arrastran a la tina de agua que se encuentra tibia, casi fría. Mientras me enjabonan el cuerpo sin delicadeza, se dedican a platicar sobre lo que sucederá más tarde y me queda bastante claro que esta noche es importante principalmente porque somos presentadas al Rey, también es la ridícula oportunidad de bailar con los príncipes. Me colocan un vestido blanco con un corsé sumamente apretado que me quita la respiración, tiene delicados trazos en encaje y pequeños brillos en su escote... en el cabello pequeñas trenzas lo adornan, me sorprende cuando me colocan en mi rostro muchos polvos y pintura, me perfuman con un horrible perfume que odio en el instante que lo siento en mi piel y los zapatos son incomodos, no estoy acostumbrada a usar ese tipo de calzado. Me observo en el espejo cuando terminan y me siento ridícula, no me reconozco... me indican que debo abandonar la habitación mientras ellas se encargan de ordenar todo, un guardia me espera en la puerta y me extraña cuando se inclina ante mí. Después me dedico a seguirlo como una sombra hasta que llegamos a un gran salón donde se encuentran los nobles, las demás chicas también ya se encuentra aquí y visualizo a lo lejos a Katrina hablando con un grupo, es una amiga de la infancia. Me acerco a ella rápidamente y no puedo evitar abrazarla, ella me corresponde inmediatamente.

- Zaida -exclama mi nombre- no creí que te eligieran porque no estabas en las habitaciones- me dice y frunzo el ceño ¿Habitaciones?

- Katrina me alegra mucho verte- le digo y me separo- ¿Habitaciones? - le pregunto.

- Si, todas compartimos la misma habitación- me contesta- ¿Dónde estabas? - me pregunta.

- Me asignaron una habitación, estuve encerrada todo este tiempo hasta que llegaron las Doncellas a prepararme- le respondo, ella se dedica a mirarme en silencio.

- Zai, hasta tu vestido es distinto- me señala y si, tiene razón. Todas ellas visten del mismo color, un simple vestido gris ¿Qué sucede? Si se encuentran maquilladas y bien peinada, pero es totalmente distinto a como me encuentro.

- No lo entiendo Kat- murmuro en voz baja.

- Evidentemente tenemos una favorita entre nosotras- una chica exclama y se detiene al lado de mi amiga- agradezco que las competencias definen a la ganadora, no tienes ninguna maldita chance de ganar querida- me dice con molestia.

- Espera un segundo- le pido- no poseo ningún tipo de favoritismo, no entiendo lo que sucede y...- me interrumpe.

- Me encontraba detrás de ti en la fila, eres la maldita favorita- agarra mi brazo- pero vuelvo a repetirte que no sirve de nada, serás eliminada en el primer juego- asegura- te sugiero que disfrutes este baile- termina y se gira hacia Katrina- las favoritas no merecen nuestra amistad, no te acerques a ella o si lo prefieres hazlo, pero no seguirás formando parte del grupo- no puedo creer lo que acaba de decirle y simplemente se aleja.

LA REINA EN LLAMAS (LIBRO UNO- BILOGÍA EN LLAMAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora