Parte 31: Theo

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Los siguientes días pasaron como si nada, todo volvía a la normalidad, ya no teníamos mas peleas.
Quizás los dos queríamos evitar pasar un mal rato o quizás lo hacíamos por Theo, sea por lo que sea, conseguimos tener un balance.

Había quedado varías veces con Conrad, el chico que conocí en el parque. Resultó que nos acabamos llevando bien, y se convirtió en una persona bastante importante en mi vida, incluso le había presentado a Theo. Tom no sabía nada sobre esto, no tenía porque contarle todo lo que pasaba en mi vida, verdad?

También encontré trabajo en una empresa, y me sentí más independiente, comencé a ganar mi propio dinero, y también conocí a personas nuevas. Así que pude ampliar mi círculo social.

Cuando anunciamos que nos íbamos a casar todos se alegraron, sorprendentemente la mamá de Tom se lo tomó muy bien. Incluso se disculpó conmigo en una cena familiar.

Me encontraba hablando con mi mamá, cuando la mamá de Tom nos interrumpió.

- Alaska, puedo hablar contigo? Si Winona me lo permite, será un segundo.- dijo ella tocando mi brazo.

- Si, no hay problema- dije.

- Quizás te parece muy extraño que lo diga de repente, pero quería decirte que lo siento, siento el comportamiento que he tenido todo este tiempo. Mientras que tu intentabas ganarte mi confianza, lo único que hacía era despreciarte, he sido una abuela horrible. Espero que puedas perdonarme.- dijo.

Sus palabras me impactaron, realmente no me lo esperaba, tenia asumido que esta mujer me iba a odiar de por vida, y que tendría que sobrellevarlo. Me hizo ilusión escuchar esas palabras, al fin se acabarían los mal ratos.

- Claro que la perdono, señora Felton .- la abracé.

En el tema de la boda decidimos contratar una wedding planner para todo, nos fue aconsejando durante todo el proceso. El sitio, las mesas, las sillas, las flores, el pastel, la música, los invitados y el menú. Aunque la empresa hacia la mayoría del trabajo, nosotros también notábamos el cansancio indirectamente.

El año pasó volando, y llegó el día del primer cumpleaños de Theo, fue hermoso. Adornamos el salón con la temática de pocoyó. Sobretodo de pato.
Le encantaba a Theo, se emocionó tanto que iba aplaudiendo por allí mientras caminaba.
Por cierto, sus primeros pasos los había dado hacia unos meses, en casa, mientras Tom y yo jugábamos con el, de hecho intentábamos estimularlo para que caminara, y hacía los intentos, ya que Tom estaba sentado a un lado del salón y yo más o menos un metro delante. Estábamos jugando cuando de repente se sentó, se apoyó en sus manos y se levantó, y caminó hacia mi. Tom y yo gritamos de la emoción. A partir de ahí fue mejorando aunque a veces se caía.

También lo habíamos apuntado a la guardería, como yo había comenzado a trabajar y Tom también estaba liado con la universidad, no nos quedaba otra.
Visitamos al menos cinco guarderías, pero ninguna nos convencía, hasta que fuimos a visitar una que se llamaba "colored" esa nos encantó. Las instalaciones eran geniales, y la directora también. Así que decidimos apuntarlo.

El primer día fue complicado, Theo no quería entrar, no se soltaba de mi.

- No - decía cuando me agaché para dejarlo en el suelo.

- Theo, debo irme, mamá vendrá por la tarde, te lo prometo.

- No Theo.- dijo cruzándose de brazos.

Solo di mi nombre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora