Prólogo

2.5K 174 24
                                    

Esta historia será la próxima en ser editada, espero tener la fuerza y la imaginación suficientes como para llevarla al final...como dice JK...fighting!!!!

"Retroceder no es morir, retroceder no es perder, sino que a veces es el escudo que se necesita para que el dolor no te atraviese y te rompa el alma y el corazón"

Jeon Jungkook.

Hace muchos años atrás, en un lugar adentrado del bosque...

La noche era fría, los árboles se mecían a merced del viento y una mujer corría por el sendero que conducía a la ladera norte. Ataviada con una capa de color oscuro tapaba su rostro. Quería llegar a la cabaña de Madferson, allí estaba su princesa dando a luz.

Nadie podía saber qué es lo que ocurría con ella ni que se encontraba con vida, así que con paso decidido sorteaba las ramas caídas que llenaban el suelo.

Al llegar escuchó los gritos desesperados de su niña, la había criado desde que nació en el castillo del clan Muldrob. Abrió la portezuela vieja de madera y lo que allí vio le hizo que se le congelara el corazón.

—¡Princesa Niniam! —le gritó y poniéndose de rodillas apretó su mano.

—Nana... sabía que vendrías —dijo la princesa y un nuevo grito ahogado y de dolor salió de sus labios.

Estaba pariendo a un bebé especial, engendrado entre ella y un Lander, criatura que vivía en la ladera sur.

Los Landers se escondían de los clanes que habitaban en el país por ser diferentes a los demás, solo querían vivir en paz. Eran perseguidos por miedos absurdos que se instalaron de generación en generación, pero también querían arrebatarles la piedra azul, caída del cielo hace siglos y conservada por ellos.

Tenía un poder que todos querían poseer, aquella reliquia conocida como "Piedra de salvación" mantenía a salvo de todos los infortunios a sus habitantes.

—Lleva así desde ésta mañana —se dirigió a la mujer mayor el hombre llamado Madferson, éste era corpulento y alto. Cuidó a la princesa desde el día que mataron al Lander que ella amaba. Sola y sin poder regresar a Palacio por haber huido con él, éste se quedó a su lado para cuidarla y protegerla ya que desde pequeña fue su cometido y sin desvelar su paradero ni que estaban vivos, se quedó a su lado.

Sabía que su padre nunca la dejaría tener allí una criatura así, tener sangre de Lander era la mayor de las ofensas, sería odiada y repudiada por todos.

—Se está desangrando y yo ya no puedo hacer nada —dijo ofuscada otra mujer de menor edad que asistía el parto, tenía las manos impregnadas de sangre, las metía dentro de su vientre una y otra vez en un intento desesperado de sacar al bebé.

Los gritos de la princesa eran ya desgarradores y su nana viendo que se iba su niña dió un empujón a la otra y quiso intentarlo ella misma.

—¡Calienta más agua! —vociferó.

La que calló a un lado se levantó y fue a los fogones deprisa y sin rechistar para avivar el fuego.

—Nana —casi sin fuerzas y con un hilo de voz la princesa habló— si nace mi criatura no la lleves al castillo por ningún motivo.

—¡Lo vas a criar tú, por mis antepasados que así será, así que ayúdame Niniam, por el amor del dios Zhur!

—No tengo fuerzas...ya no las tengo —suspiró y sonrió— Larus me llama, mi Lander quiere que lo acompañe a su eternidad —sus fuerzas eran cada vez menos, se apagaba por segundos— corta mi vientre nana, aunque yo no viva nuestro amor no habrá sido en vano, dejaremos aquí nuestro recuerdo más bello.

—¡¿Estás loca?! Empuja un poco más, venga mi niña ¡Hazlo! —le gritaba su nana desesperada aún sabiendo que si no lo hacía morirían ambos.

Con las manos ensangrentadas y la frente por pasar su mano desesperada queriendo quitar su sudor aquella mujer que la quería con locura miró al hombre grande.

—Si no lo haces morirán los dos —replicó el otro con semblante serio y con dolor en sus ojos.

—No puedo....no puedo —lloraba abatida.

—Hazlo y...y... si es una mujercita llámala Syna —dijo en un susurro ahogado Niniam.

Sabiendo los presentes que significado tenía ese nombre se miraron entre todos.

La princesa solo soñaba con la unión de todos los habitantes y los territorios que abarcaban hasta el límite con la llanura... esa unión que llevaba siglos sin existir en aquellas verdes y rocosas tierras...

*******

Hola personitas. Si ésta historia llega a salir a la luz es que he sido capaz de crear algo que me ha robado el corazón desde que lo imaginé.

Será duro para mí plasmar todo lo que quiero contar, pero si llego a conseguirlo viviremos un amor que no quedará indiferente ni en el olvido.

¡Manos a la obra!

LandersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora