Cuack! ও PJM&JJK

O2. ¡cartita para alfa!

—No quiero volver a repetirlo, pero aún no entiendo por qué saliste corriendo.

El alfita hizo un mohín, sus ojitos cristalizándose. ¿Qué necesidad tenía TaeHyung de recordarle en cada clase el cómo cobardemente había huido? El conejito de largas orejas tocó sus mejillas regordetas y le preguntó dulcemente: "¿estás bien?". La vergüenza y el pánico que JiMin sintió le hizo huir hacia los baños más cercanos, echándose a llorar en un rinconcito sin razón aparente.

—No lo entenderías.

—Creo que no, pero aún así quiero el chisme completo.

—¿Cómo te lo explico, Tae? No lo sé, simplemente... Cuando ese chico me tocó, mi alfa se puso a la defensiva antes de que me dieran ganas de llorar... —contó, decaído—. En verdad soy patético, ni yo mismo me entiendo. Seguramente él ahora pensará que soy un tonto.

—Yo sólo ví un tierno conejito embobado por ti.

—Me-mentiroso, nadie podría fijarse en mí, mucho menos alguien tan hermoso como él. ¿Qué no me ves? Soy...

—Encantador, lindo y jodidamente adorable, ¿estamos de acuerdo? —no le permitió responder—. JungKook fue capaz de notarlo y eso que es la primera vez en que te ve.

—N-no...

—Sí.

JiMin se cruzó de brazos, apartando la mirada para intentar, de alguna manera, esconder la pena que se reflejaba en sus pecosos cachetes ruborizados. TaeHyung rió levemente, negando con la cabeza; se entretuvo en navegar por las redes sociales mientras el rubor se perdía poquito a poquito en el patito.

—Me gusta su aroma —confesó.

—Mm, y tú le gusta a él.

—¡No digas tonterías, nos acabamos de conocer!

—Pues cuando se fue, casi que dejaba corazones a su paso —dijo—. Olía muy dulce, por cierto.

—¿Y eso qué tiene de especial? —preguntó con confusión.

—Las feromonas delatan tus sentimientos —no dijo nada más referente al tema, se dedicó a darle me gusta a fotos de perritos en Instagram—. ¿Debería crear una cuenta sólo de Yeontan? —cuestionó para sí, y JiMin supo que su mejor amigo ya no le prestaría ni la mínima atención al estar en su mundo.

Aún sabiendo eso, no se contuvo de preguntar.

—Hm, Tae... ¿Tú crees que J-Jungkook quiera volver a verme?

TaeHyung lo miró con duda, alzando una ceja y dejando, milagrosamente, su móvil a un lado.

—Aunque no lo quiera, probablemente compartan algunas clases juntos —contestó—. Pero, sí, eres una masita de ternura y le encantaste. ¿Y él cómo te pareció? Creo que es lindo.

—No lo ví bien, pero huele rico... Y tiene un rostro bonito, también sus orejitas son tiernas y se ve muy lindo con el uniforme. A mi alfa y a mí nos gustó... Su presencia —agregó al final.

—¿Oh? Ya veo —sonrió.

—¿Qué sucede?

El alfa menor le enseñó la pantalla de su celular, mostrándole que había encontrado la cuenta de Instagram de Jeon JungKook; no tenía muchas fotos, pero ahí estaba.

—Aquí podrás verlo mejor —le guiñó un ojo—. Voy al baño, ya regreso.

JiMin tomó el móvil, preguntándose cómo le hacía TaeHyung para encontrar tan rápido las cuentas de ciertas personas en específico entre tantos usuarios. Hacker, tal vez. Al ver mejor la cuenta, medio comprendió por qué no fue tan difícil. JungKook tenía casi veinticinco mil seguidores con apenas trece publicaciones... Además, su user era algo, peculiar.