5. Juegos raros

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Desperté con un gran bulto encima y los rayos del sol chocaban con mi cara. Empuje lejos de mi a Britanny ya que me empezaba a lastimar, pero tan torpe es que cayo al suelo.

Dormir le pesaba mas que despertarse, así que se levanto y se dirigió de nuevo a la cama.

Me vestí rápidamente ya que llegaba tarde al instituto. Salí de mi habitación apurada, pero me encontré con Josh en el suelo y Noah jalándolo del pie.

-¿Que sucede?- pregunte obligándome a no reír- ¿Por qué esta en el suelo?- cuestione soltando una carcajada.

-No es gracioso, me quito mi celular- lloriqueo Noah.

-¡Oh vamos! No seas marica y deja de llorar- se levanta del suelo Josh dándole un "amistoso" golpe.

-Desgraciadamente son mis hermanos- bromee.

-Que linda hermana tenemos Josh.

-¡TONTERÍAS! Mejor váyanse a bañar, tenemos que ir al instituto, ¿lo recuerdan?

-Si, si, si. Todo por tu culpa Josh, sino fuera porque me quitaste mi celular no nos estuviera diciendo esto Lily- refunfuño Noah.

-¡Anden!- ordene a los dos, como buenos hermanos hicieron caso pero Josh se detuvo.

-¿Y tu amiguita?

-Yo la llevo cuando despierte- habla Aaron desde la orilla de su puerta.

-¿Quien te pregunto?- trate de sonar lo mas tranquila pero falle en el intento.

-Tu ya te vas, ¿no? Ella todavía no se levanta, así que no la esperes yo la llevo.

-Que considerado- rodé los ojos y sin respuesta camine hacia al instituto.

Como todos los días el silencio inundaba la calle, aunque los niños alegraban un poco el ambiente con sus risas, principalmente. Me alegraba verlos felices, a veces deseo regresar a mi tiempo de niña, de nuevo jugar con mis hermanos al escondite o canicas, pero se que no hay vuelta atrás así que lo dejo pasar.

Levante mis vista al cielo, una imagen del chico de los ojos azules paso por mi mente. Me esforzaba por recordar su nombre, Natasha me lo dijo pero mi maldita memoria lo olvido, aparte ¿por que pienso en él? Últimamente lo hago, cuando pensaba en él se me hacia familiar, le había hablado una vez, antes, mucho antes de que chocara con él pero no recuerdo en donde.

-Hey nena- escuche a lado mio una voz que reconocía, iba en un auto rojo, decidí ignorarle- ¿Por qué me ignoras? 

-Quiero caminar

-Te puedo acompañar, si quieres

-Sola, gracias- le sonreí para que no notara que su presencia me molestaba tantito.

-¿Estas segura?- insiste, pero de esa manera no lo lograra.

-Mas que segura

-Hay ladrones por aquí, ¿sigues estando segura?- juro que si vuelve a preguntar me iré corriendo de ahí.

-Paul, no insistas

-Esta bien... te veo allá- se despidió para inmediatamente irse.

Suspire al seguir, no quería irme con él, por mas que me insistiera diría que no, aunque un camino largo me espera.

Llegue lo más rápido que pude, mi corazón latía mas rápido de lo que normalmente late. Durante el camino se me ocurrió pasar por unas galletas y eso fue lo que hizo que llegara mas tarde.

Me escabullí de los profesores para que no me preguntaran del porque llegue mas tarde de lo habitual, desgraciadamente debo de pasar por la sala de profesores para llegar a mi salón de clases, me agache para que no me vieran pero Florentino, mi maestro de historia me vio, tuve que darle explicaciones y gracias a que es algo viejo no escucho ni la mitad de lo que dije y me dejo libre. A veces pienso que es bueno tener un maestro así, reí para mis adentros.

Después de ella...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora