7. Flashback

36 2 0
                                    

Salí de la habitación sollozando, no podía creer que dos personas a las que amo con mi vida me hayan mentido. No podré afrontarlo, ver a mi madre con mi novio, acostados, en la misma cama y después de estar conmigo es la peor de las mentiras; sin embargo, tratare de hacerlo.

Directamente me dirigí por donde llegué, definitivamente no regresare hasta que todo estuviera olvidado, tal vez serán días o meses no lo se pero estar con ellos no es una opción. Escuche pasos acelerados hacia mi, no quise voltear a ver de quien se trataba pero lo sucedido hace unos instantes lo decía todo. ¿Cómo puede ser que mi propia madre me haya hecho eso? Jamás lo espere de ella, lo acepto, mi padre murió y ella tiene derecho a estar con quien quiera pero no con el novio de su propia hija.

-¡Amor! Lo siento, no era mi intención- la voz de David sonaba arrepentida, hice caso omiso y continué mi camino hacia el auto- Lily, no me ignores escúchame.

-¿Qué quieres que escuche? Lo que acabo de ver lo ha explicado todo- grite frustrada, no quería verlo ni oírlo, me ha hecho daño y mi madre también.

-Hija, por favor, déjeme explicarte lo sucedido- habla mi madre con toda la tranquilidad.

-Ni hables, ¿acaso no te sientes mal de estar con la misma persona que tu hija? ¿qué no piensas?- dije alterada, trate de calmarme pero falle, conforme pasaban los segundos me desesperaba; sin embargo, esperaba sus respuestas.

-Amor...- hablo David en tono dulce.

-No me digas así, ya no soy más tu amor, para eso tienes a mi madre ¿no?- inspire profundamente en un intento de calmarme, pero mi enojo podía más que eso- eres la peor persona David, te acostaste conmigo hace unas horas y después con ella, ¡te felicito! has ganado todo, todo mi odio.

-Lo lamento- murmura Amy intentando ocultar lo apenada que estaba.

-¿Desde cuándo?- pregunte de golpe.

-H-Hace un año- dicen los dos al unisono con la cabeza inclinada como si fuesen regañados.

-Genial- masculle. Me aleje de ahí retomando mi camino, todos los pensamientos se abrumaron en mi mente y las imágenes llegaban con rapidez deteniéndose una por una atormentándome con quedarse.

Trate de hacer a un lado los pensamientos y enfocándome en seguir mi camino hacia el auto, llegando ahí me iría lo más rápido que pudiera, estoy completamente segura de que no los quiero ver aunque me pidan perdón mil veces, la herida no se en que momento sanara pero tardara.

-¿A dónde vas?- cuestiono mi madre siguiéndome el paso y con una sábana tapando todo su cuerpo.

Me detuve en seco girando sobre mi eje para decir: A donde no los pueda ver.

Dicho eso, continué hasta llegar a mi auto, entre y arranque rápidamente. Subí el volumen de la música para tratar de olvidar todo lo sucedido antes, unas lágrimas salían sin previo aviso, de un momento a otro un nudo grande creció en mi garganta y sentí un golpe de decepción en el pecho.

Seguí conduciendo sin destino hasta que llegue a un parque solitario y sólo un farol alumbrando parte de ella, supongo que siendo las 2 am nadie se encontraría ahí, baje del auto tomando mi abrigo y cubriéndome para no sentir el frío de la madrugada. Me senté en una de las bancas que se encontraban en el pequeño parque.

Mi padre murió hace dos años, no sigo entendiendo por qué ella se refugió en mi novio, hay miles de hombres en el mundo bien pudo buscarse a otro ¿por qué me mintieron? Esa pregunta crecía y crecía en mi mente sin respuesta alguna. Unos pasos se acercaban hacia mi, limpie rápidamente las lágrimas no dejando rastro alguno, me incline sobre mis piernas dejando caer mi coleta, un chico desconocido se sentó a lado mío, lo ignore.

Después de ella...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora