BAD BUDDY THE SERIES II. MÁS QUE AMIGOS

SIETE

ADVERTENCIA: Lime, lenguaje subido de tono y relato bastante largo. Espero que lo disfruten.

BAD BUDDY THE SERIES II. MÁS QUE AMIGOS

SIETE

"El matrimonio es la consecuencia lógica de un gran amor", Rocío Jurado.

—El Manchester es mejor. Ese portero que acaban de contratar puede atrapar cualquier cosa...

Había anochecido, quedándole a Pat menos de cinco kilómetros para llegar a Sai Noi, donde ya los esperaba el tío Tong. En el intertanto, se pusieron los cuatro a discutir sobre fútbol de la Premier League. Pat y Wai apoyaban a los Diablos Rojos; Pran y Korn, a los Leones Azules (1).

—Wai, el partido pasado, el Liverpool le anotó dos goles a ese arquero la semana pasada —comentó Korn en su posición de fanático.

—Eso es porque la defensa estaba desordenada en ese partido —justificó Pat al tiempo que entraba al pueblo.

—Por eso el Chelsea ganó la temporada pasada. La defensa es invisible —Pran le contradijo a su prometido.

Así fueron riñendo el resto del camino hasta que llegaron a las cabañas del tío Tong, quien estaba esperándolos. El mayor rebosó en alegría cuando se había enterado por teléfono de que los chicos, que consideraba como si fueran sus hijos, iban a casarse en Sai Noi y le harían una visita para organizar todo. Lo que le cogió por sorpresa es que vio bajarse del automóvil de Pat a cuatro personas en lugar de dos. Frunció el entrecejo para recordar al joven de cabello castaño y piel blancuzca que se le hacía familiar, pero no sabía exactamente de dónde.

—¡Bienvenidos a mi casa! Tanto tiempo sin verlos —la pareja abrazó afectuosamente al mayor —. Pensé que Pran se quedaría para siempre en Singapur...

—No puedo. Este tonto no haría nada sin mí —el moreno se refirió a su prometido, a lo cual todos rieron.

—Tú eres el que no puedes vivir sin mí —rebatió el castaño con una voz infantil.

—Eres tú... —dijo el moreno entre dientes.

—No, tú...

—Ustedes dos no cambian —manifestó Tong jocoso —. Pero, en este momento, tengo más curiosidad por conocer a los muchachos que vinieron con ustedes.

—Ah, le presento a Wai, mi amigo que vino conmigo en el paseo de la facultad de arquitectura —el mencionado saludó con un wai al mayor.

—Ah, ya me acuerdo... ¿No es el chico que se peleó todo el paseo con Pat? —al oír la pregunta de Tong, el trigueño se aguantó a reírse burlescamente de su amigo.

—Eh, sí... —respondió Wai avergonzado —Pero, como usted comprobar, somos amigos —recibió una palmada en la espalda de Pat como señal de fraternidad.

—Vaya, las vueltas de la vida. En esa ocasión, parecían enemigos jurados —comentó el mayor contento de que ellos dos habían mejorado su relación desde ese entonces —. A él sí que no lo conozco —indicó con la mirada al trigueño.

—Ah, él es Korn, un gran amigo mío y mi compañero de la facultad de ingeniería...

—Mucho gusto —el trigueño hizo un wai.

—El gusto es mío. Los amigos de Pat y Pran son también bienvenidos en mi casa.

—Ellos dos sí que eran enemigos jurados —comentó el chico Panthong —. Korn y Wai no podían verse sin golpearse. Destruyeron la mitad de la universidad con sus peleas. Ahora pasan casi las veinticuatro horas del día pegados.