3. Preguntas inesperadas

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Llegue a la cafetería cansada, tuve que salir corriendo de donde estaba el profesor de química ya que el necesitaba de mi ayuda y yo no estaba en momento para hacerlo- me daba hueva- Me senté en la primera mesa que vi, casi todo estaba vacío, es raro.

Mientras yo contemplaba a la mosca, un chico pasaba su mano por enfrente de mi ojos y reaccione, lo vi a detalle, alto, ojos azules, se notaba que hacia ejercicio nada mal el muchacho.

Me le quede mirando como boba hasta sentía que se me caía la baba, el tipo volvió a hacer la misma acción de hace un momento, moví mi cabeza como si fuera un perro y él solo se reía, tomo mi orden, pedí un cappuccino ya que suponía que se tardaría Paul.

El chico se fue de donde me encontraba, pasaron 5 minutos y él no aparecía, sonó el rechinido de la puerta, voltee con esperanzas de ver a Paul, nada; a lo mejor él no vendría y yo como estúpida aquí esperándolo.

Una bola de preguntas invade mi cabeza, ¿eso es posible? Da igual, él oji-azul se acerca con mi cappuccino, sonríe y hago el mismo acto que él.

Una pregunta retumba en mi mente, ¿sería bueno preguntarle acerca de su hermano? Siento que es muy pronto, ¿pedirle ayuda? No creo, sería bueno esperar a hablarle al chico que nunca sale de mi cabeza, por muy grosero que sea. ¿Pero WTF? No debo de sentir mariposas antes de tiempo como lo hice con... Él innombrable.

-¿Pensabas en mí?- dijo el idiota de Paul sacándome de mis pensamientos, toma asiento enfrente de mí con una sonrisa de oreja a oreja.

-No entiendo porque sonríes, ¿Tengo un moco?- enarco la ceja y tomo un sorbo de mi cappuccino.

-Estamos aquí ¿por qué...?-dice ignorando lo que dije.

-Bue...no- tartamudeé. Es mejor no hacerlo, es muy pronto, además no le hablo, ni siquiera se su nombre creo que era ¿Clavin? No hahaha estúpida memoria de corto plazo.

-Te espero, tomate tu tiempo, yo le tomo a tu cappuccino- arrebata mi café de mis manos, toma un sorbo bastante largo por lo cual yo me enojo.

-Se pide por favor- digo sacando mi lengua como una niñita.

-Oh vamos, no seas así- pone cara de cachorro mojado, lo ignoro- Bueno ya dime.

-Solo quería estar con alguien, perder el tiempo- digo con un poco de indiferencia.

-¿Es enserio? Que estupidez, bueno entonces hay que perder el tiempo conociéndonos- dice dándole al blanco, eso es perfecto, conocerlo y así podre saber más de ese tipo, su hermano. ¿Pero qué dices Lily? Antes no te gustaban los hombres, ahora hasta piensas todo el tiempo en él, que vergüenza.

-¿10 preguntas cada quién?- pregunto viendo mi cappuccino y dándole vueltas al popote.

-Me parece estupendo- dice con cara de malvado, me fijo que levanta sus brazos y los posa atrás de su cabeza, se veía que hacía muy bien el ejercicio, sus brazos fuertes y esa sonrisa estúpida que enamora a las mujeres- claro, yo no- pero parece un buen chico.

-¿Color favorito?

-¿De verdad?

-¿Qué cosa? ¿Qué verdad?- frunzo el ceño con confusión.

-¿Por qué haces preguntas de niños? Mejor cosas más fuertes, cosas de hombres mayores- dice con una sonrisa pícara, que estúpido.

-¿Tienes ojos? Soy mujer estúpido, ¿qué tiene de malo preguntar eso? Quiero saber de ti.

-Lo sé, se nota a distancia lo muy mujer que eres- dice sarcástico, me limito a hacer algún comentario con mi dedito del medio-¿Cuándo fue tu primer beso?

Después de ella...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora